Friday, October 25, 2013

Desertores?

SOCIEDAD

¿Desertores?
JOSÉ PRATS SARIOL | Arizona | 25 Oct 2013 - 10:23 am.

Incluso en quienes no creen en el régimen castrista sobreviven palabras
y frases y actitudes producidas por esa maquinaria de propaganda entre
nazi y leninista.

"Deserté hace un mes en Venezuela", me dijo el médico. Sin pensar lo que
ha dicho, con la fluencia de quien está acostumbrado.

Cruzó a Colombia. Obtuvo el visado. Voló a Miami. Se acogió a la ley y
como no tiene familiares en los Estados Unidos, aparte de documentación
y alojamiento, lo mandaron para Phoenix, tras darle a escoger entre
cuatro sitios. Aquí comparte apartamento junto a un ingeniero que cruzó
por Laredo. Acaba de recibir estampillas de comida, muebles y equipos
donados, ropa y zapatos, algo de dinero tras una colecta. Ya tiene
permiso de trabajo. Iniciará una nueva vida. Diferente, muy diferente
para quien todavía se llama "desertor".

El tema parte del verbo ("desertar") hacia un signo —uno de los más
perversos y eficaces— del caudillismo-leninismo: la manipulación de las
palabras. Porque cuando le dije al médico que el primer desertor había
sido Fidel Castro, cuando le interesó más el poder que los cubanos;
sencillamente, con franqueza en la mirada, me respondió que nunca lo
había pensado.

¿Desertar de qué? ¿Acaso se trata de un ejército? Y de ser así, ¿quién
lo reclutó y para cuál batalla? ¿O se refiere a huir de un zombi, de
aquella revolución esperanzadora que murió con el Che, el fracaso de la
Zafra de los 10 Millones, el Congreso de Educación y Cultura, el
entreguismo a la Unión Soviética y la copia de su sistema de gobierno?

¿Cómo alguien —un pueblo— puede pasarse medio siglo desertando? ¿Acaso
se trata del empecinado recluso de aquella popular novela —Papillon,
1969— de Henri Charriére, que en la versión cinematográfica encarna
Steve McQueen, con Dustin Hoffman de coprotagonista? ¿Somos desertores
los casi dos millones de cubanos que vivimos fuera y la mayoría que allá
dentro odia, teme, se desentiende del Gobierno?

Parece que la Academia Cubana de la Lengua debe rehacer su Diccionario
de cubanismos —por lo demás opaco, víctima de la censura oficial que
controla los significados, como el de "jinetera" y el de "mula". Debe
otorgarle a "desertar" un peculiar sentido partidista, sin acepciones
propias del diversionismo ideológico y del enemigo imperialista. De modo
tal que solo signifique traición a los Castro y al PCC; que eluda
estafas, decepciones.

Realizar una labor de vaciado similar a la astucia del más viejo de los
Castro cuando empleo "periodo especial", donde "especial" de pronto
ocultaba el desastre que sobrevino tras la desaparición del "campo
socialista" euroasiático; donde parecía como sorpresa, exclusiva pasta
de bocadito, regalo de cumpleaños...

Nos haría falta un lexicógrafo sin temblequeo y compromiso con la
dictadura, dentro o fuera, que estudie cada palabra o expresión
sometida, tergiversada. A lo que habría que añadir las consignas, junto
al choteo popular que, por ejemplo, añadió a "Socialismo o Muerte" la
excusa exacta: "Y perdone la redundancia".

Vuelvo al médico, a la otra zona pavorosa: su naturalidad de reflejo
condicionado, que implícitamente es un homenaje a Goebbels y sus
conocidos principios de propaganda. En particular al cinismo que afirma,
más o menos, que si una mentira se repite lo suficiente, acaba por
convertirse en verdad. Frase que algunos estudiosos señalan que el nazi
copió de Lenin, algo por lo menos verosímil.

Sin excluir como refuerzo del sombrío proceso de manipulación al que
insiste en exagerar y desfigurar la realidad; junto al llamado
"principio de la transfusión", donde la propaganda trabaja los sustratos
preexistentes, como el nacionalismo: bandera, himno, escudo, hasta yuca
con mojo… Y desde luego que la "unanimidad", donde se convence a mucha
gente —no por gusto el Estado acapara los medios de comunicación— de que
así piensa "todo el mundo".

La tan terca, obstinada realidad, poco a poco va destruyendo los más
fuertes clisés de la propaganda oficial… Escasos fanáticos cubanos aún
creen que el futuro se construye y que será mejor y bajo el Partido
Comunista y su sistema piramidal. Pero no es menos cierto que sobreviven
—como la inercia— palabras, frases y actitudes —hablar bajito cuando es
mal del Gobierno, por ejemplo— que son el fétido producto de una
maquinaria entre leninista y nazi, entrelazada a una historia que lejos
de absolver, absorbió.

El médico ya se está espabilando. Kundera decía que el comunismo se
olvida en una noche. Exageraba, aunque sacudirse el castrismo es como
matar pulgas, garrapatas. Anoche sonrió cuando le pregunté cómo andaba
el desertor. Hoy anda viendo cuántos bichitos le quedan. Mañana hará el
cuento en pretérito perfecto, como si fuera Cuba.

Source: "¿Desertores? | Diario de Cuba" -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1382676674_5649.html

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