Tuesday, May 7, 2013

Ineficiencia comercial

Ineficiencia comercial
Martes, 07 de Mayo de 2013 03:12
Escrito por Martha Beatriz Roque

Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) La falta de eficiencia
es algo que ha caracterizado el freno del desarrollo económico en Cuba,
y resulta uno de los aspectos que constituye un obstáculo al
desenvolvimiento comercial, en cualquiera de las actividades que se
analicen, incluyendo los servicios.

Esta historia, que es real, tiene marcados momentos en los que se puede
apreciar la desidia general en los centros de trabajo, ya que no hay
motivación para hacer las cosas mejor, porque robar es mucho más fácil.

Dos adultos –que parecían madre e hijo- fueron a comer a una cafetería
en los bajos del edificio FOCSA, a la que asisten artistas, por estar
muy cerca de los estudios de televisión y se paga en cuc (pesos cubanos
convertibles). Desde que llegaron hasta que fueron atendidos por un
joven camarero de unos 20 años, pasaron diez minutos. Les entregó la
carta, ellos escogieron y pidieron: crema de queso, sopa de cebolla y
dos bisteques de res a la parrilla. El camarero retiró la carta y les
dijo: "no hay carne de res".

Tuvieron que solicitarle nuevamente la carta, para escoger, y se
decidieron por el pollo. De entrante tenían dos jugos de naranja, pero
ambos habían sido adornados con azúcar y los vasos estaban completamente
sucios y pegajosos por fuera. Cuando fueron a buscar las servilletas, no
había en la mesa. Llamaron al camarero, que tomó dos de otra mesa
montada vacía y les expresó: "Es que no hay servilletas limpias".

Durante el tiempo de espera, en la mesa continua había una pareja que
discutía, él estaba pasado de tragos, entiéndase borracho, y de vez en
cuando subía el tono de voz con algunas palabras obscenas y
manifestaciones de machismo para con la muchacha. Los camareros ni los
miraban, el espectáculo duró más de 20 minutos, hasta que ella decidió
levantarse de la mesa e irse.

Llegó el momento de las sopas y al hijo de la señora en cuestión, le
pusieron la crema de queso, pero a ella nada; lo que atenta contra
cualquier buen servicio. El hombre, al parecer con un buen nivel de
educación, esperó a que trajeran el plato de su acompañante, pero quien
llegó fue el camarero, que argumentó: "No hay sopa de cebolla".

Todos los gastronómicos eran jóvenes y se aglomeraban en la puerta de la
cocina, con chistes y bromas entre ellos; pero al parecer el que estaba
sirviendo la mesa de los comensales de la historia, tomó equivocadamente
un pollo que había pedido una empleada y lo puso en una mesa de 4
personas, como es natural la destacada con el "esmerado servicio", no lo
comió esperando por los demás. Así fue como comenzó una discusión en
alta voz con el cocinero que afirmaba que había "marchado" el pollo y la
camarera insistía en que ninguno de sus clientes estaba comiendo. El
ambiente entre ellos se fue calentando hasta que la afortunada que
recibió el pollo lo enseñó y dijo es este.

Las dos personas principales de la historia le pidieron al joven mesero
que llamara al capitán, pero él les respondió: "No está en estos momentos".

En el ínterin, el cocinero salía afuera de la cafetería con un pomo
lleno de algo, resguardado en una de las famosas "jabitas" cubanas, que
sirven para todo, incluso para trasladar la mercancía.

A la hora de los postres, casi el trato se hizo ofensivo. Madre e hijo
querían flan y el camarero repetía una y otra vez: "Este Tablet sale con
helado de chocolate". A pesar de que los clientes le afirmaban que no
tenía importancia que ellos iban a pagar aparte el postre. Finalmente
ante la discusión en la mesa apareció "el gerente" y la capitana, que
según comentaron estaba en una reunión del Partido (Partido Comunista de
Cuba). El máximo jefe, todo un personaje sacado de las Fuerzas Armadas o
el Ministerio del Interior, que se esforzaba en ser diligente, porque ya
era dirigente, oyó todas las quejas pidió disculpas una y otra vez; y
dijo: "La comida va por la casa"; lo que al parecer ofendió más aún a
los comensales que no permitieron que se les invitara.

De este relato se puede sacar la conclusión de que a nadie le interesa
su trabajo, ni prestar buen servicio, ni cumplir con las normas
establecidas, en este caso particular para la gastronomía. Los "jefes"
primero cumplen sus actividades políticas (que son más importantes) y
después si tienen tiempo libre supervisan. Con tanta ineficiencia
comercial ¡cómo puede avanzar el país!

Para Cuba actualidad: mbrcnuevocorreo@gmail.com
*Instituto Cubano de Economistas Independientes

http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/7344-ineficiencia-comercial-.html

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