Yelena Garcés logra ver a su hijo de tres años tras 26 días en la cárcel
"El encuentro fue un poco fuerte, porque es un niño de tres años
separado de su mamá. Se puso a llorar", dijo a CUBAENCUENTRO Aimeé
Garcés, hermana de la opositora
Redacción CE, Madrid | 04/10/2011
La dama de apoyo Yelena Garcés Napoles, quien se encuentra en prisión a
la espera de juicio, pudo ver a su hijo este martes después de 26 días
confinada en la cárcel de Mar Verde, en Santiago de Cuba.
"Hace 26 días que no veía a su hijo. El encuentro fue un poco fuerte,
porque es un niño de tres años separado de su mamá hace 26 días. Se puso
a llorar, pero nosotros hablamos con él por el camino y logramos que
viniera bien", dijo a CUBAENCUENTRO su hermana, Aimeé Garcés Leyva,
después de visitarla.
Garcés Levyva dijo que Yelena "está bastante bien", pero que cuando vio
al niño "se le aguaron los ojos".
"Él le dijo que quería que se fuera con él para su casita, pero ella le
explicó que no se podía ir, que tenía que estar allí. Le dijo: 'Quizás
dentro de 15 días, dentro de un tiempo, yo pueda estar al lado tuyo,
pero mientras te van a traer aquí los martes para que te vea. Vamos a
estar un rato juntos y un día tú vas a entender por qué yo estoy aquí",
comentó Aimeé, que citó las palabras de su hermana.
La activista agregó que a pesar de esta situación Yelena "se portó
bastante fuerte" y "no lloró". "Conversó con nosotros, pero en la visita
entera no probó nada de comida. Simplemente tomó café", relató Garcés Leyva.
Yelena Garcés Napoles, acusada de "atentado" y "desorden público" por
las autoridades cubanas, le contó que la Seguridad del Estado continúa
hostigándola en la prisión, "diciéndole que se dé cuenta de dónde está
ella y su marido".
Su esposo, Miguel Rafael Cabrera Montoya, está encarcelado en la prisión
de Aguadores, a la espera de una fecha para el juicio, junto a otros
nueve opositores. Algunos detenidos el pasado 28 de julio, durante el
asalto por tropas antimotines a la vivienda de Marino Antomarchit
Rivero, y otros el 8 de septiembre, en la localidad de Palma Soriano.
El matrimonio tiene un único hijo de tres años, Hamilton Cabrera Garcés,
quien está bajo la tutela de la familia.
"Ellos se comunican a través de cartas. No pueden llamarse por teléfono
ni nada, no se lo permiten. Miguel tiene vivista cada 21 días, no lo
hemos visto todavía, y Yelena tiene visita semanal, cada martes. A ella
le permiten llamar a los familiares los lunes y a él un día cualquiera
en la semana", precisó la mujer.
Cabrera Montoya "padece de la presión y tiene un úlcera en el estómago
que al parecer se ha dañado con la huelga de 23 días que realizó".
"Llamó ayer porque no le habían pasado los medicamentos. Fuimos a exigir
a la Seguridad del Estado, y hoy nos dijeron que sí se los dieron", agregó.
Aimeé expresó que hoy, cuando Yelena salió a verla en la prisión, a ella
se le "hizo un nudo en la garganta muy grande". "Porque me hizo una
postal que dice: 'Para mi hermana Aimeé Garcés Leyva, con mucho amor y
cariño, espero que te guste este hermoso dibujo hecho por mis manos. Tú
mereces más y algún día Dios va a permitir que logres lo que tanto se
desea: Libertad y Democracia".
"Hizo una dibujo con una flor muy linda y me puso esto en una cajita. En
estos momentos ella se pone a hacer dibujos con paisajes para demostrar
lo que siente. Le hizo un dibujo al niño con una mamá y su niño en
brazos. Son cosas que te entristecen, pero hay que ser fuertes. Al
contrario, cuando la ves luchando allí, hay que seguir luchando afuera
para lograr su libertad", explicó Garcés Leyva.
Sin fecha para juicio
Según la dama de apoyo y delegada de FLAMUR en Santiago de Cuba, ni a
Yelena ni a Miguel ni al resto de los opositores detenidos les han
comunicado fecha de juicio.
"Ellos lo que quieren es tenerla allí para amenazarla, intimidarla, para
que las mujeres cojan miedo y no sigamos cogiendo calle. Pero nosotros
seguimos firmes. Yo vine deportada el jueves para acá (desde La Habana)
y el domingo salimos para la calle. Nos reunimos en casa de Tania
Montoya y salimos para la iglesia, y logramos marchar más de 300 metros
con una flor en la mano", destacó la mujer.
Garcés Leyva denunció que el domingo pasado la Seguridad las golpeó, las
montó en una guagua y ella estuvo detenida durante horas en Santiago de
Cuba, en una unidad policial en Siboney.
"Todo lo hacen para que pases más trabajo, que cojas miedo. El domingo
que viene intentaremos de nuevo ir a la iglesia, algún día ellos nos
dejarán ir a la iglesia, a orar y exigir la libertad de todos los presos
políticos", declaró la activista.
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