Avances y vicisitudes de los trabajadores autónomos en Cuba
agosto 14, 2012
Fernando Ravsberg*
HAVANA TIMES — El viceministro del Trabajo y Seguridad Social, José
Barreiro, nos explicó la proyección del trabajo por cuenta propia en
Cuba una "medida adoptada pensando en las personas que vengan del sector
estatal por plantillas infladas y también en otros que no están
vinculados laboralmente".
Se refiere a despedidos y desocupados pero los funcionarios de gobierno
siempre evitan llamarlos por su nombre. Tampoco acepta tocar el tema de
los salarios de los trabajadores a pesar de que la gente y el propio
Presidente Raúl Castro lo consideran un tema crucial.
Anuncia una mayor flexibilidad de cara a permitir actividades que hasta
ahora estuvieron prohibidas y nuevas modalidades como las cooperativas
urbanas, aunque ratifica que seguirá vetado el trabajo por cuenta propia
entre los profesionales universitarios.
Reconoce el viceministro que la falta de insumos conduce al mercado
negro y al robo al Estado, por lo que asegura que la oferta seguirá
creciendo en las tiendas pero aún no se abrirán mercados mayoristas a
pesar de que considera que eso "sería lo ideal".
Según Barreiro, la estructura del mercado laboral irá cambiando durante
los próximos años hacia una economía con "menos trabajadores en el
sector estatal por paso de algunos servicios al sector no estatal
(cooperativistas, usufructuarios o trabajadores por cuenta propia)".
Lento crecimiento
Viceministro Barreiro nos explicó que "el gran objetivo (del trabajo por
cuenta propia) es que se convierta en una opción de empleo" y agregó que
"desde octubre del 2010 ha crecido en 240 mil trabajadores, llegando a
un total de 390 mil".
Según Barreiro el crecimiento del número de autónomos se debe
fundamentalmente a que "se comenzaron a otorgar nuevas autorizaciones y
que se les permitió contratar empleados, ya hay 62 747", una cifra que
demuestra el éxito de algunos cuentapropistas.
Entre los autónomos, "el 69% no tenían vínculo laboral en el momento de
solicitar la licencia", dentro de esta cifra están los desocupados, los
jubilados y los trabajadores por cuenta propia que ejercían su oficio
clandestinamente durante la época de la prohibición.
El viceministro asegura que no cuentan con estadísticas fiables pero lo
cierto es que solo el 31%, de los autónomos provienen de las empresas
estatales. Esta situación enlentece el proceso de despidos de ese
sector, que necesitaría deshacerse de 1 millón de trabajadores.
Barreiro pide cautela "con las cifras de desinflar plantillas (despidos)
porque en el ministerio creemos que es un proceso sostenido, cuidadoso y
organizado. A veces la reducción de plantillas se asocia solo a la
disponibilidad de trabajadores (despidos) pero también puede pasar por
incrementar la producción sin aumentar las plantillas".
Más apertura
Barreiro acepta que el número de trabajadores autónomos "no ha dejado de
crecer pero el ritmo es menor" que en los inicios. Agrega que por eso
"el trabajo por cuenta propia se seguirá flexibilizando, dentro de las
normas legales, urbanísticas y sanitarias".
Muy pronto empezarán a promover las cooperativas en el sector de la
gastronomía como esta cafetería, donde el Estado no ha tenido mucho
éxito. Foto: Raquel Pérez
"Ahora trabajamos en el diseño de cooperativas (urbanas), una forma de
organización diferente a la del trabajador por cuenta propia (…) tendrán
mucha más flexibilidad (…) y un enfoque similar al de las peluquerías
que pasaron a manos de sus trabajadores".
"Hay muchos servicios de Estado donde una cooperativa podría ser muy
rentable, tienen mucho campo, se les ve un espacio en la economía" nos
explica Barreiro antes de advertir que no será de inmediato porque
"primero hay que experimentar para avanzar haciendo las cosas bien".
Nos asegura que pronto se abrirán también nuevas modalidades de trabajo
autónomo que antes estuvieron prohibidas, entre quienes "se autorizarán
están el chapista, el herrero, pulidor de pisos, vendedor de artículos
de aluminio, oxicortador, fundidor y marmolero".
Escasez y delito
El tema de los insumos es el más grave en lo que al trabajo autónomo se
refiere, se autorizó a los carpinteros pero no se les vende madera y los
chapistas trabajan sin permiso pero a la vista de todos a pesar de que
se sabe que usan oxígeno y acetileno robado al Estado.
Barreiro sostiene que "hay que acabar con la ilegalidad creando la forma
legal de adquirir los productos, por ejemplo, los gases que utilizan los
chapistas" pero insiste en que no habrá mercado mayorista aunque
reconoce que sería lo ideal.
Afirma que "estamos claros de que la solución es aumentar la oferta" y
agrega que ya "hay insumos en las tiendas aunque no todos lo que la
gente necesita pero se va incrementando la oferta, hasta que haya
condiciones para pasar a un mercado mayorista".
La otra gran traba que se enfrenta es la falta de capital inicial porque
los banco prácticamente no dan créditos para promover negocios. Según
Barreiro el principal problema es que aún no se encuentran formas de
garantizar el retorno de esos créditos.
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(*) Leer el blog de Fernando Ravsberg, Cartasdesdecuba.com.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=69381
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