Ley de migración: la nueva farsa del gobierno cubano
Viernes, Octubre 19, 2012 | Por Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -De la euforia a la depresión
pasó una gran parte de la población cubana según transcurría el 16 de
octubre. ¡Qué mal ha de estar un país en el que los ciudadanos añoran
emigrar a cualquier parte, sin que les importe la crisis económica o la
miseria del país de destino!
La noticia llegó, como es usual, por las llamadas telefónicas de
parientes y amigos residentes en el extranjero, o mediante la radio
internacional. Rápidos los cubanos sintonizaron las emisoras nacionales
y salieron a procurar Granma, y sus reproductores Juventud Rebelde y los
periódicos provinciales. A la lectura del titular "Actualiza Cuba su
política migratoria" la mirada pasaba a "el gobierno cubano, en
ejercicio de su soberanía, ha decidido eliminar el procedimiento de
Permiso de Salida para los viajes al exterior y dejar sin efecto el
requisito de la Carta de Invitación". Desde hacía mucho, era la noticia
más esperada en Cuba.
Hubo quienes pensaron que fácilmente podrían realizar el sueño de
escapar hacia una vida mejor. Pero, poco a poco, empezaron las
explicaciones y los detalles de que seguirían necesitando visa del país
que los acogería y, sobre todo, que la Tarjeta Blanca era sustituida por
el pasaporte "actualizado" y la prohibición se mantenía para muchos.
Se formaron grandes colas para compras la Gaceta Oficial de la República
de Cuba, donde aparece el texto integro de la ley. Su escasa
disponibilidad en los estanquillos, donde se vende al precio oficial de
80 centavos, sería resuelta por el mercado negro, donde los
revendedores la ofrecen a 5 pesos. No había que avanzar mucho en la
lectura para comprender que el "perfeccionamiento" de la Ley No 1312
"Ley de Migración" de 20 de septiembre de 1976 era otra falacia.
En el primer Por Cuanto se aduce el objetivo de garantizar que los
movimientos migratorias continúen realizándose de forma legal, ordenada
y segura; lo que podría entenderse como una pequeña apertura con el
objetivo de deshacerse de aquellas personas descontentas por las recias
condiciones de vida y el gran desempleo; problemas que el gobierno no
será capaz de resolver debido a su renuencia a permitir la iniciativa
privada. Los que se van no solo aligeran la economía al reducir la
necesidad de importar bienes y los requerimientos de servicios y
prestaciones sociales; sino que podrían enviar ayuda a sus familiares, y
aliviar la presión social.
Como el segundo Por Cuanto empieza con "el gobierno de Estados Unidos de
América", inmediatamente se vislumbra que se mantendrán las
restricciones, aduciendo la "utilización de la política migratoria hacia
Cuba con fines de hostilidad, subversión y desestabilización, y contra
los intereses legítimos de nuestro pueblo y de la propia emigración
cubana". Luego se refiere al establecimiento de determinadas
regulaciones que limiten esos efectos, y normas dirigidas a preservar la
fuerza de trabajo calificada del país. El tercer Por Cuanto ratifica lo
aprobado anteriormente sobre la posibilidad de los emigrantes de
transmitir los bienes, que el gobierno había incautado arbitrariamente
durante casi 53 años.
Por tanto, el presidente Raúl Castro dictó el Decreto-Ley No 302
modificativo de la Ley No. 1312 de 1976. El Artículo 1 devuelve al
pasaporte la función determinante para salir o entrar al territorio
nacional, convirtiéndolo de facto en el sustituto de la Carta Blanca
(permiso de salida), siempre expedido por el mismo Ministerio del
Interior. De tal manera, a partir del 14 de enero de 2013 habrá que
"actualizar" el pasaporte poseído o solicitar uno nuevo.
