Los hipercríticos de la oposición cubana
Se ensañan con la parte de la disidencia que participa en reuniones en
otros países y redacta documentos
lunes, febrero 15, 2016 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba.- Algunos analistas de los asuntos cubanos radicados en
el exterior cada vez son más escépticos y críticos con la disidencia,
ninguna de cuyas acciones –o falta de ellas- les parece apropiada.
Entre los que no escatiman las mofas y los dardos envenenados en sus
análisis, se destaca Arnaldo M. Fernández, un mordaz señor que vive en
Broward y escribe inmisericorde en Cubaencuentro. A él y otros
cubanólogos hípercríticos parece disgustarles que aun respire la
oposición prodemocrática –la de verdad, quiero decir, no los sucedáneos
de ella-, que no ha logrado ser borrada del mapa a pesar de sus
desavenencias, sus errores y su evidente descolocación en el escenario
actual.
Hay que admitir que resulta difícil rebatir a estos hipercriticistas,
porque básicamente, tienen razón en mucho de lo que dicen.
No podemos negar que la oposición parece anquilosada, aquejada por una
artritis tan paralizante o aún mayor que la del régimen, que parece
estar más advertido que la oposición de los riesgos que corre, y por eso
es tan cuidadoso en sus movidas de un paso atrás y medio paso hacia delante.
Los hipercríticos se ensañan con la parte de la disidencia –o lo que
últimamente se presenta como tal- que participa en reuniones en otros
países y redacta documentos cuyo impacto real no rebasa los límites
mediáticos, todos similares, donde el principal acuerdo –que no se
logra- es que hay que ponerse de acuerdo.
También critican a los que han creado agendas, foros y mesas de unidad
que, en vez de complementarse y establecer concertaciones, lo que hacen
es pugnar por convertirse en parlamentos de la sociedad civil y no lo
consiguen, sino que se dividen y subdividen. Y se culpa de ello al
personalismo, la falta de autorregulaciones democráticas, etc. Y también
a los cizañeros enviados por la Seguridad del Estado, que han
resultado ser más numerosos, eficientes y ubicuos de lo que
sospechábamos (¿también entre los cubanólogos?).
Los más atacados por los hípercríticos son las Damas de Blanco, los
activistas de #TodosMarchamos y los opositores con discurso de
barricada, cuyo martirologio a manos de los represores asusta tanto a la
población que no quiere ni enterarse de lo que les ocurre. Y menos
quiere darse por enterado un mundo que no se preocupa de otra cosa que
no sea el dinero y los negocios.
Los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea parecen decididos a
ponerle la luz verde al capitalismo de estado militarizado, timbirichero
y sin libertades políticas del régimen de Raúl Castro. Y esa actitud
norteamericana y europea está teniendo consecuencias muy negativas. No
solo porque permite el reacomodamiento del castrismo, sino también
porque agravia, despecha y empecina a los opositores.
Últimamente, en contraste con la empalagosa babosería pro-norteamericana
masiva que hay en Cuba luego del 17D, ciertos opositores, de tan
adversos al 'engagement' de Obama, se muestran casi tan soberbia y
empecinadamente anti-yanquis como Fidel Castro en sus buenos tiempos,
cuando se enfrascó en aquel demencial enfrentamiento que anunciara en
memorable carta escrita a Celia Sánchez en la Sierra Maestra, en junio
de 1958.
Tanta intransigencia y tozudez distancia de los intereses de la mayoría
de la población al sector más radical de la oposición. Los pone casi a
la par del sector más ortodoxamente inmovilista y retranquero del
régimen. Ambos bandos, distantes de la realidad y en minoría, se
comportan cual si estuviesen en un campo de batalla. Y eso, a no muy
largo plazo, resultará desastroso.
A mitad del camino debe andar la solución. Pero no es precisamente la
que propugnan ciertos personajes que se presentan como disidentes
moderados de última hora, a los que se les pelan las rodillas en la
búsqueda de acomodo en los muy angostos resquicios legales del régimen,
los santones que hablan de dialogar y perdonar a quienes nunca han
pedido perdón ni diálogo. De engañifas, simulaciones e hipocresía ya
tenemos bastante.
luicino2012@gmail.com
Source: Los hipercríticos de la oposición cubana | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/los-hipercriticos-de-la-oposicion-cubana/
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