Cuba es un grifo abierto
El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos ha dejado de promocionar
un spot televisivo en que se informa que más del 50% del agua potable
que se colecta, va a dar a las alcantarillas.
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Luis Felipe Rojas/ Especial para martinoticias
mayo 21, 2013
Un grifo abierto, un alcantarilla con la tapa en medio de la calle, un
consultorio médico bordeado por aguas albañales componen una foto de la
Cuba que no sale ni en la prensa oficial ni en la agenda de los
turoperadores que se ocupan del tema cubano en el turismo internacional.
En El Cerro o Centro Habana, en muchas ocasiones las aguas que corren
avenida abajo se confunden entre los residuos albañales y las que se
escapan por las tuberías derruidas por el tiempo.
En un video clandestino sacado de Cuba, un entrevistador se da de bruces
con algo insólito: hay un hidrante en una calle habanera que data de
principios del siglo XX, pero ante la carestía del precioso líquido y el
hacinamiento en el edificio multifamiliar, los vecinos decidieron
retirar la tapa y acarrear el agua directamente. Tres décadas después,
sigue el derroche.
La prensa oficial resalta las malas prácticas ciudadanas como los males
que atentan contra el ahorro del agua, pero esa información contrasta
con las quejas que aparecen en los semanarios provinciales, donde los
ciudadanos acusan a las estructuras gubernamentales de la desidia con
que tratan sus problemas. Los funcionarios están bien entrenados en
hacer oídos sordos ante las quejas populares.
Cada semestre el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reabre una campaña
sanitaria contra el mosquito Aedes Aegypti, pero tiene que sumar a los
empeños tareas de desratización contra la leptospirosis, ya que la
acumulación de residuos trae consigo la proliferación de roedores.
Tapas de alcantarillas y pedazos de hidrantes de cobre o bronce han ido
a parar a las oficinas recolectoras de materia prima. A las dependencias
que compran pedazos de esos metales a precios considerables llegan
carromatos con tuberías, llaves y utensilios que han sido arrancados de
las calles.
Llama la atención que en los últimos tiempos, la televisión cubana haya
dejado de transmitir un spot del Instituto Nacional de Recursos
Hidráulicos en que se informa que más del 50% del agua potable que se
colecta, va a dar a las alcantarillas.
El pasado mes de marzo el periodista Carlos Ríos Otero publicó en
Cubanet lo que pudiera ser el colmo de la negligencia: una fosa
descargaba heces fecales en la esquina de Coco y Rabí, en el barrio
habanero de Santos Suárez, justamente donde se encuentra un centro de salud.
"La clínica fue eje de mando durante el mes de enero del 2013 para la
vigilancia de los casos de cólera del municipio 10 de Octubre, que fuera
declarado en alerta roja. Dicho municipio es el más grande en habitantes
de La Habana metropolitana y el tercero del país", explica Ríos Otero.
Las audiencias públicas entre las autoridades sanitarias, vecinos y los
funcionarios de las instancias de gobierno quedan en las promesas de
"elevar esas quejas" o "trabajar en base a eso". Una promesa más.
http://www.martinoticias.com/content/article/22731.html
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