Miércoles, 14 de Marzo de 2012 06:16
Jorge Luis González Suárez
Cuba actualidad, Plaza. La Habana (PD). Las patologías clínicas
requieren en múltiples ocasiones pruebas sencillas o complejas según su
magnitud. Análisis, radiografías y ultrasonidos están entre las
primeras. Realizarlas resulta hoy, gracias al avance científico, más
fácil que tomarse un vaso de agua. Aquí esto puede ser un proceso tan
difícil como buscar la salida de un laberinto.
Estoy hace dos años con padecimientos prostáticos propios de mi avanzada
edad. Cada cierto tiempo debo hacerme un ultrasonido transrectal para
determinar la posible aparición de cáncer en este órgano. La preparación
previa necesita de un simple procedimiento: ponerse un enema para
evacuar los desechos del intestino y el recto.
La primera operación que debe usted hacer es buscar el instrumental
básico para su aplicación. Éste consiste en un pequeño tanque con una
manguerita de goma y un pitón plástico que se introduce por el ano. Es
algo parecido a una bomba de gasolina, pero en miniatura.
Comencé a indagar qué vecino o amistad tenía alguno de estos
implementos, porque hace bastante tiempo en nuestras farmacias no se
ofertan estos accesorios y aquellas personas que poseían uno, se le
destruyó por su antigüedad, las condiciones climáticas y el uso.
Me vi en esta dificultad hace unas semanas atrás. La pesquisa se inició
por los conocidos más cercanos. Continué la búsqueda entre personas que
trabajan en el giro médico, Las gestiones fueron infructuosas. Entonces
me acordé de que mi cuñada, que vive en San Luis, Pinar del Río, a la
distancia de 200 kms, cuenta con uno. Estuve tentado de tomar el ómnibus
interprovincial para ir a buscarlo, pero logré hallar el susodicho
aparatico en casa de una prima en Mantilla, que para mi ubicación
resulta casi en el extremo opuesto de la ciudad. Fui a buscarlo, pues de
lo contrario perdía el turno reservado en el hospital.
La segunda batalla consistió en buscar el voluntario que me ayudase en
la aplicación del "lavado", como popularmente se dice en Cuba, conseguir
un par de guantes de goma (otra proeza) y manos a la obra. Todo esto
requirió indagar entre 20 ó 30 personas o tal vez más y cerca de dos
semanas de pesquisas. Finalizado el proceso, volví a dirigirme de nuevo
a casa de mi familiar para devolver el artículo prestado.
Nuestro país goza de un sistema de salud elogiado tanto por el estado
como por otros muchos gobiernos del mundo. La atención a la salud es
gratuita, sin embargo algo tan sencillo como un enema cuesta notables
esfuerzos resolverlo. Se justifica casi siempre con el argumento de que
el bloqueo impide la compra de dichos instrumentales. Pero en este caso,
el aparato proviene de nuestro mayor socio comercial: China.
Cosas tan sencillas se padecen con mayor frecuencia de lo debido en la
vida diaria de los cubanos. El stress que conlleva tales situaciones,
crea más problemas que soluciones. Dirigirse a un centro hospitalario
para pedir esta sencilla ayuda es infructuoso: tiene que ser usted un
paciente ingresado para recibir este servicio. Si está fuera de estas
instalaciones, requiere de un esfuerzo admirable para resolver la clave
del misterio. El gran detective Sherlock Holmes quedaría desconcertado
ante un caso para el cual no tendría respuesta y solución.
Para Cuba actualidad: jorgelibrero2012@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/131-salud/3617-ponerse-un-enema.html
No comments:
Post a Comment