Publicado el sábado, 04.20.13
La isla más "fermosa"
Alejandro Ríos
Resulta admirable el estoicismo y la paciencia de Jay Z y su esposa
Beyonce. Animados de compasivas intenciones pensaron que podrían ayudar
fuera de su ámbito artístico, y partieron presurosos para Cuba con una
tarea que les quedaba holgada, además de celebrar su quinto aniversario
de bodas.
La combinación de intenciones resultó totalmente incongruente: o la
pasas bien en la zona turística constituida al efecto, o caes de mansa
paloma en manos de la manipulación oficial, capaz de hacerte un
"programa de actividades express" que puede moverse entre el pasmo y el
aburrimiento. En principio, el matrimonio Carter parece haber disfrutado
la comelata en el paladar La Guarida pero luego debió pagar caro su
labor de embajadores de buena voluntad.
El mismísimo Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad, los acoquinó con un
sermón histórico sobre La Habana que se perdía entre su letanía, la
traducción y el sopor de la primavera. Algo peor les aguardaba cuando se
vieron impelidos a sentarse delante del grupo infantil La Colmenita, que
con sus candangas de adoctrinamiento ha venido a sustituir lo que antes
era una visita a la granja que dirigía el hermano de dictadores, Ramón
Castro.
Después, y siempre en caravana gubernamental, rodeados de guardaespaldas
y segurosos adustos, visitaron escuelas de arte y un grupo de danza
contemporánea. Asimismo, escucharon a la cantante Haila María Mompié,
convocada especialmente para ellos, en el calendario de eventos.
Por razones aún desconocidas no pudieron asistir a la reivindicación del
grupo El Cabildo, que ya había sido coartado hace algunos meses por
decreto gubernamental, ante su ostentoso éxito en el mundo
cuentapropista. También se habla de un encuentro alucinado entre Beyonce
y Juana Bacallao, que de por sí hubiera valido la visita de los famosos
artistas.
Más allá de echarle un vistazo a estrellas inalcanzables, la población
cubana se ha beneficiado bien poco de estas cumbanchas oficiales de
celebridades norteamericanas que no son nuevas y se han venido
tramitando entre el Instituto de Cine (ICAIC), el Instituto de Amistad
con los Pueblos, brazo cultural de la policía política cubana, y la Casa
de las Américas, otro de los órganos de penetración del castrismo en el
ámbito literario del continente.
Vamos a decir, incluso, que hay antecedentes paradigmáticos de convites
similares en toda la historia de la república pero nunca con aburridos
visos gubernamentales. De tal modo, "el animal más bello del mundo", Ava
Gardner, aficionada a los excesos, fue a La Habana en busca del llamado
"superman" cubano, dotado como ningún otro para las artes amatorias,
quien figura en una secuencia de El Padrino II de Francis Ford Coppola y
Marlon Brando hizo añicos una habitación del Hotel Sevilla, enredado con
dos marineros, mientras Tennessee Williams, sentado en el legendario bar
Sloppy Joe's, elegía su próximo amante entre varios prospectos que le
eran presentados.
Por supuesto que la fiesta, aunque vigilada, continuó durante la
dictadura de los Castro, que ha sido más complaciente y lisonjera con
los representantes del "imperio" enemigo que ningún otro gobierno que lo
antecediera.
Fue así como Leonardo Di Caprio no salía de su gozosa ebriedad dando
tumbos por La Rampa y el pintor Robert Rauschenberg, alquiló un auto de
La Habana a Santiago de Cuba para hacer paradas de erotismo furtivo en
un estado tóxico apabullante.
Pobres Jay Z y Beyonce, quienes se tomaron muy en serio lo que hubiera
sido un simple viaje de placer a la exótica e indescifrable "más
fermosa" y sensual de las islas caribeñas. Dicen que la cantante tiene
pesadillas con la cantaleta de los niños de la Colmenita.
http://www.elnuevoherald.com/2013/04/20/1457961/alejandro-rios-la-isla-mas-fermosa.html
No comments:
Post a Comment