Saturday, May 21, 2016

La increíble y triste historia de los cubanos de Urabá

La increíble y triste historia de los cubanos de Urabá
Por Germán Manga

Desde 2014, redes de coyotes colombianos han movido por nuestro
territorio, desde las fronteras ecuatoriana y venezolana hasta Urabá,
entre 40 y 60 mil migrantes cubanos.

En otra clara demostración de lo rápido y fácil que se forma y progresa
una industria criminal en Colombia, el cierre de la frontera con Panamá
el pasado 9 de mayo puso al descubierto el vergonzoso rol de nuestro
país en el masivo movimiento de familias cubanas hacia Estados Unidos
por vía terrestre.

En los últimos años redes de coyotes y transportadores nacionales,
mueven por nuestro territorio, desde las fronteras ecuatoriana y
venezolana hasta Urabá, en buses, camiones, lanchas, chalupas y hasta a
lomo de mula, a miles de mujeres, hombres y niños que huyen de la
miseria cubana en busca del sueño americano.

Para lograrlo cuentan con medios de transporte, instalaciones para
alojamiento y alimentación. Y una sofisticada y extensa red de cómplices
y trabajadores que sobornan en el camino autoridades militares y de
policía para que los dejen pasar. Al mismo tiempo muchos de ellos
explotan constantemente y sin compasión a sus pasajeros.

El caso de los centenares que hoy están represados en Turbo y otras
ciudades de Urabá no es excepcional ni aislado. Es parte de un tráfico
antiguo que se hizo intensivo desde octubre de 2014 y ha movido hasta
ahora entre 40 y 60 mil personas.

Como todas las migraciones masivas de los últimos años, esta se debe a
la paupérrima situación económica de Cuba. En Estados Unidos la Ley de
Ajuste Cubano garantiza a los nacionales de ese país su permanencia en
Estados Unidos una vez que logren pisar su territorio. El cambio de la
política de Washington hacia Cuba, impulsado por Barack Obama, creó en
la isla el temor de que pronto deroguen la ley y desató esta nueva ola
de migración masiva que supera en dimensión e importancia la de los que
huyeron o intentaron huir hacia Miami en balsas improvisadas en los
años 90.

Esta vez organizaron una cinematográfica travesía a través de ocho
países. Son familias enteras, abuelos, padres, niños, muchos de ellos
profesionales, que venden todas sus pertenencias para llegar a Estados
Unidos porque saben que en Cuba no tienen oportunidades para progresar y
que los beneficios de la nueva relación con Estados Unidos tardarán
muchos años en llegar a la población.

Desde octubre de 2014 comenzaron a salir en avión hacia Ecuador, país
que no les exigía visa. Entraban a Colombia, desde Tulcán, atravesando
el río Carchi hasta Ipiales. Ahí comenzaban su tortuosa relación con los
coyotes: travesías a pie, a caballo, en bus, en camiones cargados
también con mercancías, frutas o verduras, evadiendo retenes y
controles para llegar a Pasto, Cali, Medellín y de ahí Turbo para
llegar por el Darién a Panamá.

A partir de enero de 2016 Ecuador restableció la visa lo cual desplazó
el tráfico hacia Guyana, otro país que no les exige visa y desde donde
comenzaron a migrar este año masivamente hacia Colombia por Venezuela, a
través de las mismas rutas por donde huyen desde hace varios años,
integrantes de las misiones militares médicas y técnicas al servicio del
chavismo.

Como en la aterradora migración de centroamericanos hacia USA en el tren
"La Bestia" de México, muchos han muerto en accidentes o asesinados por
los coyotes. En sus testimonios a medios de Estados Unidos al final de
la aventura varios refugiados han contado esas y otras vicisitudes y
sacrificios a lo largo de la travesía y detallan múltiples abusos de
los traficantes y de la policía a lo largo de su viaje por Colombia.
Denuncian que en el paso a Centroamérica algunos fueron obligados a
transportar droga. Y causó especial conmoción la historia reciente de
una pareja que en el borrascoso paso desde Urabá hasta La Miel, en
Panamá, a bordo de una pequeña embarcación, perdieron a su pequeño hijo
y al llegar a tierra se ahorcaron.

El tráfico masivo de cubanos por 8 países, que fluyó sin muchas
dificultades durante más de un año, comenzó a tener problemas en
noviembre de 2015 cuando atendiendo un pedido del gobierno de Castro
Nicaragua les cerró su frontera Luego lo hizo Costa Rica. Y en el último
mes de mayo también Panamá, un viraje sorprendente de conducta porque
era uno de los pocos países de la ruta con gobierno amigable, que llegó
a transportar cubanos en embarcaciones y aviones oficiales. Después de
permanecer varias semanas en precarios refugios, con el apoyo de sus
familiares en Estados Unidos muchos están resolviendo sus dificultades
viajando desde esos países hacia México en avión. A diferencia de lo que
hacen con salvadoreños, hondureños y guatemaltecos, ese país les ha
facilitado desde el comienzo el tránsito a Estados Unidos.

Muy poco han dicho sobre esta enorme y grave crisis humanitaria, similar
con sus historias de éxito y fracaso, de opresión, injusticia,
sufrimiento y muerte a la de los refugiados sirios en Europa o a la de
los africanos en el estrecho de Lampedusa, nuestro Ministerio de
Relaciones Exteriores, Migración Colombia, ni la Policía Nacional. Los
centenares de cubanos que ahora están varados en nuestro golfo de Urabá,
en Sapzurro, Capurganá, Acandí y Turbo, ponen al descubierto el
secretismo y esa rara conducta del gobierno y del estado de nuestro
país frente a la crisis, pero posiblemente los obligue, como ocurrió en
los países centroamericanos, a tomar acciones rápidas para que sigan su
travesía. Sería muy importante que además de ello desplegaran una
operación policial y judicial de envergadura para desarticular las
organizaciones criminales que crearon este infame tráfico de personas en
gran escala –sin antecedentes en Colombia- y para que reciban el
castigo correspondiente a sus delitos. Soñar no cuesta nada.

@germanmanga

Source: La increíble y triste historia de los cubanos de Urabá -
http://www.semana.com/opinion/articulo/german-manga-migrantes-cubanos-que-pasan-por-uraba/474128

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