Wednesday, March 9, 2011

Un silencio que dura hasta hoy

Partido Independiente de Color

Un silencio que dura hasta hoy
Luis Felipe Rojas
Holguín 09-03-2011 - 4:52 am.

El silencio oficial sobre los hechos de 1912 intenta ocultar el racismo
existente cien años después.

Han pasado ya cien años desde que comenzaran, en 1910, las gestiones
legislativas de la entonces joven República para derogar el único
partido en la historia de Cuba que agrupó a sus miembros por identidad
racial. Van a cumplirse cien años, en 1912, de la matanza de aquellos
"independientes de color", como se les conoce mejor entre los pensadores
cubanos.

Dos cuestiones trae a debate entre los investigadores cubanos el tema
del levantamiento en armas de negros y mulatos, dirigidos por Evaristo
Estenoz y Pedro Ivonet, contra la intención oficial de proscribir
aquella agrupación partidista. La primera es si en realidad fue una
matanza de tales proporciones que pueda hablarse de miles de víctimas.
La segunda es si en realidad resultaba necesaria la filiación por
interés racial.

La historiadora María de los Ángeles Meriño (entre menos de una decena
de intelectuales que se han ocupado del tema) es quien parece haber
hurgado más en los archivos. Su libro Una vuelta necesaria a Mayo de
1912 (Letras Cubanas, La Habana, 2006) es de los estudios que rebaten la
posibilidad de una matanza de tal magnitud. Meriño Fuentes prueba con
algunos datos que la matanza no pudo ser multitudinaria.

¿Es concluyentes su investigación? De ninguna manera. El hecho de que la
historiografía más reciente no haya chocado aún con las pruebas
definitorias en cuanto a la cantidad de muertos y la real crueldad de
los hechos, no ha puesto todavía sobre el tapete la última palabra.

¿El debate? ¿Cuál debate?

¿A quién convino alterar la cifra de muertos de 1912? ¿A los propulsores
de una nueva intervención? ¿A los redomados que se alteraron al ver la
fuerza de un partido que había nacido con una evidente fundamentación
racial?

Las preguntas se debaten hoy en el aire buscando un asidero más allá de
los apasionamientos. El silencio sobre la eliminación de los
Independientes de Color guardado durante medio siglo de República
coincide criminalmente con el que han mantenido durante más de medio
siglo los autócratas verde olivo. La celebración de los centenarios,
tanto de la creación del Partido Independiente del Color, como de los
sucesos de 1912, donde murieron tantos (¿cuántos en realidad?) cubanos
de la raza negra, pasa por el ostracismo más feroz.

Ya se ha anunciado a todo trapo una Comisión organizadora, constituida
más bien para contrarrestar a los pensadores independientes que para
clarificar la veracidad de aquel suceso. Han pasado varios meses desde
su fundación y no han aparecido aún los primeros textos, programas del
evento, los debates públicos (por lo menos en las instituciones
especializadas). ¿Será definitiva la institución de silencio sobre la
mal llamada "guerrita del 12"?

A liberales y conservadores de entonces les servía como justificación
para el silenciamiento la idea de "prevenir una tercera intervención
norteamericana". A los gobernantes cubanos de hoy, les horroriza la idea
por contemporánea: podría lugar a protestas de un grupo de negros por
haber sido sacrificados en África. Y no hay que olvidar que la población
negra es el sector más vulnerable (racialmente) de la crisis cubana y
una fracción oposicionista que cada día más intenta demostrar los
perjuicios del racismo actual.

Racialidad, racismo y actualidad

El silencio impuesto por la esfera ideológica del Partido Comunista de
Cuba sobre los hechos de 1912, además de coincidir con el de los
oligarcas de la República, forma parte del racismo actual que procura
ocultarse. ¿No son acaso Santiago de Cuba y Guantánamo dos de las
provincias cubanas de más atraso social en el país? ¿No han ocurrido en
ellas, cien años después, algunas de las mayores violaciones en el tema
de los derechos humanos de la historia de Cuba?

La población carcelaria cubana, joven y negra; los actos de repudio, con
las consabidas dosis de vejación y racismo y los interrogatorios feroces
a que son sometidos algunos negros opositores con ofensas o la intención
de hacerlos ver como desagradecidos que no han visto "lo que la
revolución ha hecho por ustedes", son volcanes dormidos para un buen debate.

¿A quiénes y hasta cuándo debemos agradecer los negros por ser libres y
no morir en el intento? Instituciones como la UNEAC y el Instituto de
Historia de Cuba coordinan un evento sobre la matanza de los
"independientes de color" y el ascenso y caída de aquel partido que
intentó reivindicar un sector poblacional. Y sería "una vuelta
necesaria" al tema si el intento procurara la verdad histórica y
sirviera para preguntar por un país para todos: negros y blancos.

http://www.diariodecuba.com/opinion/3502-un-silencio-que-dura-hasta-hoy

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