Guía turística de Cuba
Viernes 10 de Agosto de 2012 08:17
Armando Añel
Mi país de nacimiento es una isla larga y estrecha –y enseguida otra más
pequeña por debajo--, salpicada de 4195 cayos e islotes. Llamado Cuba,
conforma una abstracción de 5800 kilómetros de costa en la que la sal,
el pescado o la arena, por mencionar sólo algunos ejemplos, están
racionados.
De mi país de nacimiento no se puede salir libremente si se ha nacido en
él. A mi país de nacimiento no se puede entrar libremente si se ha
nacido en él. Antes de 1959 la gente emigraba a mi país. Tras esa fecha
la gente emigra desde mi país.
En mi país de nacimiento no hay derechos, ni huelgas, ni sindicatos, ni
negociaciones, ni acción afirmativa, ni sondeos a pie de urna. En mi
país de nacimiento, para decirlo a la manera del cantante del gobierno
que malgobierna mi país, "la gente se mira y se pasa con miedo".
En mi país de nacimiento la medicina es gratuita: no hay medicinas. Hubo
un tiempo en que en el país había tantos médicos que el gobierno terminó
exportándolos, con lo cual resulta que ya no hay suficientes médicos en
el país. En mi país de nacimiento ha descendido tanto la tasa de
natalidad porque los niños ya no nacen para ser felices. En mi país de
nacimiento las mujeres abortan masivamente con la secreta esperanza de
que algún día, más temprano que tarde, sus hijos nazcan para ser felices.
En mi país de nacimiento la mano de obra infantil es explotada por el
Estado bajo el eufemismo de "formación de las nuevas generaciones en el
amor al trabajo". En el país (mi país de nacimiento) la prostitución
infantil es secreto de Estado, rezago del pasado, reflejo de "la
desviación de algunos elementos antisociales".
En mi país de nacimiento los niños carecen de juguetes, los adultos de
suministro eléctrico, la música se va con su música a otra parte.
En el país, en Cuba, el negro es ciudadano de segunda respecto al
blanco, los doctores respecto a los comisarios, los nacionales respecto
a los extranjeros. El sistema de apartheid en el país impide a quienes
nacen en el país –siempre que aún vivan en el país-- tener empresas o
recibir atención médica de primer nivel.
En mi país de nacimiento un trozo de carne cuesta el equivalente del
sueldo mensual del ciudadano promedio. En mi país de nacimiento un par
de zapatos cuesta el equivalente de tres veces el sueldo mensual del
ciudadano promedio. En Cuba la carne, el dinero, los zapatos, la
propiedad, la disidencia, la entereza, están prohibidos.
En mi país de nacimiento el gobierno llama a los periodistas "agentes de
la CIA" y a sus propios agentes, "periodistas". En el país las ranas
crían pelos, el partido es inmortal y el socialismo, irrevocable.
En mi país de nacimiento un señor muy entrado en años, de verbo quebrado
y ademanes hiperbólicos, decide qué deben decir, escribir, leer, hacer,
comer, consumir, discutir, tolerar, recordar, sacrificar, más de once
millones de individuos. A todas estas, dicho señor asegura que mi país
es el país más democrático del mundo.
En las calles del país hay quien murmura que el país no es un país
(hablo de mi país de nacimiento), a pesar de sus 5800 kilómetros de costa.
http://www.neoclubpress.com/opinion/articulos/3874-guc3ada-turc3adstica-de-cuba.html
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