Tuesday, October 23, 2012

Y qué pasó con el pescado?

¿Y qué pasó con el pescado?
Martes, 23 de Octubre de 2012 04:52
Escrito por Frank Cosme Valdés Quintana

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Una reciente
conversación me motivó a escribir estas líneas. En Cuba, Aunque se
empiece hablando de otra cuestión, casi siempre se cae en el tema de la
comida, dónde hay tal o más cual cosa, los precios, el tiempo que se
pierde en las colas, etc.

Esa vez le tocó al tema de las pescaderías, ese establecimiento
comercial casi inexistente del que muy pocas veces se habla en este país
rodeado por el mar -el Océano Atlántico al norte y el Mar Caribe por el
sur- donde desde hace años distribuyen pollo por pescado a 11 onzas por
persona.

A principios de la década del 80 del pasado siglo, el Ministerio de la
Pesca de Cuba adquirió en Argentina unas pescaderías pre-fabricadas que
fueron distribuidas por toda La Habana. Algunos barrios llegaron a
tener, de acuerdo a la densidad, hasta tres o cuatro de estas
pescaderías. Hoy solo quedan dos en la barriada de Santos Suárez. Una de
ellas, en la calle Juan Delgado, hace más de una década que está
dedicada a otros menesteres. La única que sobrevivió está en la esquina
de las calle D'Strampes y O'Farril.

Por aquellos tiempos al menos se podía "resolver" -como decimos por acá-
jurel, macarela, merluza, calamares, algunas especies desconocidas por
la población como el nalín y el sable, el espinoso chicharro y una
especie de perro caliente hecho de pescado cuyo nombre comercial era
"embutido de mar". Pero no se piense que todos estos pescados estaban a
la disposición siempre. La distribución era por ciclos, aparecían y
desaparecerían como el fantasma de la ópera, y las colas cuando
aparecían...para qué hablar.

En aquella época, nada de pargo, cherna, camarón, o langosta, peces y
crustáceos de nuestra plataforma...Esos había que cazarlos en un
restaurante, cuando los había.

Acostumbrados a comprar pescados y mariscos en cualquier pescadería, en
los Mínimas o a los vendedores ambulantes (casi siempre chinos) en una
época en que no existía una gigantesca flota de pesca como la que
existió en las primeras décadas de este socialismo, siempre fue la
constante pregunta en esos primeros años y sigue siendo ahora: ¿Dónde se
mete el pescado en este país rodeado de mar?

Hay que advertir que la población de la provincia de La Habana,
incluyendo la ciudad, no sobrepasaba el millón de habitantes en el año
1959. Las "flotillas" de pesca de aquellos tiempos, compuestas
principalmente por pescadores de Casablanca, Regla y Cojímar, abastecían
a esta ciudad de pescado fresco. Algunas veces era tanto el pescado que
no se vendía que cuando pasabas por el antiguo mercado de la calle
Cristina -conocido por los habaneros como La Plaza y donde se vendía de
todo-, se sentía el olor característico del pescado falto de refrigeración.

En posteriores años La Habana creció en población, pero también creció
la industria pesquera. Ya no era una flotilla con algunos cientos de
pescadores sino una flota que en el año 1980 tenía 37,000 trabajadores,
pero no fue capaz de abastecer a la población.

Regla se convirtió en una industria pesquera. En la calle Hacendados,
que llegaba hasta la misma ensenada de Atarés, en la bahía de La Habana,
existía una industria envasadora de productos marinos. Esta ensenada y
la de Guasabacoa constituían el Puerto Pesquero de La Habana que
agrupaba la flota de altura (la flota de pesca y la atunera, compuesta
por modernos arrastreros y buques-fábricas comprados a Japón), la flota
camaronera y la flota del Golfo.

Toda una infraestructura en el territorio nacional apoyaba esta
industria: astilleros, frigoríficos, diques flotantes y secos para
reparaciones, un Instituto de la Pesca, el Andrés Gonzales Lines, que
todos los años graduaba pilotos, radionavegantes, patrones de altura,
maquinistas, etc.

Paradójicamente, en esas fechas, como ya habíamos explicado antes, con
todos estos medios no se abastecía de pescado como lógicamente debía de ser.

Paradójicamente también, ahora que no existe esa flota, que muchos de
sus buques han sido desguazados, se vende en las pocas pescaderías que
quedan, a precios de sobresalto, aquellos pescados y crustáceos que
estábamos acostumbrados a comer.

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/129-comercio/5526--iy-que-paso-con-el-pescado-.html

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