Friday, February 19, 2016

La dictadura elitista del PCC

La dictadura elitista del PCC
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES | Los Ángeles | 19 Feb 2016 - 8:55 am.

Tanto la cúpula gobernante de La Habana, como los militantes de la
izquierda latinoamericana y mundial se ofenden cuando el régimen militar
castrista es calificado de dictadura. Entretanto, los jefes de Estado de
todo el mundo le dan al general Raúl Castro el trato de honorable
presidente y no de dictador.

La Habana argumenta que en Cuba no hay una dictadura sino la más
auténtica democracia del planeta, pues al no haber propiedad privada
capitalista no existe la explotación del hombre por el hombre, y el
Estado y el Partido Comunista son una expresión del pueblo en el poder,
etc, etc.

No obstante, los marxistas, post-marxistas y tercermundistas
"comecandela" que se dan cita en el Foro de Sao Paulo (creado en 1990
por iniciativa de Fidel Castro y Lula Da Silva) o los indignados que
militan en el partido español Podemos, por ejemplo, no quieren que les
llamen comunistas, sino anticapitalistas, antisistema, indignados o
socialistas. La palabra comunista huele a fracaso. No les gusta.

Pero sí son comunistas, de nueva generación, discípulos todos del más
conspicuo ideólogo anticapitalista de la historia: Karl Marx, quien
enunció que el Estado resultante de una revolución socialista es una
dictadura(¿del proletariado?).

No importa que ya no se hable del proletariado, vocablo que erosiona sin
remedio la revolución tecnológica, que va diluyendo la clásica imagen de
los obreros de cuello azul saliendo de fábricas con chimeneas humeantes.
Pero el poder de las "masas indignadas" es la meta de los neocomunistas,
ahora mezclados con anarquistas remanentes del siglo XIX que ni cuenta
se dan de su origen decimonono.

Razones matemáticas

¿Y cómo es estructuralmente esa dictadura? En Cuba se aprecia su
naturaleza tiránica no solo por su ideología autoritaria, sino por
razones matemáticas muy poco conocidas internacionalmente.

Es simple: según la Constitución socialista, el Partido Comunista (PCC)
"es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado". O sea, el
PCC y no el presidente del país y el Gobierno, son constitucional y
legalmente la máxima expresión del poder político en la Isla.

Resulta que ese partido-Estado cuenta con unos 720.000 miembros, y la
Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) con unos 450.000 militantes, pero el
país tiene 11,2 millones de habitantes. Nueve de cada 10 cubanos no son
comunistas, en un país comunista.

Como el Partido Comunista y no la UJC es la máxima instancia de poder
político y, según las estadísticas oficiales, la Isla tiene ahora 8,9
millones de ciudadanos adultos (mayores de 16 años), ello significa que
únicamente el 7,9% de los adultos cubanos son militantes del PCC. El
otro 92,1% no es comunista.

Si se repasa la historia de los 35 países que padecieron o padecen aún
regímenes marxistas, observamos lo mismo. China tiene 1.376 millones de
habitantes (en 2015) y el Partido Comunista cuenta con 88 millones de
miembros (aunque muchos son millonarios). Es decir, 1.288 millones de
chinos no son comunistas, el 93,3% de la población total.

En Vietnam es peor. Hay 91,7 millones de habitantes y 87,3 millones no
son militantes. O sea, el 95,3% de los vietnamitas no son comunistas.
En la Unión Soviética, en julio de 1990, un año antes de desintegrarse,
sólo el 6,5% de los 290 millones de habitantes del país pertenecía al
Partido Comunista, es decir, 271 millones de soviéticos no eran
comunistas. Y un porcentaje parecido, o inferior de militantes
comunistas, tuvieron todos los países de Europa del Este antes de la
caída del Muro de Berlín.