Los diferentes incisos del Artículo 23 precisan quienes no podrán
obtener pasaporte corriente: el inciso d) cuando razones de Defensa y
Seguridad Nacional así lo aconsejen (entiéndase quienes expresen sus
criterios o realicen alguna actividad política pacífica, los llamados
contrarrevolucionarios por el gobierno); el inciso f) carecer de la
autorización establecida, en virtud de las normas dirigidas a preservar
la fuerza de trabajo calificada para el desarrollo económico, social y
científico-técnico del país, así como para la seguridad y protección de
la información oficial; el inciso h) cuando por otras razones de interés
público, lo determínenlas autoridades facultadas.
Para cortar definitivamente las esperanzas, se especifica mediante el
Decreto No. 306 "Sobre el tratamiento hacia los cuadros, profesionales y
atletas que requieren autorización para viajar al exterior", en el
inciso b) los graduados de la educación superior que realizan
actividades vitales para el desarrollo económico, social y
científico-técnico del país en los programas estratégicos, proyectos de
investigación y servicios de salud"; en el inciso c) técnicos de nivel
medio especializados que realizan actividades vitales para mantener los
servicios de salud y la actividad científico-tecnica; e inciso d)
atletas de alto rendimiento, técnicos y entrenadores vitales para el
movimiento deportivo. El disgusto es inmenso entre esas personas a
quienes se ratifica que tendrán que esperar como mínimo 5 años, los
primeros; 3 años, los segundos, y desertar en un viaje al extranjero, en
el caso de los terceros.
En cuanto a los cubanos residentes en el extranjero, continuarán sujetos
a tener que solicitar pasaporte cubano, siguiendo iguales criterios para
recibirlo que hasta el presente. Las mejorías fundamentales son que
-para los que salieron temporalmente- se extiende el permiso para
permanecer fuera del país, de los de 11 meses actuales a 24 meses,
prorrogables; y quienes salieron definitivamente podrán conservar sus
propiedades. No se menciona la situación de los conyugues e hijos de
aquellos considerados "desertores", cuyos familiares cercanos son
habitualmente retenidos por el gobierno cubano como rehenes, para
castigar a toda la familia.
Por lo expuesto anteriormente y algunos detalles más, se confirma que el
gobierno de Cuba ha anunciado de hecho que continuará violando
flagrantemente el Artículo 13, inciso 2, de la Declaración Universal de
Derechos Humanos: "Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país,
incluso del propio, y a regresar a su país". Se desvanece
definitivamente la ilusión de que las autoridades tuvieran una sincera
disposición a ratificar el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, que en su Artículo 12, inciso 2, lo reafirma, con la
precisión del inciso 4: "Nadie podrá ser arbitrariamente privado del
derecho de entrar en su propio país".
Probablemente este sea el paso con mayores implicaciones sociales que
haya dado el gobierno. Con el anuncio de que se materializaría la
ansiada reforma migratoria, el presidente Raúl Castro había creado
expectativas en millones de cubanos que añoran poder emigrar,
desesperanzados ya de mejorar sus condiciones económicas y existenciales
mediante el trabajo por cuenta propia y el usufructo de las tierras
ociosas; desesperanza agravada recientemente por las nuevas
restricciones aduaneras. Muchos podrán ahora irse con el "beneficio"
actual de prescindir de los engorrosos y caros trámites de la carta de
invitación y el permiso de salida. Desafortunadamente continuarán
profundizándose las diferencias sociales.
En el caso de los jóvenes se ahondará la falta de estímulo para realizar
estudios de nivel medio y, fundamentalmente, universitarios; vistos por
la mayoría como un freno para su progreso, ya que un título
universitario en Cuba no significa reconocimiento social ni la
posibilidad de ganar salarios adecuados; sino un obstáculo a la huida,
que es vista como la única opción de superación.
A partir del 14 de enero de 2013 se verificará el alcance de la Ley
Migratoria, según se comporte la entrega de pasaportes a los cubanos de
la isla y la diáspora.
http://www.cubanet.org/articulos/ley-de-migracion-la-nueva-farsa-del-gobierno-cubano/
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