El año casi se va, pero en Cuba el dengue no retrocede
En Guantánamo y Cienfuegos las salas de infectados y sospechosos siguen
llenas, pero la prensa sólo da el santo, no la seña.
martinoticias.com
octubre 19, 2012
Atrás quedó el mes de septiembre, "el período crítico del año para el
dengue en el hemisferio norte". La cita es de una entrevista que le
hicimos durante el verano para martinoticias al especialista colombiano
Freddy Alexander Díaz-Quijano.
El experto de la Organización Latinoamericana para el Fomento de la
Investigación en la Salud nos explicó entonces que el número de casos de
dengue aumenta en septiembre porque éstos aparecen dos o tres meses
después de un período de fuertes lluvias.
Por lo que registraron los pluviómetros, 2012 ha sido un año
literalmente torrencial. Rebasamos el período crítico, pero a estas
alturas del año los hospitales cubanos siguen repletos de pacientes de
dengue, y en algunos lugares las autoridades de salud continúan
habilitando locales adicionales para internar a los que no caben.
Este mismo jueves, el miembro de la opositora Alianza Democrática
Oriental Jorge Corrales, aquejado de fiebre alta, diarreas y vómitos, se
decidió a acudir al Cuerpo de Guardia del hospital provincial "Agostinho
Neto" en la ciudad de Guantánamo. No es una decisión fácil para ningún
opositor cubano, desde que hace un año la fundadora de las Damas de
Blanco, Laura Pollán, falleciera una semana después de ser ingresada en
el "Calixto García" de La Habana por una afección respiratoria.
Corrales no regresó a su casa: el médico que lo vio lo dejó ingresado.
Desde allí contó a martinoticias.com que hay salas enteras del hospital
dedicadas a quienes llegan con los síntomas que él presenta, sospechosos
de alguna enfermedad diarreica aguda aún no identificada. El brote de
cólera registrado en junio en Manzanillo, que el gobierno dio por
terminado a fines de agosto, ha reaparecido después en localidades de
por lo menos cuatro provincias del país; Bahía Honda (Artemisa), Regla
(Ciudad de La Habana), Ciego de Avila (en la provincia homónima) y San
Luis (Santiago de Cuba).
Pero a diferencia del cólera, el dengue prácticamente no ha respetado
ninguna de las provincias del país. El disidente guantanamero cuenta que
en la cuadra al doblar de su casa se descubrió esta semana un foco del
agente transmisor, por lo que iban a empezar a fumigar con camiones; y
que en la ciudad hay barrios enteros declarados en alerta por el dengue.
Refiere que en otras salas del "Agostinho Neto" están concentrados
quienes llegaron o fueron remitidos con los síntomas de esa enfemedad
tropical. Una vez allí, la atención que reciben consiste en mantenerlos
en cama bajo mosquiteros, proveerles abundantes líquidos, y darles
alguna pastila para bajarles la fiebre y aliviarles los fuertes dolores
característicos en la cabeza, la espalda y las articulaciones.
Según Corrales, ahora son frecuentes los pesquisajes realizados en
barrios de Guantánamo por trabajadores de la salud, que tienen órdenes
de remitir al hospital a quienes detecten con fiebre o con diarreas.
Pero muchos de los ingresados, incluido él mismo, preferirían recibir el
tratamiento en sus casas, lejos de las deplorables condiciones
higiénico-sanitarias del hospital.
El problema parece ser común a demasiados centros hospitalarios de la
isla. En agosto, el periodista independiente Augusto César San Martín
describió en Cubanet la pésima higiene del hospital "Freyre de Andrade",
antiguo Emergencias, de La Habana, uno de los asignados para recepcionar
enfermos o casos sospechosos de dengue.
Decía San Martín: "un señor pugnaba por llevarse a casa a su esposa
enferma y le recordaba al médico de guardia que, desde que su señora
ingresó, no le habían proporcionado sabanas. El hombre se refirió a la
contaminación de los alimentos y a la cantidad de cucarachas que hay en
la sala".
