Cuba y las manzanas podridas
María Castro, hija de Raúl, dijo que todo el mundo quería conocer 'la
manzana prohibida', Cuba
La novedad que despierta Cuba es la misma que despertó China cuando se
abrió al capitalismo
El último preso político de Tiannamen, Miao Deshun, será liberado este otoño
Kim Kardashian se hace un 'selfie' junto a su esposo, el músico y rapero
Kayne West en La Habana, el 4 de mayo. Desmond Boylan AP
GINA MONTANER
La noche del desfile de Chanel en el Paseo del Prado habanero Mariela
Castro, la hijísima de Raúl Castro, declaraba ufana que "todo el mundo
quiere venir" para conocer la apetitosa "manzana prohibida". Se refería
a Cuba y el deseo de muchos, dijo, de "saborearla, disfrutarla y conocerla".
Como Mariela y su dinastía forman parte de ese mundo privilegiado que es
la nomenclatura castrista, ella y diversos familiares departieron con
los celebrities y el Kaiser Lagerfeld como si se tratara de un posado
para la revista ¡Hola!
No le falta razón a esta mujer que hace las funciones de Primera Dama
junto a su padre cuando afirma, no sin sorna, que "finalmente el mundo
se abre a Cuba". En efecto, hay cubamanía, un entusiasmo que también se
vivió cuando los comunistas chinos decidieron apostar por el capitalismo
controlado por el estado. La novedad de la isla caribeña, en la que
ahora los famosos hacen photocall, es la misma que cuando los turistas
comenzaron a viajar en hordas a China para disfrutar de los lujos de
Shangai y la compra de artículos de marca falsificados.
Lo que hoy ya es habitual en el país asiático es el carro al que
pretende montarse el régimen castrista: atraer negocios e inversores,
siempre y cuando el statu quo político permanezca intacto. O sea, con
Mariela y su familia a salvo de un estado de derecho con elecciones
libres que barra de una vez el inmovilismo que perdura desde hace más de
cinco décadas. Cuando la hija de Raúl, que ostenta cargos no por medio
de la meritocracia sino de la castrocracia, presume de la "manzana
prohibida", no lo hace pensando en el recetario que el presidente Obama
les recomendó al afirmar que el verdadero cambio pasa por la transición
a la democracia.
SIN EMBARGO, CONVIENE RESALTAR (POR UNA CUESTIÓN DE PRINCIPIOS FRENTE A
LA "BANALIZACIÓN DEL MAL") LA NOTICIA DE QUE EL ÚLTIMO PRESO POLÍTICO DE
LAS REVUELTAS DE TIANANMEN PODRÍA SER LIBERADO EN OTOÑO DESPUÉS DE
CUMPLIR 27 AÑOS DE PRISIÓN
Hablemos claro: en estos días de barcos cruzando el Estrecho de la
Florida, modelos contoneándose en una pasarela fuertemente vigilada por
la Seguridad del Estado y turistas accidentales que lo mismo se compran
una guayabera en La Habana Vieja o encargan en China un traje de seda
hecho a la medida, merece la pena mencionar lo que ningún guía va a
explicar ni en La Habana ni en Beijing.
Por ejemplo, un recorrido en el Museo de la Revolución no puede incluir
un repaso de los fusilamientos en el presidio político cubano. Ni
Mariela Castro va a dar una conferencia magistral en el Adonia sobre los
campos de trabajo forzados de la UMAP, donde los homosexuales, entre
otras víctimas del castrismo, sufrieron todo tipo de vejaciones. ¿Cómo
iba a hacerlo? Ella es el rostro agraciado y humano de una dinastía
enquistada en el poder.
Todavía hoy en China los visitantes no se atreven a preguntar
abiertamente sobre la matanza de Tiananmen en 1989 y sus guías pueden
acabar en la cárcel si abordan este asunto tabú. Sin embargo, conviene
resaltar (por una cuestión de principios frente a la "banalización del
mal") la noticia de que el último preso político de las revueltas de
Tiananmen podría ser liberado en otoño después de cumplir 27 años de
prisión.
Miao Deshun tenía 25 años cuando fue arrestado junto con otros 1,500
jóvenes que luchaban por el cambio. Hoy, a sus 51 años, lo poco que se
sabe de él es que está muy enfermo y sufre brotes de esquizofrenia por
el maltrato sicológico y físico que ha sufrido. Gracias a la Fundación
Dui Hua, una organización pro derechos humanos con sede en San
Francisco, la causa de Deshun y otros disidentes no cayó en el olvido,
pues a lo largo de los años han exigido al gobierno chino la liberación
de los opositores.
¿Recuerdan que durante la visita de Obama a Cuba un periodista de CNN
provocó la ira de Raúl Castro cuando le preguntó por los prisioneros
políticos? Bien, esa es la realidad que todo el brillo del granito
pulido del Paseo del Prado no podrá tapar. La miseria moral de un
gobierno que Mariela Castro y su corte no pueden ocultar a golpe de
sarcasmo y con imágenes para la prensa rosa. Hoy por hoy Cuba es una
manzana podrida y rodeada de moscas por todas partes.
Escritora residente en Miami.
©FIRMAS PRESS
Twitter: @ginamontaner
Source: Cuba y las manzanas podridas | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/gina-montaner/article76362052.html
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