Friday, January 15, 2016

El día que Guatemala aplaudió al "ciudadano común"

El día que Guatemala aplaudió al "ciudadano común"
En su investidura, el otrora humorista Jimmy Morales prometió que todo
iba a cambiar; que Guatemala sería un país distinto: "una Guatemala feliz".
Pablo L. Orosa/EFE
enero 14, 2016

AJimmy Morales lo habían aplaudido muchas veces, pues como comediante
logró hacer reír a miles de guatemaltecos. Mas hoy, a este hombre de
garbo elegante y mirada escrutadora, Guatemala lo ha aplaudido para la
historia: él, el "ciudadano común", tiene la misión de cambiar el país.

Con el cuajo que sus años ante las cámaras le han granjeado, Morales
camina tranquilo, con la cabeza alta, saludando uno tras otro a todos
los que bendicen su llegada a un centro cultural Miguel Ángel Asturias
que lleva horas esperándolo.

Allí, entre los brillos dorados del auditorio que rinde tributo al
premio Nobel de literatura, las charlas y discursos versan sobre lo que
viene, sobre el cambio; pero también sobre lo pasado, sobre las derrotas.

Entonces, cuando ya los tacones laceran los pies y el calor aprieta las
corbatas, comienzan a llegar los "ilustres invitados": el Rey emérito de
España, don Juan Carlos; el presidente de Honduras, Juan Orlando
Hernández; el de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; de Ecuador, Rafael
Correa; de Costa Rica, Luis Guillermo Solís; el de República Dominicana,
Danilo Medina, y el primer ministro de Belice, Dean Barrow.

Junto a ellos, uno a continuación del otro, el vicepresidente de Estados
Unidos, Joe Biden, y el vicepresidente de Cuba, Salvador Valdés Mesa,
toman asiento en los sofás de tela roja sobre los que ya descansan los
poderes fácticos del país: la iglesia y los militares.

Ellos son los primeros en aplaudir cuando el nuevo presidente hace su
aparición con ese paso decidido que ha convencido a los ciudadanos de
que es él quién debe marcar el camino de la nueva Guatemala.

Porque Guatemala debe ser reconstruida, rescatada de la corrupción y la
violencia; del racismo y la discriminación; del fraude y la extorsión.
Reconstruida sobre la paz, la meritocracia y la transparencia.

Esa es la misión que a Morales le han encomendado sus compatriotas y de
la que el mundo entero, por boca del vicepresidente norteamericano,
estará pendiente: el futuro de Centroamérica se dirime en los sueños
agrestes de Guatemala.

Si Morales falla, la esperanza del cambio que llenó sábado tras sábado
las plazas del país habrá fracasado. Y nadie puede saber lo que ocurrirá
entonces. Pues nunca nadie había congregado tanta esperanza.

Y con ese peso sobre su espalda, Jimmy Morales, el "ciudadano común",
comenzó a descender las escaleras que le conducían a la mesa Presidencial.

Y con ese peso sobre su espalda, su madre lloraba. Lloraba orgullosa;
igual de orgullosa que su mujer, Gilda Patricia Marroquín Argueta de
Morales, que no dejaba de mirarlo con esos ojos de admiración que saben
lo que ha dolido llegar hasta aquí.

Arriba del escenario, coronado por los colores azul y blanco de la
bandera de Guatemala, le esperaba la historia a Jimmy Morales.

Con la banda presidencial sobre su torso, el hombre que hacía reír a los
chicos arrancó su primer discurso como mandatario: hablaba Jimmy, desde
ahora el Presidente de un nuevo tiempo; de una nueva Guatemala.

Aplaudía el auditorio, entregado a los agradecimientos, los compromisos
y las promesas del nuevo líder.

Fue entonces cuando Jimmy, el Presidente Morales, "el ciudadano
ejemplar", prometió que todo iba a cambiar; que Guatemala sería un país
distinto: "una Guatemala feliz".

El país, a un lado y otro de las cámaras, esbozó una sonrisa. Quedaba
inaugurado el tiempo del cómico. Veremos si Guatemala aprende a reír.

Source: El día que Guatemala aplaudió al "ciudadano común" -
http://www.martinoticias.com/content/el-dia-que-guatemala-aplaudio-al-ciudadano-comun/113271.html

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