Miopía y doble rasero de Telesur

Miopía y doble rasero de Telesur
Martes, 21 de Mayo de 2013 00:03
Escrito por Oscar Sánchez Madan
Cuba actualidad, Cidra, Matanzas, (PD) La ceguera voluntaria que sufren
los periodistas de la autodenominada Televisora del Sur es más que notable.

Con mucha frecuencia, no ven lo que no desean ver por razones políticas.
Su doble manera de abordar la compleja realidad en que viven los pueblos
del planeta, es muy sospechosa. Sobran argumentos para afirmar que su
Norte está en La Habana.

Desde la fundación de esta multiestatal emisora, el 24 de julio de 2005,
sus auspiciadores, los gobiernos de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador,
Nicaragua, Uruguay y Venezuela –no todos comenzaron a patrocinarla en
esta fecha-, se han dedicado a subvencionar una guerra propagandística
contra los gobiernos democráticos y a apoyar a las naciones
favorecedoras del terrorismo. Estados Unidos y la Unión Europea han sido
el blanco perfecto de sus ataques.

Es bastante dudosa la labor de Telesur. No es un medio que se apega a la
verdad a la hora de informar. La distorsión de los hechos es su
principal arma en un combate declarado contra "el imperialismo".

La televisora aboga por la integración de aquellas naciones cuyos
gobiernos batallan para resucitar el comunismo del siglo XX, despreciado
por toda la humanidad.

Si bien es cierto que no todos los patrocinadores de este engendro
diabólico simpatizan con el ideario de Lenin y Stalin, es un hecho que a
todos les conviene sumarse a la cruzada contra el mundo democrático. El
odio y la envidia que sienten estos seguidores de Carlos Marx, por los
países industrializados, les han envenenado el alma y no los dejan vivir
en paz. La demagogia y el populismo forman parte de su belicosa estrategia.

Bajo la reconocida asesoría de La Habana, Telesur tiene la misión de
adoctrinar a los pueblos del sur del planeta. Ahí viven la mayoría de
los pobres del mundo, a quienes se les exhorta a participar en una
irresponsable batalla contra el capital. Les intentan hacer creer que
las democracias son las responsables de sus miserables condiciones de
vida y que existe un sistema político mejor que el capitalismo: el
socialismo (entiéndase el comunismo del siglo XXI).

Los ideólogos de esta televisora no tuvieron ojos para ver la huelga de
hambre que realizaron por estos días más de medio centenar de disidentes
cubanos, quienes reclamaron la liberación del joven opositor Luis
Enrique Lozada Igarza. Este muchacho permaneció injustamente encarcelado
durante casi un mes, tiempo en que se negó a alimentarse. El mismo fue
salvajemente golpeado por agentes represivos, por lo que tuvo que ser
hospitalizado.

Una protesta realizada por las integrantes del movimiento Damas de
Blanco, en la Quinta Avenida de la capitalina barriada de Miramar, en la
que reclamaron al gobierno su excarcelación, tampoco fue noticia para
Telesur. Es posible que los patéticos comunicadores de esta
controvertida televisora piensen que las cubanas y los cubanos vivimos
en el planeta Marte. La ética periodística para ellos no existe. Ocultar
información y mentir es su lamentable oficio.

Si es este el medio "informativo" que los discípulos de Lenin han
fabricado para nuestros pueblos, no lo queremos. Los países del sur
estamos hartos de consumir propaganda comunista, a través de la
subversiva emisora Radio Habana Cuba. La extrema izquierda nos tiene ya
cansados. Sus oscuras doctrinas, nacidas en los dictatoriales regímenes
de la otrora Europa Oriental, nos repugnan.

No es casual que cuando sectores populares protestan en un país cuyo
gobierno es de extrema izquierda, Telesur se coloca al lado del
oficialismo. Sin embargo, si eso ocurre en una nación donde la
administración es democrática, la televisora apoya a los grupos
sociales. Las recientes manifestaciones de indígenas que se oponen al
presidente Evo Morales, en Bolivia, no han sido vistas con buenos ojos
por los comunicadores que proclaman defender al Sur.

Telesur no dice la verdad sobre lo que acontece en Venezuela, país en el
que los partidarios del ilegítimo presidente Nicolás Maduro le robaron
la victoria al candidato Henrique Capriles Radonski, en los pasados
comicios. Ni siquiera dejan hablar en el parlamento de esa nación a los
diputados de la oposición democrática. Para acallarlos, recientemente
golpearon a no pocos de ellos, hecho que generó una crisis institucional.

Para desviar la atención de los graves problemas que han creado, -eso
Telesur lo informa de manera distorsionada-, los chavistas acusaron a
Capriles de fascista; atacaron con improperios al secretario general de
la Organización de Estados Americanos, José Manuel Inzulsa; estimulan
una ilógica confrontación con Estados Unidos y la Unión Europea, e
intentan desacreditar a la prensa libre del planeta por difundir la verdad.

Ahora, ante la firme posición de los demócratas, que no se dejan engañar
con las mentiras de los solapados comunistas de nuestro hemisferio, la
televisora castro-chavista tiene dos únicas opciones: apegarse a la
verdad, o transitar por el sendero que conduce al basurero de la
historia. Allá fueron a para todos los medios de propaganda de los
antiguos sistemas totalitarios de Europa Oriental.

Está más que demostrado que los auténticos periodistas son aquellos que
no padecen de miopía voluntaria ni muestran un doble rasero en su
actuación. El respeto a los pueblos y a la verdad es su principal
instrumento de trabajo; a él, nunca deberán renunciar, mucho menos para
agradar a los furibundos caudillos populistas del siglo XXI.
Para Cuba actualidad: sanchesmadan61@yahoo.com

reportasincensuracuba.blogspot.com

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