Ulises topa con la burocracia cubana
Miércoles, Agosto 8, 2012 | Por Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -No me refiero en esta crónica
al Ulises de Homero, ni a sus peripecias en su viaje de regreso a Ítaca,
su reino, y su añoranza por reencontrar a su sufrida Penélope. Me
refiero a los problemas de un Ulises criollo en su enfrentamiento con
una hidra de infinitas cabezas: la burocracia cubana.
Resulta que el destacado barítono Ulises Aquino, con entusiasmo y arduo
trabajo, desarrolló el formidable grupo Ópera de la Calle, que ha
conquistado el cariño y el respeto del pueblo en toda Cuba, el cual
aprecia que aun en las difíciles condiciones imperantes, cuando existe
capacidad intelectual y voluntad creativa se puede hacer progresar
proyectos artísticos originales exitosos, perfectamente comparables por
su calidad a los realizados en cualquier parte del mundo.
El problema surgió cuando el reconocido cantante lirico decidió fijar su
sede en un almacén abandonado en el municipio Playa, denominándolo "El
cabildo", que como Aquino señala "se construyó con mis manos, con mis
medios, los que puse a disposición de la sociedad…". Con una agrupación
de más de 80 personas comenzó a realizar las actividades culturales
que desde hacía tiempo efectuaba en las calles, centros de trabajo y
asistenciales. A ello agregó, como él explica, la oferta de servicios
gastronómicos. Los ingresos monetarios, deducidos todos los gastos,
incluidos el pago de altos impuestos, se repartían entre los artistas,
técnicos y otros, ya que lo recibido del Ministerio de Cultura en
calidad de subvención resultaba insuficiente para solventar las
necesidades existenciales mínimas.
El éxito de esta iniciativa debía haberse considerado como ejemplo y
referencia para el fomento de otras, pero inmediatamente chocó con los
intereses de grupos de la burocracia cubana, cuya prioridad es el
dominio absoluto de la sociedad y que nadie pueda progresar
independientemente. Una concepción que ha sido la génesis de la
mediocridad que florece por todas partes en el país. Recuérdese que
suerte similar tuvo la Fundación Pablo Milanés en los años 1990, que con
autonomía pretendió la formación profesional, incluidos cursos de
administración empresarial.
Si algunos proyectos promovidos por algunos cantautores, compañías de
ballet, músicos, pintores y otros artistas, han podido fructificar han
sido sobre la base de complejas relaciones personales, cerrar los ojos
ante la debacle nacional y en ocasiones altas dosis de servilismo. Todo
aquel que decentemente ha procurado establecer métodos novedosos sin
someterse al poder ha tenido problemas en algún momento. Por otra parte,
las directivas del gobierno están claras: no permitir que alguien sea
libre económicamente, y según el Punto 02 de los Lineamientos aprobados
en el VI Congreso del Partido Comunista "la empresa estatal socialista
es la forma principal en la economía nacional", mientras en el Punto 03
se define "en las formas de gestión no estatales no se permitirá la
concentración de la propiedad en personas jurídicas o naturales". Es
por ello que los barberos a los que se arrienda el local de trabajo,
solo pueden tener 3 sillones, y ahora se prevé que los que se arrendarán
para establecer restaurantes solo podrán contratar una plantilla de
hasta cinco personas.
En cuanto a la contratación de personal, el pago de impuestos por la
utilización de fuerza de trabajo está diseñado para aumentar
progresivamente a partir de 5 trabajadores de forma tal que cuando sean
15 o más, los impuestos a pagar, más la obligatoria contribución social,
prácticamente sobrepasan los salarios a abonar, lo que imposibilita que
las iniciativas privadas puedan crecer. Indudablemente la concepción
prevaleciente es permitir solamente negocios de sobrevivencia, tipo
bonsái. Esto se une a que los impuestos sobre los ingresos personales
son progresivos y llegado un punto hacen imposible el desarrollo de los
negocios. Por supuesto, hay también otros elementos que impiden el
progreso de la iniciativa individual, como es la carencia de un mercado
mayorista y el constante asedio de un enjambre de inspectores, que como
en el caso de lo sucedido a Ulises Aquino y su agrupación, llegan a
interrumpir actuaciones hasta en el escenario en una institución como el
Centro Memorial Martin Luther King.
En realidad las personas envueltas en esta trama, abarcan algo más que
simples burócratas de poca monta. Son principalmente los que desde las
alturas del poder "temen que el obrero, el intelectual y el artista
encuentren un camino productivo propio, no son revolucionarios, son
conservadores, disfrutan la comodidad del poder, que solo les sustenta
la facultad (como en esta ocasión) de decidir sobre las obras humanas,
para destruirlas no para potenciarlas". Excelente y abarcadora
definición, bridada por Ulises Aquino, en su carta a las instancias
provinciales que bloquean su proyecto, que sirve perfectamente para dar
una imagen exacta de los males que han llevado Cuba al desastre.
http://www.cubanet.org/articulos/ulises-topa-con-la-burocracia-cubana/
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