Relaciones Cuba-EEUU, Embargo
Oficial estadounidense recomienda con urgencia la modificación de la
política de EEUU hacia Cuba
El autor advierte en las conclusiones de su informe: "Si el Gobierno de
Cuba gana patrocinio suficiente u obtiene la independencia económica,
podría volverse realmente insensible a la influencia económica, moral e
internacional de los EEUU"
Redacción CE, Madrid | 24/10/2012 11:15 am
El comandante Carlos A. Iglesias de la Fuerza Marítima estadounidense ha
elaborado un informe, titulado "United States Security Policy
Implications of a Post-Fidel Cuba" (Implicaciones de una Cuba post-Fidel
para la política de seguridad de Estados Unidos), en el que advierte que
la política de su país hacia la Isla perdió hace ya mucho tiempo su
"efectividad" e "iniciativa creativa", comenta hoy el periodista Tracey
Eaton en su bitácora Along the Malecon.
El informe, de 44 páginas, divulgado por el Servicio de Información
Técnica Nacional (NTI, por sus siglas en inglés) del Departamento de
Comercio de EEUU y fechado el pasado 3 de octubre, señala que los
esfuerzos para derrocar al régimen cubano y apoyar al pueblo de la Isla
han resultado "contraproducentes", pues tras cada acción acometida por
EEUU el "Gobierno revolucionario" ha salido "más fuerte y atrincherado
políticamente".
No obstante, advierte que los cambios recientes en Cuba dan paso, por
primera vez, a oportunidades "únicas" para hacer progresar los objetivos
de la seguridad nacional estadounidense respecto a la Isla.
El informe señala, sin embargo, que mientras algunas de esas
oportunidades están desapareciendo con rapidez, otras resultan
inevitables en tanto "soluciones biológicas" a un cambio en "la
dirigencia geriátrica de la Isla", por lo que el Gobierno de EEUU deberá
contar al menos con otra sucesión o transición en la próxima década.
El texto, que tiene como objetivo final hacer recomendaciones sobre el
tema de la política de seguridad nacional de EEUU en el marco de una
Cuba post-Fidel, sostiene que dicha política a lo largo del último siglo
ha sido implementada con esfuerzos para aislar al régimen que han
conducido al fracaso.
Por primera vez en casi cinco décadas y a pesar de que la salida de
Fidel Castro del poder solo ha implicado una "cesión del gobierno
despótico a su hermano Raúl", "las cosas están cambiando y nuevas
puertas se abren a la política estadounidense a corto plazo", afirma.
Tras la desaparición de la Unión Soviética, la literatura que abordaba
el final de Castro planteaba varios escenarios: sucesión, donde Raúl
Castro retenía el poder y daba continuación a alguna versión de
dictadura comunista; gobierno militar, con el reemplazo de los Castro
por una junta militar o dictadura, quizá compartiendo el control con el
Partido Comunista de Cuba; y un levantamiento de carácter democrático,
al estilo Europa occidental o Primavera Árabe; indica el informe.
Pero todas las previsiones, resultaron prematuras, añade. Al final, lo
que se impuso fue la sucesión, después de la cual el hermano menor ha
ido sentando las bases de "su propia versión de revolución cubana".
En este contexto, el oficial retoma en el texto los tres escenarios y
los actualiza:
- Sucesión, en la que Raúl Castro transfiere el poder a su hijo,
Alejandro Castro Espín, y que Iglesias considera el menos previsible,
pero cuyas implicaciones para la política de seguridad estadounidense
quedarían poco claras, pues se desconoce cómo actuaría el "delfín".
- Gobierno militar, impuesto por las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
probablemente con la anuencia y colaboración del PCC. Su creciente poder
económico, le permitiría concretar la supervivencia de las instituciones
gubernamentales que, fortalecidas, conseguirían impedir los errores que
condujeron a las implosiones ocurridas en los estados comunistas de Europa.
