Publicado el viernes, 05.18.12
La inocencia de una líder estudiantil
Oscar Peña
Hace unas semanas visitó Cuba la bella dirigente estudiantil chilena
Camila Vallejo y en medio de la visita hizo una evaluación de Fidel
Castro que es extremadamente contradictoria y chocante con la libertad,
amplitud y desarrollo por el que ella está luchando para su país.
Una organización tan combativa como es la del estudiantado chileno que
ella preside en Cuba con su ídolo Fidel Castro no tendría esa libertad
de protestar por nada como ella puede hacer en Chile. Si Camila Vallejo
fuera cubana sería un cero a la izquierda como líder estudiantil, no le
permitirían roles diferentes al oficial, ni gozaría como hace en Chile
de su libertad individual y de grupo.
Camila Vallejo en su inocencia política habla de los camiones cisternas
echando agua al estudiantado en Chile para espantarlos de las protestas
y que ella no observó eso en Cuba. Efectivamente ella tiene razón. Así
es. En Cuba la represión es más científica y cruel. En Cuba las
mangueras de agua no se ven por el visitante. Existe algo peor: las
prisiones y cuarteles políticos como Villa Marista, 100 y Aldabó, las
delegaciones de la seguridad del Estado en cada provincia y los
tribunales subordinados al régimen que hacen unas magníficas obras de
teatro judiciales y encierran en prisiones a los cubanos 10, 20 y 30
años por disentir cívicamente del régimen.
La joven Camila Vallejo ha sido muy criticada por elogiar la figura de
Fidel Castro y su régimen y debemos ser comprensivos. Levanto mi voz en
defensa de la líder estudiantil Camila Vallejo y sus controversiales
declaraciones de apoyo a la dictadura cubana: si ella en vez de vivir en
Chile, viviera permanentemente en Cuba estamos seguros que no copiaría
para su país la falta de libertades de nuestra isla. Sus declaraciones
las justificamos –como la de otros muchos extranjeros– producto de la
ligereza de una ligera visita, invitada por inteligentes anfitriones que
persiguen el fin de confundirla y sumarla.
La realidad es que los cubanos vivimos es una sociedad paralítica y
disminuida en lo político, económico y social que no representa el país
a copiar para otras naciones. El pueblo cubano tiene pendiente todavía
buscar su camino y le sugerimos a Camila Vallejo y a los chilenos que
también desarrollen más los suyos pero sobre el asfalto democrático que
ya tienen.
Por último, le sugiero a Camila Vallejo –y es algo que desde ahora
también les pido a los cubanos para mañana cuando Cuba viva en
democracia– que siempre se agoten las vías que ofrecen los sistemas
libres para cambiar las cosas mal establecidas y transmitir a los
gobiernos, los poderes legislativos y autoridades, las inquietudes,
preocupaciones y necesidades de la población antes de hacer protestas o
desórdenes callejeros, que son siempre terreno fértil para la
introducción de personas anárquicas y fanáticas de la destrucción social
como fea forma de entretenimiento y no como un esfuerzo real y sano por
mejorar el país. También las protestas son criaderos de enfermos
exploradores de cámaras de televisión. Tratemos de buscar entre todos
los latinoamericanos métodos más serios y efectivos para nuestros países.
http://www.elnuevoherald.com/2012/05/18/1205772/oscar-pena-la-inocencia-de-una.html
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