Monday, June 18, 2012

Un relator residente que haga su trabajo

Un relator residente que haga su trabajo
Lunes, 18 de Junio de 2012 04:09
Escrito por Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) El gobierno cubano aceptó la
presencia de un relator especial de la Organización de Naciones Unidas
(ONU) sobre la tortura. Aunque bueno, no basta. No se trata solo de los
que han muerto a manos del Gobierno cubano y de los que se documentan
solo 202 casos. También cuentan o deben contar, aquellos a quienes no
han dejado y no dejan vivir.

El expediente de violación de derechos humanos acumulado por las
autoridades cubanas, es impresionante. Tanto que se hace necesaria la
presencia permanente de un relator que se ocupe de forma integral del
tema derechos humanos en su conjunto y por supuesto, in situ.

En Cuba, tanto la constitución, como los códigos y las legislaciones
vigentes, consagran violaciones flagrantes al derecho de los cubanos.
Son muchos los factores conjugados contra el pueblo de Cuba. El gobierno
de la familia Castro logró imponer a la comunidad internacional la
aceptación de su derecho a privar de acceso libre a Internet en este
siglo XXI, al pueblo de la Isla. También cuentan con el logro discutible
de imponer a esta misma comunidad internacional, el también discutible
derecho a privar al pueblo de la Isla de acceso a las nuevas tecnologías
de la información.

Entre el amplio catálogo de violaciones a los derechos ciudadanos
impuestas por el régimen militar cubano, ocupan lugar destacado las
impuestas por este gobierno al derecho a entrar y salir libremente del
país. Las discriminaciones políticas que pesan sobre todos los cubanos y
las violaciones a los derechos a la libre expresión, asociación y a la
libertad de prensa, debían al menos escandalizar a las naciones libres y
democráticas que parecen avenirse con esta situación.

Aunque el Comité sobre la Tortura manifestó en su informe preocupación
por las continuas denuncias de detenciones arbitrarias por breves
periodos en Cuba. Estas continúan contra opositores, disidentes,
periodistas independientes y el resto de los actores de la sociedad
civil contestataria cubana. Increíblemente, el gobierno cubano ha negado
que se haya producido aumentos de este tipo de arrestos sin orden judicial.

Sería interesante que el gobierno cubano demostrara que no tiene miedo a
someterse a un control por parte de
organismos de regulación internacionales. La norma actual en la práctica
de la represión política ciudadana consiste en detener a una persona por
menos de 24 ó 48 horas, para luego liberarla, sin que haya habido ningún
control judicial, ni tan siquiera de la Fiscalía. Esto es acoso político
rápido sin más paliativos.

Esto de las detenciones breves se ha generalizado y es el procedimiento
de moda últimamente. Una práctica ininterrumpida, continua y permanente
en Cuba, es la discriminación que práctica el gobierno de la Isla por
motivos políticos. Así, la presencia de un relator que se ocupe de forma
integral del tema derechos humanos es imprescindible. El resto de los
representantes de Naciones Unidas en Cuba, no ha hecho ni hace su
trabajo de forma adecuada ni honesta.

Habría que preguntar al representante permanente de UNESCO en Cuba que
significa verdaderamente el lema y la práctica de aquello de "la
universidad es para los revolucionarios". También sería conveniente que
el representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicara
algo sobre los centros asistenciales para extranjeros en la Isla y las
diferencias entre estos y los que atienden al pueblo de a pie.

Otro punto son las nunca inspeccionadas cárceles cubanas y su carácter
dantesco y medieval. Los juicios y las ejecuciones sumarias realizadas
"como escarmiento y medidas ejemplarizantes", no deben ser pasadas por
alto. Debe tenerse en cuenta que, pueden ocurrir cada vez que el régimen
militar se sienta amenazado y decida recurrir a este bárbaro procedimiento.

La falta de garantías procesales y la falta de un ejercicio libre del
derecho, colocan desde siempre al ciudadano en una indefensión patética
frente al régimen militar. No hay defensa frente a los tribunales
pagados por el Partido comunista y sus jueces dormidos.

En Cuba es más que necesaria, imprescindible la supervisión
internacional en el tema derechos humanos. Esta supervisión debe existir
tanto dentro de las prisiones, como fuera de ellas. Un relator residente
sobre el tema derechos humanos es necesario en Cuba, pero además, que
haga su trabajo.


Para Cuba actualidad: juan.gonzlezfebles1@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/4353-un-relator-residente-que-haga-su-trabajo.html

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