El escenario anterior brindaría, una vez desaparecidos los Castro, un
espacio a la política estadounidense, hasta ahora negado por
regulaciones y leyes anti-Castro. Desde el punto de vista de la defensa,
la capacidad nominal de las FAR continuarían representando una amenaza
poco relevante para EEUU en el futuro. Al final, esta posibilidad
tendría implicaciones "algo favorables" para la seguridad nacional de EEUU.
- Levantamiento de carácter democrático, que constituye, desde la
perspectiva del autor, una "confusa paradoja". "Aunque tendría
resultados estratégicos óptimos para la Isla y EEUU a largo plazo,
representa el peligro más importante a corto plazo para el pueblo cubano
y los intereses nacionales de Estados Unidos", señala.
Implicaciones
Finalmente, el autor delinea las implicaciones que tendría una era
post-fidel en la política estadounidense a partir de "cuatro intereses
nacionales permanentes" que constituyen los pilares del enfoque
estratégico estadounidense para la consecución de los objetivos
nacionales: la "seguridad" de los ciudadanos, la "prosperidad" del país,
el respeto por los "valores" universales, así como el orden
internacional, en tanto EEUU "reconoce" que para lograr resguardar los
tres anteriores lo mejor que hace es "promover acciones conjuntas para
enfrentar retos comunes".
Desde el punto de vista de la "seguridad", Iglesias desestima el poder
actual de las FAR, debido a los medios "austeros" con que cuenta la
institución militar. "Las FAR", apunta, "han sido relegadas a poco más
que una fuerza 'residual' y 'defensiva', que no supone ninguna amenaza
para la seguridad de EEUU u otros países del hemisferio en un futuro
predecible", indica. ( aunque reconoce que "continúa cortejando
reemplazos para el antiguo patrocinio soviético". El candidato más
obvio, asegura, es Rusia: "la alianza entre los dos países contra EEUU
continúa teniendo un fuerte atractivo geo-político para ambos", indica.
Menciona además a China, subrayando los acuerdos para favorecer el
sector petrolero en la Isla, entre otros; y termina aludiendo a Irán:
las relaciones entre ambos países se han intensificado en las últimas
décadas, señala.
Estos tres países, asegura el autor, sí desearían contar con un aparato
de seguridad que haya penetrado EEUU como lo ha hecho Cuba. "Debido al
relativo bajo costo del espionaje centrado en el personal, el Gobierno
de los Castro ha logrado una capacidad excepcional en esta amenaza",
añade. "Dicha amenaza permanecerá mientras los Gobiernos de Cuba y EEUU
sean adversarios y solo podrá intensificarse si resulta suficientemente
deseado por potenciales patrones internacionales", señala Iglesias,
citando a otros analistas.
Añade, también en el tema de la "seguridad", que la permanencia o no de
Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo constituye "un
área madura para el futuro mejoramiento de las relaciones" entre ambos
países, sin que ellos suponga una amenaza para EEUU.
Pero el oficial coincide con otros expertos y políticos en que la mayor
amenaza para la seguridad de su país es un éxodo masivo e incontrolado
hacia EEUU, que incluso en una "Cuba Libre", continuaría siendo una de
las mayores preocupaciones para la política estadounidense.
El comandante Iglesias menciona también el intercambio entre los dos
países a nivel militar —el General retirado Sheehan y otros oficiales
han ampliado la cooperación, con visitas a la Isla—, que alcanzó su
cénit cuando Raúl Castro declaró que los prisioneros de Al Qaeda en
Guantánamo que escaparan hacia la Isla serían devueltos a las
autoridades estadounidenses. "En ausencia de lazos diplómáticos (…),
estos intercambios entre militares han resultado ser una forma de
diplomacia silenciosa", añade.
Termina por analizar la lucha contra el contrabando de drogas, como otro
sector de cooperación que sirve a los intereses de seguridad tanto de
Cuba como de EEUU.
En cuanto a la "prosperidad", el autor señala que la política
estadounidense desafortunadamente subordina los beneficios económicos a
la sanción punitiva. Con ello pasa por alto que los intereses nacionales
de EEUU están mejor servidos con una Isla fuerte desde el punto de vista
económico. Añade que el comercio con una Cuba Libre sería lo ideal para
ambas naciones, aunque también el intercambio con un país "menos que
democrático", pero económicamente liberal, también generaría beneficios
mutuos. En este sentido, señala la biotecnología, el turismo y otros,
como posibles campos de intercambio comercial.
