Thursday, January 7, 2016

Topar precios sería retroceder en las reformas

Topar precios sería retroceder en las reformas
ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 6 Ene 2016 - 6:09 pm.

El desconcierto que exhibió el gobernante Raúl Castro durante la
reciente sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular tras la
intervención de un diputado que se quejó de los altos precios de los
productos del agro es otro indicio de que las reformas económicas —o la
actualización del modelo, según el discurso oficial— no atraviesan por
un buen momento.

El General-Presidente, enfurecido, dirigió su mirada al zar de la
economía, Marino Murillo, y le expresó que algo había que hacer, con
prontitud, para resolver ese estado de cosas, en una evidente alusión a
un tope de precios en el sector. Y Murillo, por supuesto, solo atinó a
decir: "Yo siempre estaré al lado de Raúl".

Lo cierto es que el conjunto de medidas tomadas por las autoridades, que
aspiraban a aumentar los niveles de producción y acercar los productores
a los consumidores, no lograron que los precios disminuyeran. Ni la
reactivación de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC),
ni la entrega en usufructo de tierras ociosas, y ni la puesta en
práctica de nuevas formas de comercialización han conseguido el objetivo
propuesto.

No obstante, el ritmo de los cambios económicos requiere que se
mantengan esos métodos indirectos en aras de contrarrestar la escalada
de precios. Claro, sería preciso profundizar en las reformas, no agobiar
a los productores con excesivos contratos de venta al Estado, y que los
usufructuarios trabajen sin el temor de que en cualquier momento el
Gobierno los despoje de las tierras. Así se fomentaría una sana
competencia que, a la postre, haría bajar los precios.

Sin embargo, la impaciencia o las presiones de los elementos de línea
dura en la nomenklatura están a punto de propiciar un tipo de
intervencionismo directo por parte del Gobierno: topar los precios de
venta a la población.

La historia reciente nos hace recordar lo desacertadas que resultan las
prohibiciones e intervenciones gubernamentales en pos de frenar la
subida de precios. En 1986 el Gobierno acabó "de un plumazo" con la
primera versión de los mercados libres campesinos, acusados de explotar
al pueblo trabajador debido a los altos precios de sus ofertas.

Entonces se dijo que la empresa estatal Frutas Selectas se iba a
encargar de abastecer las placitas, y a precios asequibles a la
población. Al final, esa entidad fue incapaz de cumplir la encomienda, y
la escasez de productos del agro se tornó alarmante, al extremo de que
muchas personas debían trasladarse hacia las zonas rurales, a decenas de
kilómetros de sus hogares, si querían adquirir algunas frutas o viandas.
Casi existe consenso en el sentido de que la hambruna del "Periodo
especial" en los años 90 hubiese sido menos devastadora de no haberse
cometido el disparate de cerrar los mercados libres campesinos.

Más cercano en el tiempo, mientras que los mercados agropecuarios
estatales, con precios topados han mostrado por lo general sus tarimas
desabastecidas, los mercados que venden a precios de oferta-demanda son
los más surtidos del país.

¿Y qué pasaría ahora si se topan todos los precios de los productos del
agro? Es casi seguro que ocurra la desmotivación de algún engranaje de
la cadena: o bien los productores, o si no los comercializadores (a
quienes la propaganda oficial denomina despectivamente "los
intermediarios"). En el caso de los primeros, podrían disminuir las
producciones al no poder cobrar lo suficiente por ellas; mientras que
los segundos, al no poder vender a los precios de oferta -demanda,
tenderán a esconder las mercancías y a ofertarlas en la bolsa negra a
precios elevados. Entonces, ¿de qué valdría topar los precios en los
mercados agropecuarios, si al final las tarimas estarán vacías?

Por la reacción del General-Presidente, es probable que el tope de
precios sea extensivo a todos los mercados, incluyendo a los que hasta
ahora han comercializado bajo el sistema de oferta-demanda. Por lo
pronto, un emblemático agromercado habanero, el ubicado en la calle
Egido, en La Habana Vieja, amaneció cerrado este domingo 3 de enero. Una
vez más, la incertidumbre se abre paso entre los cubanos.

Source: Topar precios sería retroceder en las reformas | Diario de Cuba
- http://www.diariodecuba.com/cuba/1452100192_19295.html

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