Delirio de Venus: salir de la miseria
Martes, Octubre 15, 2013 | Por Frank Correa
LA HABANA, Cuba, octubre,www.cubanet.org. – Venus Bustamante está presa
en la que llama su "Misión de Vida", para que se reconozcan sus derechos
de madre soltera de dos sobrinos nietos del fallecido presidente Hugo
Chávez.
Venus vive en la miseria, en una casucha de la calle 234 entre Tercera y
Tercera A, en Jaimanitas, al oeste de La Habana, con sus cuatros hijos,
su padre y su hermano enfermos mentales. Entrar ahí es penetrar al más
oscuro círculo del infierno: desolación, piso de tierra, falta de
higiene, carencia de alimentos.
La aun joven madre duerme con los cuatros pequeños sobre una colchoneta
de poliespuma sucia y raída. Su hermano y su padre duermen en el piso.
La cocina es una pila de leña en un rincón y el baño una taza rota y un
cubo de agua donde casi siempre falta el jabón. Hay un solo bombillo,
abundan las moscas y por la noche, sin ventilador, es infernal el
castigos de los mosquitos.
Siempre el amor
Venus cuenta que a los diecinueve años, conoció a Romel Enríquez Pérez
Chávez, un joven venezolano que estudiaba en la Escuela Internacional de
Medicina, del que se enamoró y fue pareja los seis años que él estudió
en Cuba. De la relación nacieron Andrea Melis Pérez Bustamante y
Yusisleidys Nerys Pérez Bustamante.
Venus afirma que Romel es hijo de Carmen Cecilia Chávez, hermana del
difunto presidente bolivariano. Agrega que, al graduarse en el 2008,
Romel regresó a su país y nunca más supo de él, que ella trató de
rehacer su vida, pero los otros hombres que conoció tampoco resultaron
buenos esposos, aunque tuvo dos hijos más: Maicol Fabio Bustamante
Martínez y Bernarda Ester Barrios Bustamante, también abandonados por
sus padres.
"Mi caso es de conocimiento de la embajada venezolana" — afirma Venus,
mientras carga a unos de los niños que llora– "reconocen a las dos niñas
como sobrinas nietas de Chávez, pero llevo ya un buen tiempo en esto y
hay mucha burocracia. Solicité una entrevista con el embajador de
Venezuela, Ronald Blanco La Cruz, mediante la secretaria Lourdes
González, me la concedió cuando ya no se encontraba en Cuba.
"Un abogado de extranjería me instruyó, que mi caso debía considerarse
como reunificación familiar –agrega Venus– y serme restituida la suma de
81mil dólares por concepto de manutención de las dos niñas. Solicité una
entrevista al nuevo embajador, Edgardo Rodríguez, me contestó por
escrito que debía comenzar nuevamente los trámites de solicitud".
"Con fecha 16 de julio y con número de salida 169 y como un acto
desesperado, le escribí una carta a Nicolás Maduro". Me muestra la
carta, donde leo: "reconozco el duro golpe que la intempestiva
desaparición física de Hugo Chávez nos ha sumido a todos en un profundo
decaimiento, que ha hecho olvidar otros asuntos menores, pero
necesitamos ayuda. Urgentemente, recurro a Venezuela, patria del padre
de mis dos niñas, porque Cuba atraviesa una situación muy difícil y
aunque algunos funcionarios cubano lo han intentado, no han podido
sacarnos de esta extrema pobreza en que vivimos".
Indagué en el vecindario, sobre la veracidad del testimonio de Venus.
También pregunté a su familia, los Bustamante, fundadores del pueblo y
precursores de la construcción de botes de corchos y el negocio de la
calandraca como carnada de pesca.
La familia corroboró que era cierta la relación de seis años con un
venezolano, estudiante de medicina y tuvieron dos niñas, pero insisten
en que Romel jamás alardeó de ser sobrino de Chávez. "Al contrario —
afirmó una tía de Venus– siempre tenía hambre y andaba con las mismas
botas".
Una prima aseguró que "Venus, como su padre Jesús, y otros miembros de
su familia están locos, y la locura le dio por pensar que pariéndole
hijos a un extranjero iba a salir de la miseria, pobre, lo que hizo fue
enredarse más. Después de aquel médico venezolano le parió a un
nicaragüense y después a un boliviano, pero todos la dejaron abandonada
con sus hijos.
"Sí, sé de la carta a Nicolás Maduro –continúa la prima– Ojalá le
conteste, y aquel venezolano resulte familia de alguien grande, lo
localicen y la ayude con sus hijas. Con los otros padres de sus hijos
también deberían hacer lo mismo".
Source: "Delirio de Venus: salir de la miseria | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/?p=51290
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