La bloguera Rebeca Monzó plasmó en su bitácora "Por el Ojo de la Aguja"
una situación similar en la antigua Quinta Covadonga de la barriada de
El Cerro: "más que una unidad sanitaria, según cuentan algunos de los
pacientes diagnosticados que han logrado escaparse, aquello parece un
almacén de enfermos, con precarias condiciones higiénicas y sin ningún
tipo de comodidad (…) hay que llevarlo todo: desde sábanas, almohada,
ventilador, pomos con agua, toalla, en fin, todo. El hospital sólo te
asegura el mosquitero".
Eso era en agosto. A mediados de octubre, en algunos lugares del país el
número de casos de dengue en lugar de disminuir está aumentando. Desde
Cienfuegos, en la costa sur de la isla, el periodista independiente
Alejandro Tur Valladares reportó esta semana que "el aumento en los
ingresos hospitalarios de personas confirmadas o sospechosas de estar
contagiadas con el virus del dengue, ha obligado a las autoridades
sanitarias locales a destinar dos salas del hospital provincial "Gustavo
Aldereguía Lima" para ingresar a pacientes, más una sección de la
Universidad Pedagógica "Conrado Benítez García".
Agrega el comunicador que en las salas 10-b y 11-b del referido
hospital, "decenas de personas recluidas deben permanecer día y noche
bajo un mosquitero amarrado a las esquinas de la cama, mientras reciben
tratamiento. Similar situación se observa en la sede universitaria".
Uno de los afortunados que han recibido el alta, Roberto Mora
Santisteban, le describió a Tur Valladares las condiciones de las salas:
"Hay charcos de agua en el suelo, por filtraciones desde el techo; los
colchones están manchados de sangre; los portasueros, corroídos por el
óxido; los baños, sucios; la comida, mal elaborada". Mora reconoció
que, en cambio, la atención de médicos y enfermeras es excelente.
Por toda la ciudad, "camiones de fumigación emiten espesas nubes de
plaguicida y ha aumentado el número de inspectores que visitan casa por
casa, velando que estén libres del temido insecto". José, operador de
una motomochila de fumigación, dijo al comunicador que las zonas de la
llamada Perla del Sur donde se reporta mayor presencia del Aedes aegypti
son Juanita 1 y 2, y Tulipán. Mientras tanto, el municipio Cienfuegos
posee el mayor número de contagios confirmados en la provincia, seguido
de Cruces y Aguada de Pasajeros.
En programas televisivos y radiales, se alerta a la población sobre la
necesidad de mantener la higiene en la ciudad y de velar –mencionando el
santo, pero no la seña-- por que no prolifere el mosquito transmisor de
la enfermedad.
"El gobierno evita mencionar directamente la existencia de la
enfermedad. Antes prefiere referirse a la presencia del mosquito y
llamar a combatirlo. No se conoce de muertes recientes, pues nadie habla
de eso. A los galenos se les advierte que no deben comentar", dijo al
reportero de la agencia independiente Jagua Press un estudiante de
quinto año de medicina, que se identificó como Andrés.
Cuando lo entrevistamos en agosto, el doctor Díaz-Quijano nos llamó la
atención acerca de que Cuba no reportó casos de dengue a la Organización
Panamericana de la Salud ni en 2010 ni en 2011. En cambio, fuentes
independientes han informado de brotes prácticamente en todo el país. Y
Calixto Martínez, un periodista alternativo que reportó miles de casos y
dos muertes por dengue hemorrágico en Camagüey, está en prisión y
esperando juicio por supuesto "desacato".
Mientras el año entra en su recta final, el gobierno sigue alertando en
los medios sobre el mosquito, pero sin mencionar la palabra tabú:
dengue. Sería escandaloso que tampoco informara a los organismos
internacionales sobre la epidemia –una de ellas-- que a lo largo de 2012
mantuvo en vilo a once millones de cubanos.
