El rey del llanto
[01-10-2012]
Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión
(www.miscelaneasdecuba.net).- En 1976, falleció en su casa de Guanabo,
el Rey del Llanto, también calificado por algunos como el Midas de la
Lágrima. Pero Félix B. Caignet, fue mucho más que eso. Él representó
toda una época en la cual la transmisión radial alcanzó en Cuba un
desarrollo increíble como medio de comunicación.
Y como servicio principal de este medio, brindó el entretenimiento en
bandeja de plata a una radio audiencia que se entregó en cuerpo y toda
el alma a disfrutar de la novela radial. Un fenómeno que comenzó y sentó
bases duraderas en la isla antillana primero que en ninguna otra parte.
El padre del folletín radial es sin dudas Félix B. Caignet. Un mérito
poco recordado en Cuba socialista donde los estragos de los políticos
han borrado buena parte de la memoria histórica cultural de la mayor de
las Antillas.
Caignet fue un hombre prácticamente autodidacto. Un compositor musical
sin estudiar en un conservatorio, un escritor radial sin estudios
filológicos, un productor de películas por cuenta propia. Sin embargo,
Félix B. Caignet suplió todo lo que le faltaba con talento.
A Félix B. Caignet la historia cultural cubana le debe canciones como
"Te odio" y la eterna "Las Frutas del Caney". Además, produjo el primer
largometraje cubano sonoro de ficción en 1937, titulado "La serpiente
roja", una aventura fílmica del personaje de Chan Li Po, el detective
chino, junto a una larga lista de argumentos cinematográficos que lo
llevaron a ser el cubano que más guiones llevó a la pantalla grande, sin
ser un gran guionista.
Pero, la fama se la dio la novela radial entre las que tenemos, su
clásico El Derecho de nacer, próximo a cumplir 60 años de estrenado en
el 2008 y traducido al inglés, francés, portugués y hasta el chino.
También gozaron de popularidad por la enorme radio audiencia Ángeles de
la Calle, Los que no deben nacer, La mujer que se vendió o El precio de
una vida, ¿Mujer… o fiera?, Morir para vivir, El Monstruo en la sombra,
La Fuerza de los humildes, entre otras producciones. Con ellas, el
escritor cubano impuso una nueva modalidad de dramaturgia para los medio
de comunicación.
Habrá quien diga que sus obras eran ramplonas, al gusto de los
intelectuales de hoy, más sus trabajos hay que analizarlos dentro del
contexto en que los produjo. No obstante, todas gozaron de una
formidable comunicación con el público. En este sentido, las obras de
Caignet se adelantaron a lo que hoy produce la mass media. De hecho,
Félix B. Caignet fue un verdadero experto en la comunicación de masas,
una teoría estructurada muchos años más tarde de su retiro artístico.
Pero vistas a la luz de hoy, sus novelas para la radio contribuyeron a
sacar a la luz problemas sociales como el aborto, la maternidad en las
mujeres solteras, la discriminación racial, en una época y en medio de
un clima social muy particular.
Evidentemente, Félix B. Caignet no tuvo lugar en este país después de la
estatización de la Cultura por el régimen, donde el arte tuvo por
obligación que servir a la política. A consecuencias, sufrió el más
vergonzoso ostracismo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37245
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