Thursday, June 16, 2011

Un congreso poco analítico

Un congreso poco analítico
Thursday, June 16, 2011 | Por Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, junio (www.cubanet.org) – Una de las deficiencias más
evidentes del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba fue la ausencia
de una amplia valoración del estado de la economía, así como de un
profundo examen de los acontecimientos en la vida de la nación en el
prolongado lapso desde la celebración del anterior evento en 1997.

En ese período, los problemas del país se agravaron superlativamente,
llegándose a un punto cercano al colapso económico que pudo evitarse
gracias a la aparición de una nueva "hada madrina": la Venezuela de
Chávez, convertida en sustituta de la desaparecida Unión Soviética.

Realmente, en el Informe Central al congreso presentado por el actual
Primer Secretario se hicieron fuertes críticas a la ejecutoria de la
autoproclamada "fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado",
donde quedó demostrado fehacientemente que el Partido Comunista fue
incapaz hasta de cumplir sus acuerdos desde la celebración de su primer
congreso, en 1975. Del Informe se desprende que en vez de ser
vanguardia de la sociedad cubana, con su monopolio absoluto del poder,
ha sido una rémora para el desarrollo nacional. Partido que posiblemente
tenga como militantes personas decentes, pero increíblemente todavía
entrampadas por la nostalgia y obnubiladas por una utopía fracasada, de
la que aún son incapaces de desprenderse; también posee una amplia
cantidad de oportunistas y burócratas desalmados, que han utilizado el
carné para escalar posiciones y obtener privilegios.

Además, en la Introducción de los Lineamientos, en forma súper breve y
sin explicaciones convincentes, se mencionan candentes problemas de
orden interno tales como: "baja eficiencia, descapitalización de la base
productiva y la infraestructura, envejecimiento y estancamiento en el
crecimiento poblacional".

Por supuesto, hubiera sido demasiado escandaloso omitir desastres tan
evidentes. No obstante, se dejó a un lado una larga lista de perjuicios
causados por tantos años de desgobierno, como la destrucción de la
industria azucarera, que determinantes sectores económicos todavía se
encuentren distantes de los niveles productivos de 1989 (nada relevantes
entonces) y que Cuba hoy sea más dependientes del exterior que en 1959,
como han reconocido economistas oficiales. Por sólo citar algunos
problemas que asfixian la nación y ponen en riesgo su soberanía.

Nuevamente se trata de ignorar este lamentable escenario, y como de
costumbre utilizan subterfugios para tratar de justificar lo
injustificable. Así, se cita una desfavorable variación de los precios
de las exportaciones y las importaciones, que según se señala produjeron
una pérdida neta de 10 900 millones de dólares en el periodo 1997-2009;
fenómenos climatológicos que calculan ocasionaron daños por 20 564
millones de dólares y no podía faltar el pretexto estelar: el bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, al
afirmar que "no se ha modificado con la actual Administración de ese
país, y ha significado cuantiosas pérdidas".

En primer lugar, las pérdidas en el comercio exterior se deben a que
Cuba no tiene casi nada para vender. En el período citado, hasta importó
significativas cantidades de azúcar y café, incluso actualmente compra
en el extranjero el 80,0% de los alimentos consumidos, los cuales
mayoritariamente podrían producirse en el país, incluidas cantidades
exportables. La industria en volumen está a menos del 50,0% de los
niveles productivos de 1989 y ha desaparecido la flota mercante
nacional, otrora generadora de ahorros de divisas.

Por consiguiente, los problemas del comercio internacional de Cuba no
están dados por la relación de intercambio, sino por la ausencia de
excedentes exportables y la creciente dependencia de las importaciones.
Si se hubieran realizado zafras de al menos 6 millones de toneladas de
azúcar, o sea, por debajo de los más de 8 millones que se llegó a
alcanzar, la situación hubiera sido diferente. Ello debido a los precios
altos del azúcar mantenidos por años hasta hoy en el mercado
internacional, por lo regular superiores al de cualquier otro alimento;
habiéndose podido lograr considerables beneficios, lo que no sucedió
por la absurda destrucción de nuestra primera industria. Esto sin
entrar a analizar la falta de visión en cuanto a la producción de
derivados de la caña, como el etanol, que por tozudez e incapacidad
dejaron de desarrollarse.

En cuanto a los efectos de los fenómenos atmosféricos, lamentablemente
siempre generan pérdidas, como sucede en todas partes, pero en Cuba son
mayores debido al deplorable estado de las viviendas y toda la
infraestructura por tantos años de abandono y ausencia de mantenimiento,
y la falta de nuevas construcciones, en un país donde conseguir hasta
clavos es un problema complicado.

Sobre el supuesto bloqueo se soslaya que Estados Unidos es el quinto
socio comercial, con un intercambio de más de 4,6 miles de millones de
dólares en el período 2002-2010, según fuentes cubanas; el primer
emisor de remesas –probablemente más del 90,0% del total-, estimadas en
1,0 mil millones de dólares anuales; y con las medidas de apertura
tomadas por el Presidente Obama representa la segunda fuente de
turistas, después de Canadá, con 324 000 personas llegadas en vuelos
directos en 2010, monto a crecer de forma sustancial en 2011 como
consecuencia de nuevas medidas flexibilizadoras tomadas por la
administración estadounidense respecto a los viajes a Cuba.

Ciertamente, persisten prohibiciones improcedentes, entre las cuales
está la negativa a permitir a los ciudadanos norteamericanos vacacionar
e invertir en la Isla, así como importar productos cubanos. Esto
último no tiene mucha importancia comercial ahora, pues el país carece
de productos que ofertar a Estados Unidos, más allá de pequeñas
cantidades de tabaco y ron.

Resulta totalmente falso que Obama no haya tratado de buscar puntos de
acercamiento hacia La Habana. Por el contrario, ha realizado varios
gestos; todos rechazados tercamente por el gobierno cubano que ha hecho
todo lo posible por bloquear cualquier acercamiento sin tener en cuenta
los beneficios que tendría para la economía y el pueblo en general.
Ahora mismo se mantiene en la cárcel de forma absurda y contraproducente
a Alan Gross, lo cual impide a la actual Administración, presionada
internamente, dar pasos adicionales.

La vieja y desgastada práctica de buscar factores externos para
justificar lo injustificable del desastre nacional, se mantiene vigente.
Los graves problemas que atenazan Cuba y en la práctica podrían dañar
seriamente la soberanía nacional tienen esencialmente origen interno,
ocasionados por más de 50 años de desgobierno y la implantación de un
modelo político y social probadamente disfuncional.

http://www.cubanet.org/articulos/un-congreso-poco-analitico/

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