Tuesday, April 3, 2012

De algo tengo que vivir, compadre

De algo tengo que vivir, compadre
Martes, 03 de Abril de 2012 00:59
Escrito por Paulino Alfonso Estévez

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) En momentos duros, los países
pobres o pequeños han tenido que exprimirse los sesos para vivir -sin
renunciar a su soberanía- y han apelado a diversos productos de
exportacion o consumo, a veces con muy poco escrúpulo.

Asi las cosas, después de la II Guerra Mundial, Italia encontró un filón
bastante promisorio en la droga y la prostitucion, Holanda en sus quesos
y putas en vidrieras, Suiza con los negocios bancarios con todos y para
todos (nazis incluidos) y Mónaco con su casino y la princesa Grace.
Gracias al libre mercado, estos pecadillos de "juventud" fueron
olvidados y hoy, todos felices, forman parte del culto Primer Mundo.

Después en los años 90, les tocó a los comunistas. La madrecita Rusia
aún exporta, aparte de mafiosos, bellas Natashas a Turquía, Alemania y
sobre todo a los EE.UU. Nadia Comanesci es la mejor promotora de
Rumania. Yugoslavia proveyó a Blackwater de cientos de mercenarios para
cualquier guerra.

Ahora mismo la Corea de los Kim, dice que si EE.UU manda 240,000
toneladas de alimentos, suspende la carrera nuclear para evitar que
otros 3 millones mueran de hambre, como hace 17 años, cuando por orgullo
los dejaron morirse soberanamente de hambre.

Tailandia, desde los años 60, no solo tiene la prostitucion a nivel
nacional, sino que lo ha convertido en un rubro exportable. ¿No lo
creen? Pregunten. Hace poco, el ministro de Educación de Sarkozy,
hermano del difunto presidente Miterrand, confesó sin sonrojo, haber
comprado los servicios de un efebo Thai, porque este lo excitó.

Asi las cosas, llegamos a Castrolandia. Si los tailandeses descubrieron
su filón gracias a las entrepiernas, el Castro verdadero encontró su
único producto, realmente exportable en el antiyanquismo. Aunque no lo
inventó, sí se ha convertido en su mejor promotor. En los 60 lo vendió a
un alucinado Jruschov en forma de un portaaviones insumergible a solo 90
millas del enemigo, desde donde puso por única vez a la humanidad al
borde de su extinción. Ese encantamiento duró hasta que Gorbachov con
sus ideas de reformar el comunismo logró acabar con este.

Después vino la cagástrofe en Castrolandia y hubo que apelar a la
variante tailandesa y preparar las prostitutas más ilustradas del mundo,
como dijo Fidel Casiano en la inauguración del Meliá Cohíba. De paso,
traspasar la explotación y comercialización del níquel a la canadiense
Sherrit, y junto con los tabacos, la opción preferencial turística a los
españoles. Esto formó parte de la solucion provisional.

¿Por qué provisional? Pues porque lo unico que sabe dirigir Fidel
Casiano es el antiyanquismo. A él no le hablen de malanga, de vacas,
caña, ni de guaguas. Lo de él es la politica. Me imagino cuanto debió
sufrir durante 9 años hasta que Hugo Chávez se convirtió en presidente
de Venezuela para poder poner en práctica de nuevo su mejor invento:
Cómo ser líder antiimperialista en 12 fáciles lecciones. Claro que el
precio de estas lecciones no es asequible para todos los bolsillos, pero
en el caso de Chaburro con la bonanza petrolera, no hay problema.

Por eso, a partir de mayo de 2011 y hasta hoy, se montó un gran culebrón
alrededor de una afección que yo personalmente no creo grave, sino bien
publicitada por el Castro real para lograr la reelección de Chávez
mediante un cambio de imagen y discurso, ya que Enrique Capriles
Radoswski es un dolor de cabeza real, no sólo para Chávez sino también
para Fidel Casiano, quien gracias al subsidio multimillonario del
Chaburro, aun gobierna Castrolandia, mientras que su infeliz hermano lo
administra.

Muchos en el mundo se preguntarán el por qué de este tremendo esfuerzo
que realiza Fidel Casiano a favor del chavismo Si este pudiera
responder, lo haría con estas hipotéticas palabras. De algo tengo que
vivir, compadre.

Para Cuba actualidad: paulino, alfonso@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/3777-de-algo-tengo-que-vivir-compadre.html

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