Monday, October 8, 2012

Generaciones contra el tiempo

Generaciones contra el tiempo
Lunes, 08 de Octubre de 2012 01:48
Escrito por Amarilis C. Rey

Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD). En más de medio siglo de
régimen comunista, son varias las generaciones en la isla que han visto
sus sueños rotos. La carrera contra el tiempo es difícil, sobre todo
cuando se vive sin esperanzas.

Mónica, de 26 años, paga una licencia al Estado para vender baratijas.
También debe abonar diez pesos diarios por utilizar un poco más de un
metro cuadrado de un espacio público para su gestión de venta. Es un
área desprovista de árboles, así que bajo una sombrilla trata de
protegerse de los fuertes rayos del sol durante todo el día. Su frente
está constantemente humedecida por el sudor, pero debe sonreír cuando
llega un cliente.

Nació en la Unión Soviética, cuando sus padres estudiaban en ese país.
Es graduada de técnico medio en informática y gastronomía. Además pasó
cursos de higiene y epidemiología y sabe algo de inglés e italiano. Pero
Mónica asegura estar decepcionada, ya que con sus conocimientos no puede
satisfacer sus más perentorias necesidades.

"Comencé a trabajar en informática cumpliendo con mi servicio social por
casi dos años, pero comprendí que no resultaba. Después de estudiar por
cuatro años, debes pagar esos estudios que te dieron en teoría
¨gratuitamente¨, ganando 250 pesos mensuales que no alcanzan para nada.
Son diez dólares, que no te da para vivir un mes, no es un salario ni
medio, solamente en desodorante, champú y otros productos para el aseo
personal se te va el dinero.

"Por eso dejé todo y me embullé con unas amigas y fuimos a vender por
las calles, entre otras cosas, ropa, discos y artículos del hogar.
Cuando aquello, te estoy hablando de hace algunos años, no daban
licencias todavía.

"Al cabo de un tiempo, y por insistencia de mis padres, que querían me
vinculara nuevamente a la vida laboral, quise retomar la informática, y
me presenté en la Escuela Latinoamericana de Deportes. En aquel momento
en el país las plazas estaban congeladas. Presenté mi título en el
departamento de recursos humanos y me dijeron que solamente había plazas
para limpiar el piso y que con mi título yo no estaba calificada para
desempeñar esa plaza.

"Y con respecto a mis títulos de la culinaria, no he tratado de
conseguir trabajo porque una plaza de dependiente cuesta 200 o 300
dólares. Aquí el comercio y la gastronomía son como una mafia. Pagas por
una plaza 300 dólares, pero sabes que dependes de lo que te puedas
llevar. A esos empleos se va a robar, pues lo que ganas no alcanza. O
vas a subir un precio, alterar una carta, a llevarte un poco de aceite o
dos chuletas, y con eso voy a comer en mi casa. Y si te cogen sabes que
vas a ser juzgada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), ya que
todo eso pasó a lo militar y son unos cuantos años de prisión."

Mónica no se ha casado ni tenido hijos. Sobre esto explica: "Para tener
un hijo hay que tener una economía media, es una responsabilidad
económica y material que en estos momentos no puedo enfrentar. Tengo
muchas amigas de mi edad y todas están igual. Sabemos que estamos contra
el tiempo."

¿Qué esperanzas tiene Mónica? "Ninguna, la más mínima por ninguna vía.
Porque no quiero ser jinetera."

Para Cuba actualidad: amarilisrey@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/121-sociedad/5387-generaciones-contra-el-tiempo.html

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