ROBERTA JACOBSON, SECRETARIA DE ESTADO PARA AMÉRICA LATINA
"Cuba está cambiando"
La secretaria afirma que EE UU ha visto "un comienzo muy fuerte y
positivo" de Peña Nieto
Antonio Caño Washington 15 MAR 2013 - 14:56 CET60
Roberta Jacobson puede ser la primera alta funcionaria de una
Administración norteamericana que observa cambios positivos en Cuba. No
cambios políticos, no los que se requieren para el levantamiento del
embargo, pero sí cambios que apuntan hacia la apertura del sistema
económico y la modernización del país. En una entrevista en su despacho
del Departamento de Estado, la secretaria adjunta para el Hemisferio
americano elogia también el trabajo hecho en los primeros meses de la
presidencia de Enrique Peña Nieto y pide unas elecciones libres y
democráticas en Venezuela.
Pregunta. ¿Qué cambios espera EE UU en las relaciones con Venezuela tras
la muerte de Hugo Chávez?
Respuesta. Queremos establecer una relación funcional, productiva y
positiva con cualquier Gobierno que surja de las elecciones del 14 de
abril. Creemos que existen áreas, como el narcotráfico o las relaciones
comerciales, incluida la energía, en las que podemos trabajar juntos
para restablecer la confianza y avanzar en la relación. Si hay otros
temas en los que podamos entendernos, también estamos dispuestos a
incluirlos.
P. ¿Qué espera EE UU de esas elecciones?
Capriles sería un buen presidente, pero no tenemos un favorito en
esas elecciones"
R. Creemos que los venezolanos merecen unas elecciones abiertas, justas
y transparentes en las que todos pueden ejercer su voto con la confianza
de que su decisión será respetada. Nos gustaría que hubiera observadores
internacionales, por ejemplo, la OEA o la Unión Europea, pero no sabemos
si el Gobierno venezolano va a acceder a invitarlos. En las últimas
elecciones no lo hicieron. Pero más importante aún son los observadores
locales, que espero que estén acreditados y tengan permiso para cumplir
su función.
P. ¿No han sido convocadas estas elecciones con demasiada rapidez?
R. Sí, es muy rápido. Pero lo importante ahora es que las elecciones
sean limpias y transparentes. Será un poco difícil, pero eso es lo que
los venezolanos y la comunidad internacional debe de apoyar.
Hemos visto un comienzo muy fuerte y positivo de Peña Nieto"
P. Lo que pide, en el fondo, son unas elecciones realmente democráticas.
R. Sí, estoy describiendo unas elecciones democráticas. Eso incluye una
prensa libre, que no hemos visto tanto en los últimos años en Venezuela.
Esto es importante para que todos, Gobierno y oposición, puedan mandar
su mensaje a los votantes. Estamos pidiendo unas elecciones democráticas
en las que todos los venezolanos puedan decidir su futuro.
P. ¿Cree que puede ganar Henrique Capriles?
R. Siempre puede ganar cualquiera. Creo que será difícil, con tan poco
tiempo por delante, pero cualquiera puede ganar. Le corresponde decidir
a los venezolanos. Cualquiera que sea elegido por el pueblo venezolano
puede ser bueno. Capriles podría ser un presidente muy bueno, pero
nosotros no tenemos un favorito. Lo importante para nosotros es que el
proceso sea limpio y democrático.
P. Sin Chávez, ¿va a encontrar EE UU más posibilidades de desarrollar su
política en América Latina?
R. Yo creo que América Latina, con o sin Chávez, es una región con la
que tenemos relaciones muy buenas y muy fructíferas. Para EE UU, esta es
una región de oportunidades. En el pasado se ha hablado de esta región
mucho en términos de amenazas, ahora hay que hablar también de
oportunidades. Hablamos de la alianza del Pacífico sobre comercio y
desarrollo económico. Hablamos de la cooperación espacial y en educación
con Argentina. Hablamos incluso de relaciones con Venezuela.
P. ¿Cree que la influencia de Chávez sobre América Latina será duradera
o efímera?
R. Para saber eso hay que esperar. Hay que tomar un poco de distancia.
P. ¿Cómo va a afectar la muerte de Chávez a la evolución de la situación
en Cuba?
R. También eso va a depender de los cubanos. Cuba y Venezuela han tenido
unas relaciones muy cercanas. No sé si eso va a cambiar, quizá no
rápidamente, pero también hemos visto cambios económicos en Cuba
pensando en el futuro. Cuba ha sufrido económicamente por años. El
sistema no funcionó, y ahora ellos están lentamente abriendo el sistema
para reflejar el mundo global, el mundo moderno. Eso se debe también a
que no tienen petróleo y que los últimos esfuerzos por encontrar
petróleo en Cuba han fracasado.
P. ¿Admite usted, entonces, que Cuba está cambiando?
R. Hemos visto cambios, no muy grandes, no sistemáticos, pero sí hemos
visto cambios pequeños en el sistema económico: la posibilidad de
empezar un comercio, una empresa, de vender la casa o el automóvil.
