Sunday, January 10, 2016

Lápices libres y máquinas sin censura

Lápices libres y máquinas sin censura

El periodismo independiente tuvo su origen en las denuncias de los
maltratos a los presos políticos
El periodismo alternativo cubano recibió enseguida el respaldo de
comunicadores cubanos que vivían y trabajaban en el exilio
La dictadura está agarrada con desespero a las cortinas del baño de un
capitalismo de llega y pon
RAÚL RIVERO

Madrid – Fue un proceso lento y angustioso con la policía en las
ventanas y un calabozo en el horizonte. Una serventía que empezó con un
lápiz o un bolígrafo, un pedazo de papel y pasó por los teclados y los
rodillos heridos de las máquinas de escribir, esos pianos que hacían una
música de hierro. Después llegaron los ordenadores y los teléfonos
celulares. Un viaje complejo pero el periodismo independiente está ahí.
Y es el que lo dice todo.

Viene desde el siglo pasado y tuvo su origen en las notas de los
activistas de derechos humanos para denunciar los maltratos a los presos
políticos en los calabozos de la dictadura, sus vidas agobiadas por el
hambre, las palizas y las humillaciones de los carceleros.

De esas reseñas, obligadas por el silencio de los panfletos oficiales y
los miedos de los corresponsales extranjeros, se pasó a las noticias
sobre la represión de la dictadura sobre el creciente movimiento
opositor en todo el país, y de ahí a la crónica de la realidad cubana y
a los comentarios y artículos de opinión sin control gubernamental.

Poco después, en la primera década de esta centuria, un tiempo que ahora
parece antediluviano, muchos de aquellos comunicadores tenían la
ensoñación de acercarse, en el plano ético y profesional, a lo mejor de
la prensa brillante y libre que se desarrolló en la Cuba republicana.

Perseguido por la policía como hasta el día de hoy, atacado y
descalificado por la atemorizada y mediocre guataquería gubernamental y
otras malas hierbas telúricas, el periodismo alternativo cubano recibió
enseguida el respaldo de comunicadores cubanos que vivían y trabajaban
en el exilio de Miami y de España como Agustín Tamargo, Carlos Castañeda
y Carlos Alberto Montaner.

Por otra parte, algunas de las principales instituciones internacionales
que trabajan por la libertad de prensa –la SIP y Reporteros sin
Fronteras—comenzaron a respaldar la labor de aquellos periodistas
marginados y sin recursos que establecieron, en medio de la sorpresa y
la indignación de los comunistas, una redacción en los territorios
marginales de la sociedad.

Esa sala, ampliada y renovada por jóvenes reporteros, columnistas y
blogueros, produce hoy revistas y periódicos, tiene espacios importantes
en las redes sociales y en diarios y emisoras de radio. Algunos de sus
redactores originales siguen frente a la misma mesa donde se sentaron en
las jornadas iniciales del periodismo libre y son, por ejemplo, Jorge
Olivera, Iván García Quintero, Luis Cino, Víctor Domínguez, Tania Díaz
Castro y Juan González Febles.

La dictadura está ahí, agarrada con desespero a las cortinas del baño de
un capitalismo de llega y pon. Sigue erizada de cuchillos y avanza con
muletas hacia lo hondo del año nuevo. Pero ellos, los que la retratan y
le quitan los sombreros, a pesar de las palizas y los calabozos, también
están. Y esa redacción no tiene hora de cierre.

Poeta y periodista cubano.

Source: RAÚL RIVERO: Lápices libres y máquinas sin censura | El Nuevo
Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article53728235.html

No comments:

Post a Comment