En Guantánamo y Cienfuegos las salas de infectados y sospechosos siguen
llenas, pero la prensa sólo da el santo, no la seña.
Rolando Cartaya/ martinoticias.com
octubre 19, 2012
Atrás quedó el mes de septiembre, "el período crítico del año para el
dengue en el hemisferio norte". La cita es de una entrevista que le
hicimos durante el verano para martinoticias al especialista colombiano
Freddy Alexander Díaz-Quijano.
El experto de la Organización Latinoamericana para el Fomento de la
Investigación en la Salud nos explicó entonces que el número de casos de
dengue aumenta en septiembre porque éstos aparecen dos o tres meses
después de un período de fuertes lluvias.
Por lo que registraron los pluviómetros, 2012 ha sido un año
literalmente torrencial. Rebasamos el período crítico, pero a estas
alturas del año los hospitales cubanos siguen repletos de pacientes de
dengue, y en algunos lugares las autoridades de salud continúan
habilitando locales adicionales para internar a los que no caben.
Este mismo jueves, el miembro de la opositora Alianza Democrática
Oriental Jorge Corrales, aquejado de fiebre alta, diarreas y vómitos, se
decidió a acudir al Cuerpo de Guardia del hospital provincial "Agostinho
Neto" en la ciudad de Guantánamo. No es una decisión fácil para ningún
opositor cubano, desde que hace un año la fundadora de las Damas de
Blanco, Laura Pollán, falleciera una semana después de ser ingresada en
el "Calixto García" de La Habana por una afección respiratoria.
Corrales no regresó a su casa: el médico que lo vio lo dejó ingresado.
Desde allí contó a martinoticias.com que hay salas enteras del hospital
dedicadas a quienes llegan con los síntomas que él presenta, sospechosos
de alguna enfermedad diarreica aguda aún no identificada. El brote de
cólera registrado en junio en Manzanillo, que el gobierno dio por
terminado a fines de agosto, ha reaparecido después en localidades de
por lo menos cuatro provincias del país; Bahía Honda (Artemisa), Regla
(Ciudad de La Habana), Ciego de Avila (en la provincia homónima) y San
Luis (Santiago de Cuba).
Pero a diferencia del cólera, el dengue prácticamente no ha respetado
ninguna de las provincias del país. El disidente guantanamero cuenta que
en la cuadra al doblar de su casa se descubrió esta semana un foco del
agente transmisor, por lo que iban a empezar a fumigar con camiones; y
que en la ciudad hay barrios enteros declarados en alerta por el dengue.
Refiere que en otras salas del "Agostinho Neto" están concentrados
quienes llegaron o fueron remitidos con los síntomas de esa enfemedad
tropical. Una vez allí, la atención que reciben consiste en mantenerlos
en cama bajo mosquiteros, proveerles abundantes líquidos, y darles
alguna pastila para bajarles la fiebre y aliviarles los fuertes dolores
característicos en la cabeza, la espalda y las articulaciones.
Según Corrales, ahora son frecuentes los pesquisajes realizados en
barrios de Guantánamo por trabajadores de la salud, que tienen órdenes
de remitir al hospital a quienes detecten con fiebre o con diarreas.
Pero muchos de los ingresados, incluido él mismo, preferirían recibir el
tratamiento en sus casas, lejos de las deplorables condiciones
higiénico-sanitarias del hospital.
El problema parece ser común a demasiados centros hospitalarios de la
isla. En agosto, el periodista independiente Augusto César San Martín
describió en Cubanet la pésima higiene del hospital "Freyre de Andrade",
antiguo Emergencias, de La Habana, uno de los asignados para recepcionar
enfermos o casos sospechosos de dengue.
Decía San Martín: "un señor pugnaba por llevarse a casa a su esposa
enferma y le recordaba al médico de guardia que, desde que su señora
ingresó, no le habían proporcionado sabanas. El hombre se refirió a la
contaminación de los alimentos y a la cantidad de cucarachas que hay en
la sala".
