Thursday, October 25, 2012

Votando con los pies

Publicado el miércoles, 10.24.12

Votando con los pies

Los disidentes o personas de interés para el gobierno continuarán siendo
rehenes de la nomenclatura
Pedro Corzo

Es paradójico pero tanto en Cuba como en el extranjero han provocado más
reacciones las recientes disposiciones del gobierno cubano en relación a
la salida de sus ciudadanos al exterior, que ninguna otra tímida
regulación "liberadora" anunciada por el régimen en el pasado reciente.

Al parecer un número importante de cubanos y también de no cubanos,
consideran que los problemas que existen en la isla se resuelven con que
el gobierno reconozca parcialmente un derecho que le ha sido conculcado
a los ciudadanos por más de cinco décadas y aunque sin dudas es
importante, otros derechos fundamentales continúan siendo negados de
forma sistemática y permanente.

En realidad la dictadura cubana sigue manipulando todos los recursos del
poder. Aparenta cambios para que sus aliados en el exterior puedan
argüir que el régimen se está reformando y así con cierto fundamento,
para los que lo quieran ver, propongan que es preciso incrementar las
relaciones ya que la solidaridad es necesaria para incentivar
disposiciones gubernamentales más audaces.

El régimen no ha cedido ni una pizca de su autoridad y lo demuestra el
hecho de que a la vez que elimina un injusto y arbitrario permiso de
salida, declara que conserva la facultad de negarle ese derecho a un
ciudadano, potestad que en Cuba no estará sujeta a la decisión de un
poder judicial independiente, como ocurre en países que respetan los
derechos ciudadanos.

En definitiva los disidentes o personas de interés para el gobierno
continuarán siendo rehenes de la voluntad de la nomenclatura.

El fin de la carta blanca, una acción gubernamental que no merece
gratitud porque era un flagrante abuso de autoridad y los derechos
naturales no son concesiones, sino derechos, que aunque modifica la
situación migratoria de los cubanos, el resultado no es dramático.

Aunque se elimine un impuesto ilegal, la realidad es que para viajar
hace falta una visa que en muchas ocasiones hay que pagar al país
huésped, comprar el pasaje, demostrar solvencia económica para residir y
es harto conocido que los cubanos no tienen esos recursos porque la
economía parásita de la isla apenas les permite devengar lo suficiente
para vivir.

Seguirá siendo la familia en el extranjero la que continuará pagando por
la reunificación familiar y como hasta ahora, como está expuesto con
anterioridad, los viajeros serán aquellos a los que el gobierno conceda
el permiso, pero ese derecho no les será reconocido a todos los
ciudadanos, como han apuntado algunos disidentes desde el interior de la
isla.

Es interesante apreciar que hasta entre las personas que tienden en el
exterior a justificar las disposiciones de la dictadura, hay quienes han
reaccionado con satisfacción al anuncio del gobierno, un abuso que,
paradójicamente, nunca fueron capaces de criticar.

Estos individuos han dicho que la resolución de la dictadura pone en una
situación difícil a los gobiernos que criticaban al régimen por el
obligatorio permiso de salida, y por tanto deben conceder a los cubanos
visas para viajar, obviando que es en Cuba donde se violan los derechos
ciudadanos y que es potestativo de cualquier gobierno otorgar o negar
visas a los ciudadanos extranjeros independientemente de sus actuaciones.

Otro dato curioso es que estas personas no aluden a la decisión de la
dictadura de reservarse el derecho de permitir la entrada o salida de
cualquier nativo de la isla. Otra violación flagrante.

Hay otros aspectos en estas disposiciones que están orientadas en
particular contra Estados Unidos. Por ejemplo, extender el permiso de
permanencia fuera de Cuba de 11 a 24 meses, como ya han apuntado algunos
expertos, permite a los viajeros que hayan viajado por un tercer país e
ingresen a Estados Unidos, acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, lo que
generaría una situación nueva y muy complicada, por lo que no es de
dudar que algunos legisladores se enfoquen en la abolición de la ley o
su reforma.

Por último, los problemas que se han generado en la sociedad cubana,
indiscutiblemente solo se pueden resolver en la isla y no votando con
los pies, como hemos hecho tantos, y como afirmó Guillermo Fariñas desde
Santa Clara: "Es una ley oportunista para tratar de sacar un poco de
presión de este caldero social en la que ellos mismos han convertido a
la sociedad cubana".

Periodista de Radio Martí.

http://www.elnuevoherald.com/2012/10/24/1329248/pedro-corzo-votando-con-los-pies.html

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