Raúl Castro
El periplo del General
Si el objetivo de las visita del general Raúl Castro fue lograr el
incremento sustancial de la ayuda económica, no parece que lo consiguió
Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 17/07/2012 12:06 pm
Raúl Castro realizó visitas a China, Viet Nam y Rusia entre el 1 y 13 de
julio. Todo hace pensar que las estancias estuvieron dirigidas
fortalecer los lazos económicos en vista de las crecientes dificultades
afrontadas por Cuba, al no haber logrado avances notables con la
pretendida actualización del modelo económico, a la vez que existe
incertidumbre con respecto a las relaciones con Venezuela, debido a
contar con un mandatario supuestamente enfermo que afrontará un proceso
electoral el 7 de octubre, que de ganar la oposición sería el fin de las
enormes ayudas del amigo sudamericano.
Se añade la tendencia a la baja del precio del petróleo en las últimas
semanas; único producto de que dispone Caracas para obtener divisas.
Todo esto aderezado en un clima económico internacional que augura
tiempos difíciles para todos, pero muy en especial para aquellos países
que, como Cuba, tienen una situación sumamente delicada desde hace mucho
tiempo y en continuo proceso de crisis.
En China, el dirigente cubano sostuvo encuentros con los más altos
dignatarios, desde el presidente Hu Hintao y el primer ministro Wen
Hiabao. Asimismo mantuvo contactos con personalidades en ascenso como Xi
Hinping, vicepresidente de la república, y Li Keqiang, viceprimer
ministro, quienes se augura ocuparan las máximas posiciones en el
Gobierno después del congreso del Partido Comunista que se efectuará en
octubre próximo.
China es el segundo socio comercial de Cuba después de Venezuela; con un
intercambio comercial de 1,9 miles de millones de dólares en 2010. Hasta
ahora ha mantenido una actitud muy pragmática en las relaciones con la
Isla, priorizando sus intereses económicos y comerciales. Algunos
analistas han señalado que en el futuro podría tener un interés extra
económico en las relaciones con Cuba, si se profundizaran las
contradicciones con Estados Unidos en el área sur del Pacifico. Sin
embargo, no parece probable que La Habana adquiera tanto peso, aunque
efectivamente en el sudeste asiático existe una compleja situación, que
podrían acrecentarse más en el futuro.
De todos modos, los acuerdos firmados durante el actual periplo de Raúl
Castro no fueron de singular importancia, según los elementos ofrecidos
por los medios cubanos. Se resaltó el canje de notas para la prórroga
del periodo de amortización de créditos gubernamentales sin intereses.
Esto podría indicar que consiguió la demora del pago de los créditos, en
un comercio con importaciones cubanas que históricamente han sobrepasado
ampliamente las exportaciones.
En la visita a Vietnam, aunque Raúl Castro fue recibido a los máximos
niveles de partido y gobierno, con gran pompa y esplendor, deben haber
salido a relucir las deudas cubanas, provenientes de un comercio
absolutamente desbalanceado, y el interés de la delegación cubana de
asegurar se mantenga el suministro de arroz imprescindible para la
alimentación del pueblo. Si se exceptúa ese alimento, las relaciones
comerciales no son de envergadura apreciable. En 2010 el intercambio
alcanzó 269 millones de dólares, con las exportaciones cubanas de un
escuálido monto de solo 3 millones. En la actualidad una compañía del
país indochino está participando en la prospección de petróleo en la
Zona Exclusiva de Cuba en el Golfo de México. Las relaciones políticas
se basan fundamentalmente en los vínculos históricos, pues mientras el
Gobierno cubano mantiene relaciones muy conflictivas con Estados Unidos,
Vietnam las ha mejorado notablemente al extremo de realizar maniobras
militares conjuntas con el antiguo enemigo. No se puede soslayar que
este país tiene fuertes litigios territoriales con China y, como otras
naciones asiáticas, aprecian a la gran potencia norteamericana como un
aliado ante el fortalecimiento de China en la región.
En cuanto a la visita de Raúl Castro a Rusia, los encuentros con
presidente Vladimir Putin y el primer ministro Dimitri Medvedev, se
redujeron a frases altisonantes sobre las nuestras de estrecha amistad y
el entendimiento, pero evidentemente las conversaciones versaron sobre
el estado de las áreas y direcciones de cooperación existentes. El
intercambio comercial ruso-cubano fue de 285 millones de dólares en
2010, de los cuales las exportaciones cubanas ascendieron a 57,5
millones. Empresas rusas trabajan en la búsqueda de petróleo en las
aguas cubanas del Golfo e México. En el plano internacional el Gobierno
cubano se ha coaligado con Rusia y China en la defensa de regímenes
totalitarios, como actualmente ocurre con Siria en torno al cual han
jugado un papel muy negativo al bloquear iniciativas internacionales al
utilizar su veto como miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
De todas formas, si el objetivo de las visita del general Raúl Castro
fue lograr el incremento sustancial de la ayuda económica, no parece que
lo consiguió, a no ser que se alcanzaran acuerdos secretos. El Gobierno
cubano debería dejar de buscar la solución de los problemas del país en
el exterior, y volcarse en la realización de cambios y transformaciones
efectivas internamente. Incluso si esas políticas se siguieran de forma
racional y efectiva, sí se promovería los vínculos con el exterior. La
historia demuestra que los países anquilosados como Cuba resultan poco
atractivos para cooperar con ellos, mientras los que efectúan aperturas
reales internamente, concitan el interés internacional para cooperar
como ahora mismo se demuestra en Myanmar.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/el-periplo-del-general-278553
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