Martes, 03 de Abril de 2012 00:50
Escrito por Veizant Boloy González
Cuba actualidad, Boyeros, La Habana, (PD), El rechazo de legisladores
ante el reconocimiento legal del matrimonio homosexual ha abierto una
brecha de desesperanza en las relaciones de pareja entre personas de la
comunidad homosexual en Cuba, sin posibilidades legales de respaldar la
división -luego de una ruptura- de bienes adquiridos durante la relación
o heredar ante el fallecimiento de uno de los miembros de la pareja.
Según la Iglesia Católica: "Si Dios lo hizo hombre, nadie tiene el poder
de cambiarlo". Esta es su postura ante el fenómeno gay. Quizá en un
aspecto en el cual sí estará de acuerdo con el Gobierno de Castro, será
a favor de los matrimonios a veces mal llamados "convencionales",
"correctos" o "saludables" entre un hombre y una mujer.
La posición de la Iglesia es uno de los obstáculos a la hora de
introducir estas modificaciones, pero tampoco es secreto que la iglesia
católica en Cuba no ejerce un papel fundamental en este tipo de decisiones.
Es una realidad que en nuestra sociedad existen personas del mismo sexo
con aptitud legal que mantienen relaciones estables y singulares, que al
no poder formalizarse no tienen efecto jurídico alguno.
El artículo 2 del Código de Familia y el 36 de la Constitución plantean
que el matrimonio es la unión voluntariamente concertada de un hombre y
una mujer, varón y hembra con aptitud legal para ello, y que sólo
producirá efectos legales cuando se formalice o se reconozca de acuerdo
con las reglas establecidas en la Ley del Registro del Estado Civil.
Al respecto, Lisset Pérez, abogada y notario del Municipio Diez de
Octubre, dijo: "Tendría positivas consecuencias en el orden patrimonial,
los derechos de propiedad, sucesorios, de seguridad social. Se hace
necesario introducir modificaciones, así como incorporar instituciones
jurídicas que en la práctica han aportado soluciones a situaciones
reales de un profundo contenido humano en otras legislaciones."
Al contrario, miembros de la Asamblea Nacional y el Ministerio de
Justicia, en el 2007 rechazaron el matrimonio homosexual y en ese
entonces señalaron que se debía "regular la legalización de las uniones
de las personas del mismo sexo con el justo objetivo de que estos
tuvieran alguna forma de validar su unión y reconocerle efectos jurídicos''.
Mariela Castro, hija del mandatario cubano y directora del Centro
Nacional de Educación Sexual (CENESEX) estableció una propuesta de
modificación legal al Código de Familia, hace pocos meses. Sin embargo,
la Asamblea determinó que no es conveniente en el momento actual este
cambio legislativo.
En su criterio, el concepto de matrimonio consagrado en la Constitución
de la República y en el Código de Familia, debe permanecer invariable
por las oposiciones que ello podría tener en el orden constitucional y
social.
Por segunda ocasión en catorce años nos visita el Sumo Pontífice, Jefe
del Estado del Vaticano y Representante de Dios en la tierra. Mariela
Castro, en su condición de heredera al trono e investida de algunos
privilegios, de seguro no tocará este tema en vísperas de su visita.
Pues sus espuelas, cuando no se trate de atacar a Yoani Sánchez, se gastan.
¿Qué prejuicios impiden a personas con diferentes preferencias sexuales
gozar de la igualdad de derechos establecida en nuestra Constitución?
Como dijera mi abuelo: "Somos civilizados solo cuando conviene".
Para Cuba actualidad: veizant@gmail.com
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