"Obama, Bergoglio y los Castro"
marzo 2, 2016 11:35 am·
Lo curioso es que no vemos que ese peregrinaje repetido a Cuba no se
extiende también a Pekín, Hanói o Piongyang
Miami, Florida, Julio M. Shiling, (PD) Si incluimos su jefatura de jure
del Partido Comunista Cubano, Fidel Castro es el dictador con más
duración en el poder, desde que se inició el siglo XX. Si hacemos más
que cuantificar este hecho y los procesamos por la lupa empírica de su
dominio político, vemos como, cualitativamente hablando, su crueldad
incuestionable le concede el título adicional de tirano. El heredero del
trono dictatorial, no ha sido nadie menos que su hermano Raúl Castro,
individuo que porta un buen expediente, propiamente, de crímenes
bárbaros. Cuando se le añade el punto de que cerca del setenta por
ciento de la economía del país subyugado, está en manos de la élite en
el poder, la dictadura de los Castro refleja matices claras de ser una
oligarquía militar dinástica de facto. Teóricamente, la izquierda
radical debería ser antitética a este esquema político. Juzgando por la
actitud del Presidente Barack Obama y el Papa Francisco hacia el
castrocomunismno, no parecería molestarlas estas incongruencias morales
e inconsistencias ideológicas.
Primero, definitivo debe de estar a estas alturas que, tanto el
presidente norteamericano como el Obispo de Roma, poseen preferencias de
ideología que guían y explican su conducta humana. Obama, limitado por
un formato rígido de frenos y contrapesos, se ha visto obligado a
ejercer como un socialdemócrata y no cruzar la línea de la radicalidad.
Jorge Mario Bergoglio, de haber heredado el título actual cuando el
comunismo soviético aún vivía, evidenciaría sus posturas más
desprendidas de los disfraces lingüísticos y conceptuales de la
moderación que ahora emplea. La geografía en el caso de Obama y el reloj
histórico en el del Papa Francisco, atenuaron sus proyecciones al mundo,
pero nada hizo para alterar el trasfondo filosófico de estos que está
encadenado a la visión de lucha de clases y su contextura de
determinismo económico envuelto en leyes de la historia imaginadas.
No han sido pocos los marxistas (y no-marxistas) que nos han repetido
que el proyecto del comunismo cubano, desde hace tiempo, dejó de
existir. El revisionismo de los años 1990´s lo rebosó de
contradicciones. Luego el raulismo y su versión del perfeccionamiento
empresarial del siglo XXI ofrecieron más leña a la hoguera. Sin embargo,
vemos como aún así eso no ha frenado a socialistas de todo el orbe que
han seguido viajando a Cuba, a rendirle pleitesía al dictador comunista
más longevo y su régimen. Lo curioso es que no vemos ese peregrinaje a
Pekín, Hanói o Pionyang. Estos también son países comunistas y China y
Vietnam han embarcado desde hace tiempo en el trayecto del sincretismo
político. ¿Por qué Cuba comunista?
El castrocomunismo le salvó la vida al socialismo después de la caída
del Muro de Berlín. El invento de Fidel Castro llamado el Foro de Sao
Paulo, rescató la subversión roja. La metodología frontal de guerrillas
rurales y urbanas, fue sustituida por las enseñanzas de Antonio Gramsci,
Eduard Bernstein y los fabianos. Tomar el poder desde adentro, impactar
la cultura hegemónicamente y cooptar el comercio, la religión organizada
y otras instituciones.
Criticando a los Hegelianos Jóvenes, Karl Marx no sólo condonó sino
justificó el pragmatismo que se ha ejercido en China, Vietnam y en Cuba
desde la década de los 1990´s. En su "Tesis sobre Feuerbach", Marx fue
claro al discernir sobre la supremacía de la práctica revolucionaria
sobre consideraciones dogmáticas de la teoría. Todo ejercicio de
pensamiento divorciado de la "práctica", según el coautor del marxismo,
es sólo una cuestión académica ("escolástica"). El peregrinar a la casa
de los Castro, es llevado a cabo por esos que entienden bien sobre el
predominio del pragmatismo práctico sobre el dogma terco y el impacto
favorable que éste planteamiento ha tenido para la supervivencia del
socialismo como modelo político y moral.
Cuba comunista es la esperanza, última y mejor, del neomarxismo en el
Hemisferio Occidental (y posiblemente el mundo). Su existencia asegura
una continuidad de la acostumbrada subversión roja y su guerra
hegemónica por el poder político. Obama y el Papa Francisco entienden
bien eso. Que en Cuba el castrismo impunemente arrase con iglesias,
torture, encarcele a opositores, expropie a trabajadores sus salarios,
arrastre por los pelos a mujeres, son pormenores que mortifican, pero no
los disuade a cambiar curso y enfrentar la barbarie, como le
correspondería al líder de la democracia más potente del planeta y el
jerarca de la Iglesia Católica.
jmshiling@patriademarti.com; Julio M. Shiling
Source: "Obama, Bergoglio Y Los Castro" | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/obama-bergoglio-y-los-castro/
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