La preocupación de una relatora de la ONU

La preocupación de una relatora de la ONU
Miércoles, 18 de Julio de 2012 00:23
Escrito por Yaremis Flores Marín

Cuba actualidad, Alamar, (PD) La publicación de notas convenientes al
gobierno cubano nos obligan a leer en primera plana comentarios como el
publicado el pasado jueves 28 de junio en el diario oficial Granma.

Según el artículo, Gabriela Knaul, relatora especial de la Organización
de Naciones Unidas (ONU) sobre la independencia de jueces y abogados,
comunicó a las autoridades estadounidenses su preocupación por el
proceso judicial contra los cinco cubanos condenados por espiar en
territorio norteamericano.

La experta recordó que "el Derecho Internacional consagra el derecho de
los acusados y sus abogados a tener acceso a toda la información
relevante sobre el caso, como establece el Convenio Internacional sobre
Derechos Civiles y Políticos".

Knaul expresó su inquietud por la falta de acceso a todas las pruebas
disponibles y los archivos documentales por parte de los cubanos
–refiriéndose a los cinco- por el hecho de que los recursos de habeas
corpus presentados por sus defensas vayan a ser considerados por la
misma jueza que previamente estuvo a cargo de los casos.

Sin lugar a dudas, las preocupaciones de la relatora aumentarían si
viviera en la isla, donde la ausencia de una justicia independiente e
imparcial perjudica a la mayoría de sus ciudadanos, sean disidentes o no.

El régimen político que gobierna desde 1959 refleja en sus normas y las
interpretaciones que hacen sus órganos de justicia, la supremacía del
poder estatal, por encima de los derechos humanos más elementales. Con
esa justificación frecuentemente vulnera los derechos del hombre, en
nombre de los intereses de una casta gobernante, que le confiere a sus
caprichos fuerza de ley.

En la propia Ley de Leyes, el Tribunal Supremo no figura entre los
órganos superiores de poder. Aunque, según sus preceptos, los jueces son
independientes, la instancia judicial de mayor jerarquía toma decisiones
y dicta normas de obligatorio cumplimiento para los magistrados.

Pudiera asombrar a la relatora que en la isla ningún tribunal tiene
decisión sobre la inconstitucionalidad de las leyes. Por otra parte, el
Consejo de Estado imparte instrucciones a los juzgados.

De esa costumbre de recibir constantemente indicaciones, es que algunos
agentes de la Seguridad del Estado y funcionarios de la Policía se
arrogan el derecho de imponer o -en el mejor de los casos- sugerir a los
jueces severidad o benevolencia en sus fallos, según sea su interés.

Es evidente que el Estado cubano antepone sus intereses a los del
individuo. En los casos de delitos contra la seguridad del Estado los
expedientes son secretos, incluso para los abogados defensores. El
derecho del acusado al proceso debido se quebranta en Cuba diariamente.

Como ejemplo de ello, la abogada de la Dama de Blanco Sonia Garro,
encausada por una supuesta tentativa de asesinato, aún no ha podido
tener acceso al expediente de fase preparatoria, siendo evidente que las
posibilidades de defensa disminuyen mientras más tarde intervenga en el
proceso.

Es irónico que el diario Granma alegue en su primera plana una
insinuación de violación del Pacto de los Derechos Civiles y Políticos,
sin antes explicar –como muestra de respeto a sus lectores- qué plantea
el pacto, si la ley cubana se atempera a su formulación y por qué el
pacto no tiene carácter obligatorio en Cuba.

La cúpula gobernante no tiene argumentos para justificar su demora en la
ratificación de los pactos, firmados por el ex canciller cubano Felipe
Pérez Roque, en el año 2008.

La manipulación y cinismo de los medios de prensa oficiales pueden
alcanzar límites insospechados. Lamentablemente, no todos los lectores
tienen los sentidos aguzados para detectar los diferentes rostros de la
necedad.

Para Cuba actualidad: yaremisflorez@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/la-consulta/4654-la-preocupacion-de-una-relatora-de-la-onu.html