La promoción de los "valores" ha estado implícita en la política de EEUU
hacia la Isla desde la guerra de independencia cubana, indica el autor.
También aquí el mejor escenario sería el de una Cuba Libre, pero "los
estados autoritarios se oponen diametralmente" a derechos como la
libertad de expresión, de asociación, de culto, dado que su
supervivencia depende de mantener a los pueblos sometidos, dice Iglesias.
Un enfoque para crear espacios políticos donde poder avanzar en los
valores de las libertades sería persuadir al gobierno totalitario de que
posee un exceso de capital político que, bien invertido, podría redundar
en grandes beneficios a nivel de sociedad. El autor asume que el pueblo
intensificará su demanda de libertades, si se le "recuerda" la
importancia de éstas.
En el contexto internacional, el rechazo a las sanciones económicas
impuestas por EEUU a Cuba representa un obstáculo para el desarrollo de
la política estadounidense de seguridad nacional, lo que resulta
evidente en las resoluciones casi unánimas emitidas por las Naciones
Unidas en doce años consecutivos, señala el informe.
Asimismo, España y otros países de la Unión Europea piden suavizar las
sanciones, aludiendo a razones pragmáticas, como que "hasta ahora no han
funcionado".
También en América Latina, la postura de muchos países hacia Cuba está
cambiando, señala el autor, y pone de ejemplo cómo los dos más extensos
del continente, México y Brasil, han indicado su deseo de forjar nuevos
lazos con el Gobierno de la Isla tras la retirada del poder de Fidel Castro.
Un enfoque en este asunto sería coordinar acciones indirectas con otros
Estados interesados en Cuba, como los dos antes citados. Como mínimo,
indica, los intereses estadounidenses estarían siendo defendidos al
obtener información, de otros, sobre lo que ocurre en la Isla, por
ejemplo, mientras influencias antinorteamericanas, como la de Hugo
Chávez, quedarían desplazadas. EEUU podría, además, mejorar su presencia
diplomática en Cuba.
Recomendaciones
El autor subraya en su informe la urgencia de modificar la política
estadounidense desde el punto de vista militar, en primer lugar, pues
Cuba no ha asegurado aún soporte o patrocinio que pueda otorgarle la
prominencia perdida en este sector.
Asimismo, debe adecuarse a los cambios que ha experimentado la comunidad
cubana exiliada en EEUU, muchos de cuyos miembros otorgan hoy mayor
prioridad a la normalización de las relaciones diplomáticas con la Isla.
Añade que, para éstos, EEUU puede desempeñar un papel más positivo
ayudando al pueblo a crear las condiciones para el cambio democrático
desde la propia Isla.
Por último, la influencia y legitimidad internacionales de EEUU tendrían
mucho que ganar, dice el informe, con un enfoque menos unilateral y más
inclusivo. Sus respuestas a las resoluciones antiembargo de Naciones
Unidas han sido devueltas como un boomerang y su retórica ha resultado
un desperdicio de capital político.
Pocos han sido los objetivos nacionales conseguidos con esta política y,
tras analizar los costes y los beneficios para la política exterior de
EEUU, los resultados continuarán siendo en exceso desfavorables, si no
sencillamente contraproducentes, afirma el Comandante estadounidense.
El autor advierte en las conclusiones de su informe: "Si el Gobierno de
Cuba gana patrocinio suficiente u obtiene independencia económica,
podría volverse realmente insensible a la influencia económica, moral e
internacional de los EEUU".
Según el documento, este informe forma parte de los requisitos para el
Máster en Estudios Estratégicos, que cursa el comandante Iglesias en el
United States Army War College.
Los puntos de vista expresados en este trabajo de investigación no
reflejan la política oficial del Ejército, el Departamento de Defensa,
ni del Gobierno estadounidense.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/oficial-estadounidense-recomienda-con-urgencia-la-modificacion-de-la-politica-de-eeuu-hacia-cuba-281056
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