Monday, January 25, 2016

El ajuste republicano

ALEJANDRO ARMENGOL: El ajuste republicano

La Ley de Ajuste Cubano no es una medida para regular el asilo político
Un sector de la comunidad cubana considera que ha concluido la época de
los exiliados políticos
Lo que ocurre en estos momentos es que la separación ha dejado de ser
tajante
ALEJANDRO ARMENGOL

Ajustar es "hacer y poner algo de modo que case y venga justo con otra
cosa", según la Real Academia de la Lengua Española. Con la Ley de
Ajuste Cubano ello no es posible.

Los problemas con quienes tratan de hacerlo con la tan mencionada ley
son muchos. Comienzan cuando se trata de coincidir una visión arraigada
en Miami con otra según los acontecimientos internacionales: no casan,
no cuadran; son imposibles de cazar.

Tanto el proyecto del aspirante presidencial y senador Marco Rubio, como
el del representante Carlos Curbelo —ambos legisladores por la Florida y
ambos republicanos—, para tratar de "modificar" la Ley de Ajuste Cubano,
parten de igual equívoco: la legislación no es una medida para regular
el asilo político. A tal efecto, existen otras leyes en Estados Unidos.

Si la ley sirviera para beneficiar exclusivamente a "aquellos cubanos
que están verdaderamente huyendo de la represión y persecución
política", su puesta en práctica quedaría limitada a un número muy
reducido de casos.

Un sector de la comunidad cubana considera que ha concluido la época de
los exiliados políticos, y que quienes vienen, y luego de más de un año
comienzan a tramitar su visita a la isla, son en realidad inmigrantes
económicos.

Claro que siempre cabe pedirle a quien piensa así que muestre sus
zapatos. Y luego, si no los tiene rotos —como José Martí cuando vivía en
Nueva York—, pedirle que reconsidere su posición.

Pero más allá de consideraciones personales, vale la pena analizar la
situación. Lo que existe en la actualidad son dos procesos inversos, que
por décadas vienen gestándose.

Uno es la asimilación, que continúa. El otro tiene que ver con la
permanencia de los vínculos con lo que se dejó atrás. No son procesos
necesariamente excluyentes, pero por décadas se consideraron, sino
opuestos al menos definitorios. Y esto es lo que ha cambiado.

Hasta la entrada en vigencia del cambio en la ley migratoria cubana, en
enero de 2013, la salida de Cuba tenía un carácter definitivo, otorgado
por el Gobierno de La Habana. Irse del país significaba una división
tajante entre "los que se van" y "los que se quedan". Ello no implicaba
la ausencia de visitas a Cuba, pero reducía la cifra, además de los
límites impuestos por los gobiernos republicanos.

Esa ecuación, en que la partida se definía como desarraigo, ha perdido
su naturaleza absoluta para los llegados en los últimos años.

Lo que ocurre en estos momentos es que la separación ha dejado de ser
tajante. Ahora los factores familiares ocupan la preponderancia que en
una época tuvo la política. El quedarse a vivir definitivamente en el
exterior ha pasado a ser una decisión personal que no implica el
destierro, aunque en ella influyan o determinen factores políticos (la
línea definitoria sigue siendo que se vuelve pero no se regresa).

Para quienes han llegado en los últimos años a EEUU, el camino hacia una
nueva vida no elude la vuelta o el viaje más o menos constante al lugar
de origen, porque tienen a su favor la geografía y el tiempo.

Ello conlleva una relativización de conceptos, que choca con el
absolutismo que por décadas imperó en Miami. Lo que quieren los
legisladores republicanos es buscar perseguidos políticos (en el sentido
legal del término) donde no los hay.

El único argumento válido para cambiar la ley es decir que la situación
en Cuba ha cambiado, lo que no implica un avance hacia la democracia.

Así que los legisladores republicanos cubanoamericanos se aferran a
meter en el mismo saco una posición rígida y una situación cambiante.
Una tarea nada fácil.

Escritor cubano radicado en Estados Unidos. Director editorial de
Cubaencuentro.com.

Source: ALEJANDRO ARMENGOL: El ajuste republicano | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/alejandro-armengol/article56141025.html

No comments:

Post a Comment