Moisés Leonardo Rodríguez
Cabañas, Artemisa, 20 de septiembre de 2011, (PD) Un refrán popular
sentencia que "un solo palo no hace monte". Igualmente, la rectificación
de una violación de la ley por la intervención del Consejo de Estado,
referido por Raúl Castro en la clausura de la sesión ordinaria de la
Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), no permite inferir que ese
órgano responde adecuadamente en todos los casos a las quejas y
peticiones de la población.
El caso consistió, según explicó el general-presidente, en que una
militante del Partido Comunista fue expulsada de su trabajo por
pertenecer a una iglesia y, ante su reclamación, resultó investigada por
funcionarios del Consejo de Estado, órgano que representa a la ANPP
entre sus sesiones ordinarias, y se decidió reintegrarla a su puesto si
ésta así lo decidía.
La excepcionalidad del hecho es quizás lo que hizo que el general
presidente lo hiciera púbico en su afán de recuperar la confianza en una
institución que ha dejado de gozar de ella por parte de la mayoría de
los gobernados, entre otras cosas, por la falta de respuestas adecuadas
a las muchas demandas presentadas a ella por ciudadanos de a pie.
Durante la década de los noventa mantuve en el poblado de Cabañas, al
noroeste de la capital, en la entonces provincia Habana, una Oficina de
Ayuda a Trámites Legales y Humanitarios. Decenas de quejas de residentes
de la zona fueron presentadas al Consejo de Estado, entre otras
instituciones oficiales.
En algunos casos, la respuesta sencillamente nunca llegó a los
remitentes. En otros muchos, parecía confeccionada según un modelo único
en el que se notificaba que "su caso ha sido enviado a los organismos
correspondientes", siendo estos últimos los mismos contra los que se
dirigían las quejas.
En espera de la respuesta establecida constitucionalmente está desde
2008 la propuesta denominada Por una Cuba Martiana que, según consta en
el acuse de recibo, fue entregada el 31 de agosto del 2008 a los
Consejos de Estado y el de Ministros y el primero de septiembre a la
Asamblea Nacional del Poder Popular.
El anterior no es un caso único ni excepcional, la lista de quejas y
peticiones dirigidas a las instituciones que no han sido respondidas o
lo han sido de forma inadecuada, se cuentan por miles. Con ello, las
instituciones del gobierno y del estado violan no solo las normas
legales internas sino además el derecho internacionalmente reconocido de
peticionar que asiste a todo ciudadano del mundo.
Como en tantas otras cosas, el intento de los gobernantes y sus
seguidores de ocultar las partes de la realidad que no les conviene
divulgar a bombo y platillo casos aislados en que se cumple con la ley,
se vuelven agua en canasta al contrastarlos con los hechos.
El ejemplo divulgado por el general presidente esta vez ha sido eso:
agua en canasta para los millones que esperan respuestas adecuadas a sus
quejas y peticiones.
corrientemartiana2004@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/2270-un-palo-no-hace-monte
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