En Cuba, 8,2 millones de cubanos mayores de 16 años (adultos según la
ley) no pertenecen al PCC. Y es el otro 7,9% de la población adulta el
que conforma un patriciado de ciudadanos de primera clase con licencia
para ocupar todos los cargos públicos del Estado y el Gobierno, las
fuerzas armadas, el dizque parlamento y todas las instituciones,
incluyendo los jefes de departamentos y oficinas de todo tipo. No hay
jefe de mediana importancia en Cuba que no sea miembro del PCC.

La plebe sin derechos

Esa nueva clase alta comunista —que denunciara en su tiempo el
yugoslavo Milovan Djilas— tiene derechos civiles y políticos que le
están negados al 92,1% de los cubanos, que constituyen la plebe sin
derecho a elegir a los delegados que asisten a los congresos del PCC en
los que se conforma el Comité Central y el Buró Político, formalmente la
cúpula que por encima del Estado gobierna el país.

Y digo formalmente porque esos delegados a los congresos partidistas
tampoco proponen ni eligen a nadie. Solo comen bien durante unos días
en el magnífico restaurante El Bucán del Palacio de las Convenciones, y
levantan la mano para aprobar todo lo decidido ya por un grupo de 16 o
17 personas que integran la Junta Militar que en verdad manda en Cuba,
integrada por el dictador, algunos miembros "calificados" (los militares
y los "históricos") del Buró Político, y los generales de la Junta
Militar no miembros del Buro Político. Y punto.

La propaganda castrista insiste en que hay democracia en la Isla porque
todos los ciudadanos pueden votar por delegados locales al Poder Popular
y diputados a la Asamblea Nacional que eligen al Consejo de Estado y al
presidente del país.

Eso es falso por dos motivos: 1) los candidatos a delegados en cada
circunscripción de los 168 municipios de la Isla son seleccionados por
el PCC municipal y los votantes no tienen posibilidad de elegir a
alguien que no sea comunista; y 2) los candidatos a diputados
nacionales son militantes del PCC y encima van en la boleta como
candidatos únicos que ya ha escogido el PCC. O sea, cada diputado es
designado por el Partido antes de que se celebren las elecciones.

Obedecer sin chistar

Además, en la Asamblea Nacional, que se reúne solo seis días en el año,
los diputados se limitan igualmente a comer bien y aprobar todo lo
decidido por el dictador, el Buró Político y la Junta Militar, que
seleccionan al Consejo de Estado, al presidente de la República, al
presidente de la Asamblea Nacional y al Consejo de Ministros. Desde su
creación en 1976, el "parlamento" cubano nunca ha registrado un voto en
contra de algo propuesto por el dictador o el Partido.

Pero hay más, si bien la cúpula del PCC es muy poderosa, la masa de
militantes de base no lo es. El PCC se rige por una férrea disciplina de
tipo militar. Los militantes no tienen vías para cuestionar lo que dicen
u ordenan sus superiores —con fuerza de dogma religioso—, ni para
debatir u opinar sobre la crisis nacional que estrangula al país. José
Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Partido, se encarga de
amenazar constantemente a la militancia para que obedezca sin chistar,
pues sufre la misma pobreza y malnutrición que el resto de la población.

En fin, la castrista es una dictadura químicamente pura de un
partido-Estado militarizado al que pertenece solo el 6,4% de los
habitantes del país y cuya elite dirigente no confía siquiera en los
militantes de base, pese a que son equivalentes a los patricios del
Imperio romano.

Dicho en pocas palabras, un gobierno "revolucionario" que se jacta de
tener el apoyo del pueblo asfixia la "soberanía popular" o "autoridad
soberana" de que hablaba Jean-Jacques Rousseau hace 254 años, que
únicamente existe si el pueblo ejerce su derecho al sufragio universal
para elegir libremente y legitimar a sus gobernantes. Raúl Castro no es
presidente legítimo de Cuba y sí su auténtico dictador.

Source: La dictadura elitista del PCC | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1455489782_20217.html

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