Wednesday, July 12, 2017

'Colirios de agua hervida y mucha higiene', el único alivio a la conjuntivitis en Santiago

'Colirios de agua hervida y mucha higiene', el único alivio a la
conjuntivitis en Santiago
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 12 de Julio de 2017 - 16:16 CEST.

A la hija de 4 años de Javier le dio un dolor de oído en plena
madrugada. Su padre intentó calmarla con algunos remedios caseros.
Finalmente, ante sus gritos de dolor, decidió llevarla al Hospital
Infantil Sur, conocido como La Colonia. Allí la medicaron y lograron
estabilizarla. Al día siguiente la niña despertó con los "ojos pegados".

Javier volvió con su hija al hospital en la mañana. El diagnóstico,
conjuntivitis viral. La medicina prescrita por los doctores, fomentos de
agua hervida tibia y mucha higiene.

Yunaika fue a visitar a su sobrino en el mismo hospital. Al salir, le
comenzó un ardor en los ojos. Esa misma noche se dirigió al Hospital
Clínico Quirúrgico Juan Bruno Zayas. Su diagnóstico, conjuntivitis
hemorrágica. La medicación, la misma: fomentos de agua hervida y unas
gotas florales bajo la lengua.

La conjuntivitis es la epidemia veraniega que asola la ciudad de
Santiago de Cuba. En medio del Festival del Caribe y los preparativos
del carnaval, las autoridades sanitarias insisten en la higiene como
factor principal para su prevención.

La enfermedad, sin embargo, una vez que infecta al habitante de una
vivienda, usualmente contagia a los demás. No es raro ver en algunos
hogares a todos los familiares enfermos, incluso se extiende a casas o
apartamentos adyacentes.

"Es muy difícil contener el contagio dentro de la casa. Los doctores te
dicen que tienes que lavar las sábanas y fundas todos los días, pero con
la escasez de agua, lo más que uno hace es darle una lavadita a las
fundas", dice Yunaika.

Para la doctora especialista en Medicina General Integral del
consultorio de Javier, "la epidemia está en el ambiente. La sequía, el
polvo y el intenso calor son sus causas".

Se trata de la misma explicación que ofrece de forma oficial el
Ministerio de Salud Pública.

"Las curas con fomento de agua son lo mejor", argumenta la doctora. "Los
colirios, como el Cloranfenicol, son para aliviar las molestias, pero no
se recetan porque no hay. Todos los antihistamínicos están en falta",
concluye.

La falta de medicamentos en las farmacias es común, pero la situación se
ha acentuado en los últimos tiempos, según se han quejado pacientes y
hasta los propios médicos.

A Javier le resultó una odisea tratar a su niña.​ "No tenía apósitos o
algodón para limpiarle los ojos, porque el algodón está regulado por la
libreta para la menstruación de las mujeres. Gracias a mi mamá, que
compró vendas, hicimos los fomentos", cuenta.

Pero con las malas manipulaciones iniciales, se contagiaron él y otros
miembros del grupo familiar. Yaimara es otro caso.

"Salí con mi niña al parque y cuando regresamos tenía los ojos rojos",
señala. "Me contaminé yo, y mi mamá también".

Ella sí pudo "conseguir" Cloranfenicol. Se lo recetaron porque, en el
momento de su consulta, estaba "en existencia" en la farmacia del
Clínico, hospital que, junto a La Colonia, son las instituciones
sanitarias encargadas de atender la epidemia.

Luisito, de 57 años, se contagió por su hijo y no fue al hospital para
tratarse. Para él resultaba inútil acudir a una instalación médica, casi
en la periferia de la ciudad, a que le prescribieran un método de agua
hervida.

Siguiendo consejos de la medicina popular, hirvió la flor de vicaria
para hacer fomentos. Como resultado, casi se queda ciego.

"Me hizo una reacción alérgica", dice. "Perdí momentáneamente la visión
de un ojo. En cuanto cambié para el agua sola, mejoré", pero extraña el
alivio que pueda ofrecerle un colirio.

"Hay que tener huevos para aguantar la picazón y la arenilla sin
restregarse los ojos. Fueron seis días de tortura", lamenta.

Concluye que la higiene es fundamental, pero sin agua y con una sola
sábana tuvo que "inventar".

"Cogí una camisa vieja, la ripié en pedazos que utilizaba para
envolverme la cabeza cuando me ponía el fomento. Los trapos recogían el
agua que salía de las gasas. Al otro día los lavaba y los ponía al sol,
que de lo fuerte que está, mata todos los microbios", concluye.

Source: 'Colirios de agua hervida y mucha higiene', el único alivio a la
conjuntivitis en Santiago | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1499868966_32518.html

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