Thursday, January 7, 2016

Reyes Magos pasean por La Habana (aunque no visitan a todos)

Reyes Magos pasean por La Habana (aunque no visitan a todos)
El régimen de Fidel Castro intentó sepultar la tradición de los tres
Reyes Magos. El Estado trató de reemplazar la tradición y
ofertó juguetes racionadamente. Ahora, ni siquiera eso. Si no tienes
moneda dura, tus hijos no tendrán juguetes.
Iván García Quintero
enero 05, 2016

La Habana - La víspera del Día de Reyes, Lemay, de ocho años, se va a la
cama temprano. El 6 de enero probablemente sea la fecha más importante
de su vida. Seis veces ha rehecho la carta dirigida a Melchor, Gaspar y
Baltazar.

Cada vez que Lemay veía un juguete nuevo, borraba uno e incluía otro. La
semana pasada se enojó con un amigo del barrio que, entre burlas, le
dijo que los Reyes Magos eran sus padres.

"Mentira, lo que pasa es que a ti no te traen juguetes porque te portas
mal", cuenta el padre que le respondió. Y muestra la carta con rasgos
infantiles escrita por su hijo en una hoja de libreta escolar.
Orgulloso, el padre la lee:

"Señores reyes magos: este año me porté bien y tuve notas excelentes en
la escuela. Quisiera pedirles si por favor me pueden traer una bicicleta
y unos patines lineales. También una pelota de fútbol y cualquier otra
cosa que ustedes crean me merezco".

Los juguetes de Lemay son un asunto de seguridad nacional en su casa. Es
hijo único y con meses de antelación, todos los familiares se
involucran, los que viven al otro lado del charco y los de acá.

"Del dinero de las remesas vamos ahorrando, pero el juguete de mayor
calidad se lo envían los abuelos desde Miami, a través de una 'mula'. El
resto se lo compramos nosotros aquí", cuenta la madre.

El 30 de diciembre, los padres de Lemay dedicaron el día a rastrear
jugueterías de La Habana, para tratar de satisfacer los pedidos de su
hijo. En el complejo de tiendas del hotel Comodoro, en Miramar, al oeste
de la ciudad, compraron un balón de fútbol Adidas y un par de tenis de
la misma marca. En el concurrido mall de Carlos III, en Centro Habana,
pudieron conseguir los patines lineales.

"En tres juguetes y en una camiseta de Neymar que compramos en una casa
que vende pacotillas por la izquierda, gastamos 132 chavitos (alrededor
de $140). Cada año que pasa los comercios están más desabastecidos y los
juguetes más caros", dice la madre.

Esta vez, el regalo principal, enviado por los abuelos de Miami, es una
bicicleta de colores brillantes. En la noche del 5 de enero, cuando ya
Lemay está durmiendo, la familia se pone en función.

Esconden los juguetes en los sitios más insospechados. "Nosotros lo
disfrutamos tanto como él. Mi esposa y yo crecimos en una etapa donde se
había perdido la fantasía y una vez al año, por la libreta, el Gobierno
ofertaba tres jugueticos", recuerda el padre.

Si usted recorre las jugueterías habaneras, observará una gran cantidad
de compradores. Delia, empleada del Centro Comercial Carlos III, explica
que "en los días anteriores al 6 de enero, las ventas en la juguetería
superan los 20.000 pesos convertibles. No sé de dónde la gente saca
tanto dinero, pero compran juguetes sofisticados que cuestan un montón
de fulas".

Una bicicleta mediana ronda los $130. Una casita de dos plantas y sus
accesorios cuesta $84. Una piscina circular de tubos metálicos y motor
para purificar el agua fluctúa entre los $585 y más de $1.000.

Tienes que rebuscar bien en los estantes para encontrar un juguete que
cueste menos de $10. Alina, madre de dos hijos, junto a su esposo, una y
otra vez revisan sus billeteras, pero las cuentas no cuadran.

"Queríamos comprarle una máquina eléctrica al más pequeño y un juego de
autos de carreras al más grande, pero el dinero no nos alcanza", dice
Alina y señala los precios. La máquina se maneja por control
remoto y cuesta 116 cuc. Y 60 cuc el juego de Fórmula Uno.

Desde hace ya un tiempo, la tradición de los Reyes Magos en Cuba, cada
año convoca a numerosos padres que intentan complacer a sus hijos.

La prensa oficial y las instituciones estatales hacen mutis.

No obstante, no se ha vuelto a llegar al extremo del mes de enero de
2001, cuando un insultado Fidel Castro condenó en duros términos
una cabalgata de Reyes Magos patrocinada por la embajada española, que
recorrió el Paseo del Prado tirando caramelos. Castro consideró que era
un insulto a los niños cubanos. 

Como ocurre con la Navidad, Semana Santa y veneraciones a San Lázaro, la
Virgen de la Caridad o Santa Bárbara, entre otras costumbres, la
maquinaria de propaganda partidista no promociona el Día de Reyes.
Durante años, la autocracia verde olivo suplantó a los tres Reyes Magos.
Unos días después de llegar al poder a punta de carabina, Fidel Castro
se subió a una avioneta y en pequeños paracaídas lanzó juguetes a niños
que vivían en las laderas de la Sierra Maestra y jamás habían tenido uno.

A medida que el régimen se fue radicalizando, las tradiciones fueron
censuradas o, cuando menos, ignoradas. El Gobierno se encargaba de
distribuir juguetes mediante sorteos municipales realizados por el
Ministerio de Comercio Interior.

En la primera semana de julio, en una tienda de su barrio previamente
asignada, cada padre tenía derecho a comprarle tres juguetes a su hijo
(básico, no básico y adicional). Antes de pagarlos, se lo anotaban en la
libreta de productos industriales, cartilla de racionamiento que también
 hubo en Cuba y era similar a la de productos alimenticios.

Después, con la crisis económica que dura ya 26 años, los juguetes se
compran exclusivamente en moneda dura o a elevados precios en pesos,
elaborados por particulares. Son plásticos y chapuceros, pero son los
que están al alcance de los más pobres.

Gerardo, albañil, a ninguno de sus cuatro hijos ha podido comprarles
buenos juguetes el Día de Reyes. "Si acaso, uno de esos camiones
plásticos que venden los cuentapropistas o una pelota. Con el tiempo,
las desigualdades que Fidel prometió eliminar han sido mayores. Los
jodidos cada vez estamos más jodidos".

Mientras en la mañana del 6 de enero, niños como Lemay buscan los
regalos por toda la casa, miles de pequeños sólo ven los juguetes en las
vidrieras. En Cuba, los Reyes Magos no llegan a todos los hogares.

Source: Reyes Magos pasean por La Habana (aunque no visitan a todos) -
http://www.martinoticias.com/content/reyes-magos-habana-visita/112525.html

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