Perros, y adoquines
[25-10-2013]
José Antonio Sánchez Santoyo
Periodista Independiente
(www.miscelaneasdecuba.net).- La Habana. En la gran urbe capitalina de
La Habana se ve a diario la concurrencia mayoritaria de cientos de
perros que deambulan por la ciudad en busca de sustentos, muchos de
ellos han sido botados por sus dueños irresponsablemente creándole al
entorno una fea imagen y un cuadro dantesco, otros simplemente se han
escapado, otros desgraciadamente han muertos atropellados por vehículos,
pero también se ven dentro del casco histórico de la ciudad, es decir,
en la zonas adoquinadas de la Habana Vieja, a un sinnúmero de perros que
deambulan con un collar y cartelito del historiador de la ciudad.
Esos sin embargo, viven dentro de los museos del casco histórico,
también gozan de una comida que allí se le brinda, no solo
desafortunados que deambulan por las arterias de La Habana que tienen
que vivir de las migajas que los transeúntes le lanzan, tienen que
calmar su sed por el agua sucia que corre en las calles.
En esta imagen no son protagonistas precisamente los humanos que también
día a día luchan sus sustentos de disimiles maneras, ni tampoco los
niños que se le suspenden el litro de leche al cumplir los 7 años, y de
los tres envíos semanales de yogurt que les pertenecen, siempre se les
quitan dos sin explicación al respecto.
Por eso pongo en primer lugar al gran amigo del hombre que es el perro y
también hago observación de los privilegios que aquí se enarbolan ya que
los perros que deambulan por las calles del casco histórico están
identificados como perros turistas, porque así lo quiere el gran
historiador Eusebio Leal.
Hace algún tiempo atrás esta página hizo referencia al trabajo de
restauración de las calles de la Habana Vieja, hoy en su totalidad están
todas adoquinadas, por ellas no circulan vehículos, y el trabajo que se
ha hecho es tan pésimo que el paso de los peatones los hunde. Parece ser
que los españoles no dejaron dicho cómo ellos pegaron los adoquines para
que no se levantaran con las lluvias y el peso de los peatones.
En los primeros días se ven muy bonitos, pero tan solo pasan unos
aguaceros las calles principalmente cercanas al mar se llenan de huecos
y lodo, parece ser que la mezcla que usaban antes tenían otros
componentes que hoy se desconocen.
Hay que ir a la raíz para poder ver el árbol crecer sin contratiempo,
por un lado los perros que deambulan sin amos hay que hallarles solución
y a los que dependen de la leche y el yogurt para poder vivir hay que
devolverle una nacionalidad donde su infancia se desarrolle en un
entorno feliz y donde reine la libertad para un desarrollo fructífero, y
donde un hueso no sea el causante de tantas reiteradas broncas por el
sustento diario, donde los huecos de las calles no hagan furneas por
donde pueda caer un ómnibus, ese trabajo se lo dejamos al gran
restaurador de La Habana, EL GRAN CAMARADA EUSEBIO.
LA PALABRA DEBE ESTAR AL SERVICIO DE LA VERDAD
Source: "Perros, y adoquines - Misceláneas de Cuba" -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/526a291c3a682e08e412f271
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