Estos son cambios que pueden ser importantes, pero no hemos visto aún
cambios políticos.
P. Y si Cuba está cambiando, ¿por qué no levanta EE UU el embargo?
R. Eso no le corresponde al presidente. El presidente ha cambiado
algunas leyes para poder viajar, para aumentar los contactos entre
personas. Queremos impulsar los contactos con grupos humanitarias,
grupos culturales, iglesias. Queremos impulsar la sociedad civil cubana.
P. El levantamiento del embargo aceleraría todo eso.
R. Hemos visto cambios en el ámbito económico, pero no hemos visto
cambios políticos, y la ley del embargo dice que para levantarlo son
necesarios cambios políticos. No hay partidos políticos ni prensa libre.
Tenemos que ver algo grande y algo distinto para cambiar esa ley, y le
corresponde hacerlo al Congreso.
P. ¿Cuál es la opinión de EE UU sobre los primeros 100 días de Enrique
Peña Nieto?
R. Hemos visto un comienzo muy fuerte y positivo. Hemos visto muchas
reformas que mucha gente, dentro y fuera de México, habían reclamado
durante años: reforma laboral, reforma educativa, que es muy importante
para México. Están tratando la reforma energética, de competitividad, de
telecomunicaciones. Para nosotros, esto es positivo. Queremos enfocar
nuestras relaciones con México en lo económico, además de la seguridad,
porque enfocarnos en lo económico con México significa un aumento de la
competitividad de la región, también en América del Norte. Creo que
hemos empezado muy bien con el Gobierno de México.
P. Parece que el narcotráfico, la violencia o los derechos humanos en
México quedan en segundo plano.
R. Quizá es un cambio en el tono y en el énfasis. Claro que hemos tenido
conversaciones sobre seguridad y violencia. Estamos cooperando todavía.
Lamentablemente, la violencia no ha parado. Hay mucho que hacer y
estamos cooperando. Pero las prioridades las selecciona el Gobierno de
México.
P. ¿Cree que México puede consolidarse como una gran potencia económica,
al nivel de China, India o Brasil?
R. Yo creo que sí. Es muy posible. Como dice Peña Nieto, es el momento
de México. No sé si al nivel de India o China, pero la perspectiva es
mucho más optimista que hace unos años.
P. Y ¿qué puede hacer EE UU para ayudar a que eso ocurra?
R. Hay actualmente en EE UU dos debates domésticos que pueden ayudar
mucho a nuestra política exterior, uno es el de la reforma migratoria,
que puede se aprobada este año (cruza lo dedos) y otro es el del control
de las armas.
P. ¿Entre las cosas que le han gustado de Peña Nieto está la detención
de Elba Esther Gordillo?
R. No quiero opinar sobre eso. Es un asunto de México. Lo que sí quiero
decir es que la reforma educativa es muy importante. El crecimiento
económico que se ha producido en México y en América Latina –más de 50
millones de personas se han sumado a la clase media- no es sostenible
sin educación.
P. ¿Apoya EE UU la negociación del Gobierno colombiano con las FARC?
R. Sí, sin duda. Apoyamos el esfuerzo del presidente Santos. Los
colombianos merecen paz y seguridad, y este es un momento positivo para
intentarlo. Nosotros estamos cooperando continuamente con Colombia,
aunque no somos formalmente parte del proceso.
P. ¿Entiende usted las quejas de quienes creen que esa negociación es
una traición a las víctimas?
R. Claro que lo entiendo. Entiendo las quejas de algunos sectores, pero
al final esa es una decisión del Gobierno colombiano y nosotros la
apoyamos porque creemos que a las víctimas tampoco les sirve seguir con
la violencia actual.
P. ¿No le ofrece sospechas el hecho de que las conversaciones se
desarrollen en La Habana?
R. No. Todas las informaciones que he visto dicen que los cubanos apoyan
las negociaciones. Creo que han tenido un papel importante.
P. ¿Considera adecuado el referéndum en Malvinas?
R. No puedo pronunciarme sobre el referéndum, si es apropiado o no. En
este asunto hemos caminado siempre por una línea muy estrecha para no
ofender a ninguno de los países involucrados. Preferimos que sean ellos
los que resuelvan este problema.
P. Por último, pese a todos los elogios que usted hace en esta
entrevista a la situación en América Latina, lo cierto es que esta
región no es un foco de atención preferencial de la política exterior de
EE UU. ¿Por qué?
R. La política exterior tiene que afrontar primero las crisis, y en
América Latina y el Caribe no hay problemas graves, no hay una guerra,
como en Siria, no hay hambre, como en África o amenazas de terrorismo.
Pero América Latina recibe un 40% de las exportaciones de EE UU y crea
muchos puestos de trabajo en este país. No es una relación que genere
titulares de prensa, pero está muy presente en la sociedad.
P. Digamos que América Latina no está en el war room de la Casa Blanca,
pero sí en la sociedad de EE UU.
R. En la sociedad y en los pasillos del poder también.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/03/12/actualidad/1363127804_593782.html
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