Monday, May 20, 2013

Cuba, 1902-2013

Cuba, 1902-2013
[20-05-2013]
Elías Amor
Economista

(www.miscelaneasdecuba.net).- Así como el que no quiere la cosa, ya son
111 años. Una cifra preciosa. Tiempo más que suficiente para recordar
que, un día como hoy, la República iniciaba su camino después de una
dominación colonial española y estadounidense. El sueño de aquellos que
se alzaron en armas en 1868 se convirtió en realidad. Los esfuerzos
tardíos de la metrópoli por alcanzar un acuerdo que otorgase a la Isla
el mismo estatus que a otras provincias no llegaron a buen puerto. A
finales de siglo no había espacio para el diálogo, y el conflicto bélico
estalló.

Esa es nuestra historia. Lo que nos une e identifica. Lo que nos hace
sentirnos orgullosos de haber nacido allí aunque muchos hemos pasado la
mayor parte de nuestra vida en el exterior. Llevamos a Cuba en el
corazón, la recordamos al menos una vez al día y pensamos en ella
igualmente en los momentos de dificultad. Esa es la definición de "ser
cubano", al menos así lo entendía Cabrera Infante, y en más de una
ocasión me lo expresó claramente.

En estos 111 años, Cuba logró muchos éxitos. Y por supuesto, también
fracasos. Los primeros años de existencia de la República fueron
traumáticos, con alzamientos, revueltas, intervenciones de Estados
Unidos, pero, mientras tanto, se fue construyendo una potente sociedad
civil que respetó los intereses de los españoles que decidieron
permanecer en la Isla tras la independencia, y fue capaz de recibir con
gran generosidad a centenares de miles de peninsulares que decidieron
desarrollar sus proyectos de vida en la Isla.

Ese gran proyecto de nación atravesó etapas difíciles, como el final de
la danza de los millones y su secuela de crisis, desempleo y falta de
oportunidades económicas tras la primera guerra mundial, pero a mediados
de la década de los años 20, la nación volvía a recuperar su pujanza,
solo detenida por el impacto de otra crisis internacional, la gran
depresión, esta vez procedente del vecino del Norte a comienzos de los
años 30.

Una vez más, aquella sociedad de emprendedores, de buenos trabajadores,
de personas ahorradoras y esforzadas, volvió a sacar la nación adelante,
y a mediados de la década, Cuba recuperaba su dinamismo anterior. Poco
después, los años de la segunda guerra mundial dieron una nueva
oportunidad de crecimiento, mientras que el sector azucarero se situaba
como primer productor mundial, las finanzas se consolidaban de la mano
de un gran proyecto nacional y la población experimentaba mejoras
continuas en su nivel de vida.

Los años 50 presenciaron una etapa de esplendor, en el que se pusieron
en marcha buena parte de las instituciones modernas de gobierno, se
crearon mercados de futuros para la regulación de los precios del azúcar
y arrancó un Banco central con amplias competencias en control
monetario. Nada que envidiar a otros países del mundo. Cuba se situaba
en 1958 a la vanguardia de América Latina y en términos de PIB per
cápita y otros indicadores socioeconómicos, aventajaba a algunas
naciones europeas golpeadas por los efectos de guerras y regímenes
políticos dictatoriales que seguían enviando sus hijos a la Isla en
busca de un futuro mejor.

Los cubanos a finales de los años 50 se habían situado en el cénit de su
evolución histórica, y se preparaban para un gran salto adelante, que
podría haber creado en la Isla una Suiza europea, con marcada
estabilidad de precios, elevada riqueza y un próspero y sostenible nivel
de vida. Las condiciones se estaban dando, y aunque seguían existiendo
desequilibrios, nada hacía prever que en el curso de menos de una
década, aquella pequeña Isla pudiera alcanzar el rango de primera
potencia económica mundial con una sólida sociedad civil, bien
estructurada y moderna.

Sin embargo, el destino nos tenía reservado un escenario distinto. Y hoy
en 2013 nos podemos preguntar si toda la transformación producida en
aquel curso de la historia, ha servido para algo. Si realmente, a
diferencia de la continuidad histórica que se mantuvo durante las
primeras cinco décadas de la República, aumentando su base social,
estructurando sus instituciones y su sociedad civil, este régimen puede
tener algún tipo de proyección a futuro.

Pienso que no. Que esta etapa será en términos de perspectiva histórica,
un agujero negro del que pocas consecuencias se podrán obtener para
explicar lo que pueda suceder a partir de su final, que como todo
régimen no democrático, termina con el final de sus mandatarios.

Los cubanos que a finales de 1958 miraban hacia atrás en la fecha mágica
de 1902 podían sentirse satisfechos, yo diría que muy satisfechos, de lo
que habían alcanzado. Con ahorro, inversión, trabajo, esfuerzo, espíritu
de empresa e iniciativa, se había construido una potente economía y una
moderna sociedad civil, cuyo devenir hacia cotas más altas de
prosperidad, era previsible.

Los cubanos que en 2013 miran hacia atrás, concretamente hasta 1958, no
pueden estar satisfechos. Además, su gobierno les está conduciendo por
una senda peligrosa hacia un modelo que, aparentemente, nada tiene que
ver con las promesas de sociedad justa, de "hombre nuevo" y la demagogia
de "seremos como el Che". Lo único que podrán descubrir, con lástima, es
una sociedad fracturada, más dividida que nunca, con más de dos millones
de nacionales viviendo en el extranjero, donde se han visto obligados a
rehacer sus vidas, y un régimen que les atosiga con mensajes que, en
absoluto, pueden servir para construir una sociedad futura moderna e
integradora.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/519a09973a682e02f0b3af39#.UZpNJ0pGBk4

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