¿Sicosis?
Lunes, 18 de Junio de 2012 03:37
Escrito por Hugo Araña
Cuba actualidad, Matanzas, (PD) El titulo de este comentario no es
exagerado. Cuando salgo de mi hogar, si en un lugar equis utilizo mi
cámara fotográfica para retratar algo que me llame la atención,
siento como si me vigilaran, como si aquilataran mis intenciones.
He presentido esa vigilancia hasta en la mirada de un vendedor
ambulante. O en unos ojos ocultos tras espejuelos oscuros presiento que
fiscalizan mi proceder. Máxime si pretendo mediante la fotografía
guardar algún lugar que cualquier día temo que se derrumbará, o lo
vestirán de una falsa reconstrucción, acerca de la que el tiempo, ese
señor que no cree en nadie, dirá la palabra final.
Tiro la foto y prosigo. No me interesa que me fiscalicen, para agregar
algo nuevo a mi expediente en el Ministerio del Interior, en su
departamento correspondiente.
Regresar a mi casa, no impide que detrás de mí, como una falsa
comparsa carnavalesca, vaya el grupo correspondiente a ese día.
Ya no me otorgan un mitin de repudio. Al parecer no es eficaz para sus
propósitos. Con eso no se resuelve nada, sino todo lo contrario. Al
menos conmigo.
Esta persecución sigilosa se hace presente a donde quiera que me
dirija. Hasta a quien saludo y con quien mantengo la más insignificante
conversación lo tienen en cuenta. Y cuando visito a alguien, lo que
cada día hago menos, se paran en la esquina, como si esperaran a
alguna persona. Por lo tanto, ya casi no visito a nadie, porque ignoro
si mi visita lo perjudica.
Pero, ¿quién soy para tanta persecución? Que yo sepa, no alcanzo la
categoría de personalidad importante. Soy un simple periodista
independiente que expongo en mis escritos, no sólo mis inconformidades,
sino las de los demás, a las cuales les otorgo mi mayor atención, tanta
que a veces me olvido de las mías.
Así vivo hace mucho tiempo, sumergido en esa sensación, que no
descarto sea una clásica sicosis por todo lo que he atravesado. Pero
continúo y continuaré, a la espera de que cualquier día, el menos
esperado, una selecta representación cederista me organice otro mitin
de repudio, donde por supuesto, no podrán faltar las arengas cada día
más vacías, ya que la misma realidad, ella solita, las ha convertido en
un coctel de mentiras y más mentiras.
O -¿por qué no?- podrá suceder que frente a mi ataúd, confeccionado
con maderas de quinta clase que se pudren a las cuarenta y ocho horas
de enterrar a cualquiera, me despidan como venganza, con un vacío
¡patria o muerte! Pero no importa. Allá, si es verdad que hay otro
mundo -que lo dudo- esta sensación de persecución me acompañará para
siempre
Para Cuba actualidad: malecun@yahoo.es
http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4347-isicosis.html
No comments:
Post a Comment