La bloguera Rebeca Monzó plasmó en su bitácora "Por el Ojo de la Aguja"
una situación similar en la antigua Quinta Covadonga de la barriada de
El Cerro: "más que una unidad sanitaria, según cuentan algunos de los
pacientes diagnosticados que han logrado escaparse, aquello parece un
almacén de enfermos, con precarias condiciones higiénicas y sin ningún
tipo de comodidad (…) hay que llevarlo todo: desde sábanas, almohada,
ventilador, pomos con agua, toalla, en fin, todo. El hospital sólo te
asegura el mosquitero".
Eso era en agosto. A mediados de octubre, en algunos lugares del país el
número de casos de dengue en lugar de disminuir está aumentando. Desde
Cienfuegos, en la costa sur de la isla, el periodista independiente
Alejandro Tur Valladares reportó esta semana que "el aumento en los
ingresos hospitalarios de personas confirmadas o sospechosas de estar
contagiadas con el virus del dengue, ha obligado a las autoridades
sanitarias locales a destinar dos salas del hospital provincial "Gustavo
Aldereguía Lima" para ingresar a pacientes, más una sección de la
Universidad Pedagógica "Conrado Benítez García".
Agrega el comunicador que en las salas 10-b y 11-b del referido
hospital, "decenas de personas recluidas deben permanecer día y noche
bajo un mosquitero amarrado a las esquinas de la cama, mientras reciben
tratamiento. Similar situación se observa en la sede universitaria".
Uno de los afortunados que han recibido el alta, Roberto Mora
Santisteban, le describió a Tur Valladares las condiciones de las salas:
"Hay charcos de agua en el suelo, por filtraciones desde el techo; los
colchones están manchados de sangre; los portasueros, corroídos por el
óxido; los baños, sucios; la comida, mal elaborada". Mora reconoció
que, en cambio, la atención de médicos y enfermeras es excelente.
Por toda la ciudad, "camiones de fumigación emiten espesas nubes de
plaguicida y ha aumentado el número de inspectores que visitan casa por
casa, velando que estén libres del temido insecto". José, operador de
una motomochila de fumigación, dijo al comunicador que las zonas de la
llamada Perla del Sur donde se reporta mayor presencia del Aedes aegypti
son Juanita 1 y 2, y Tulipán. Mientras tanto, el municipio Cienfuegos
posee el mayor número de contagios confirmados en la provincia, seguido
de Cruces y Aguada de Pasajeros.
En programas televisivos y radiales, se alerta a la población sobre la
necesidad de mantener la higiene en la ciudad y de velar –mencionando el
santo, pero no la seña-- por que no prolifere el mosquito transmisor de
la enfermedad.
"El gobierno evita mencionar directamente la existencia de la
enfermedad. Antes prefiere referirse a la presencia del mosquito y
llamar a combatirlo. No se conoce de muertes recientes, pues nadie habla
de eso. A los galenos se les advierte que no deben comentar", dijo al
reportero de la agencia independiente Jagua Press un estudiante de
quinto año de medicina, que se identificó como Andrés.
Cuando lo entrevistamos en agosto, el doctor Díaz-Quijano nos llamó la
atención acerca de que Cuba no reportó casos de dengue a la Organización
Panamericana de la Salud ni en 2010 ni en 2011. En cambio, fuentes
independientes han informado de brotes prácticamente en todo el país. Y
Calixto Martínez, un periodista alternativo que reportó miles de casos y
dos muertes por dengue hemorrágico en Camagüey, está en prisión y
esperando juicio por supuesto "desacato".
Mientras el año entra en su recta final, el gobierno sigue alertando en
los medios sobre el mosquito, pero sin mencionar la palabra tabú:
dengue. Sería escandaloso que tampoco informara a los organismos
internacionales sobre la epidemia –una de ellas-- que a lo largo de 2012
mantuvo en vilo a once millones de cubanos.
http://www.martinoticias.com/content/article/15824.html
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