Wednesday, December 23, 2015

Migrantes latinos de la tercera edad sufren vulnerabilidad social y financiera en EE UU

Migrantes latinos de la tercera edad sufren vulnerabilidad social y
financiera en EE UU
Denver | Diciembre 21, 2015

(EFE).- Cada año decenas de miles de adultos mayores llegan a Estados
Unidos como migrantes para vivir con sus hijos, pero cuanto más ancianas
son esas personas, más vulnerables quedan en su nueva sociedad,
advirtieron expertos.

"Los ancianos son, junto con los niños, uno de los grupos que más ayuda
necesita, especialmente en cuanto a vivienda, comida o servicios
médicos, incluso si llegaron aquí como inmigrantes legales patrocinados
por sus hijos", explicó a EFE Donita Rafferty, coordinadora de los
programas de nutrición para ancianos de la coalición Colorado Sin Hambre
(HFC, por sus siglas en inglés, Hunger Free Colorado).

Según estadísticas del Gobierno federal, en 2014 llegaron 64.341 padres
de hijos adultos, de los cuales 8.500 procedieron de México, 3.500 desde
República Dominicana, unos 1.300 desde Cuba y cantidades similares desde
Honduras y El Salvador, a los que hay que sumar poco más de 4.100 desde
países de América del Sur.

"Si esos padres ancianos no hablan inglés se les va a complicar mucho
aprender la nueva cultura y sentirse cómodos en el nuevo ambiente. Y la
gran mayoría de ellos no habla inglés", aseveró

Según datos del grupo Feeding America, el 10% de los 46 millones
personas mayores de 65 años en Estados Unidos viven en pobreza o pasan
hambre, aunque en el caso de los inmigrantes ancianos el nivel aumenta
al 40%, según el Instituto de Políticas Migratorias (MPI), porcentaje
que se ha mantenido constante en los últimos 25 años.

"Los inmigrantes ancianos si no hablan inglés no entenderán la
información que se les ofrece, no podrán defenderse a sí mismos, y si no
llegan a hacerse ciudadanos dentro de los siete años de haber recibido
la residencia permanente, ya no calificarán para los programas de
servicios sociales", puntualizó Rafferty.

"Conozco varios ancianos inmigrantes quienes por no saber inglés no
pudieron tomar el examen de ciudadanía, lo que los llevó a perder la
ayuda social. Por eso, no tuvieron otra opción que salir de Estados
Unidos y regresar a sus países de origen", agregó.

Esa vulnerabilidad social y económica que enfrentan los ancianos ha sido
debidamente documentada en varios estudios.

Por ejemplo, el artículo La edad al migrar y el ingreso de migrantes
ancianos, publicado en marzo pasado por Kevin O'Neil y Marta Tienda en
el Journal of Gerontological Science, con datos de 1994 a 2010, afirma
que la inmigración en la ancianidad está "fuertemente asociada" con
ingresos personales bajos y con menos acceso a ayuda social.

"Los migrantes ancianos enfrentan formidables desventajas económicas
exacerbadas por su exclusión de los beneficios públicos, con implicación
en migración, cuidados de salud y bienestar social", concluye el artículo.

Con mucha frecuencia esas circunstancias escapan a la atención y
planificación de los hijos, quienes, ansiosos por reunirse con sus
padres, no siempre analizan las consecuencias de esa acción, opinó Rosa
Vergil, de la organización no lucrativa Fresh Start en Denver.

Vergil, inmigrante mexicana, se dedica desde hace tres décadas a ayudar
a los ancianos hispanos que llegan a Denver "porque no existe una
organización enfocada sólo en las necesidades de esos ancianos".

Aseguró que en muchas ocasiones es "complicado" pedir ayuda a las
agencias del Gobierno y que ni ancianos ni hijos saben "cómo gestionar"
estos pedidos.

Por ejemplo, en muchos casos el primer paso es hacer una cita con un
especialista para que éste determine si el anciano está o no en
condiciones de aprender inglés. Si no lo está, se debe gestionar
entonces la posibilidad de que el examen de ciudadanía se haga en el
idioma natal del anciano.

Pero, dijo Vergil, todos esos trámites requieren tiempo, dinero,
recursos y contactos, algo de lo que generalmente carecen las familias
en las que viven esos ancianos.

"Cada vez que me encuentro con un anciano que califica para hacerse
ciudadano, lo ayudo y busco los fondos para cubrir los gastos de los
trámites o la manera en la que no tenga que pagar nada. Sin esa ayuda,
el futuro de ese anciano está en riesgo, aunque esté al cuidado de su
familia", declaró Vergil.

La razón, dijo, es que los ancianos se deprimen, se aislan y se sienten
"como una carga para sus propias familias".

Estadísticas de MPI de 2012 revelan que en ese año vivían en Estados
Unidos cerca de 1,5 millones de ancianos hispanos inmigrantes, la mitad
de ellos provenientes de México y otros 300.000 de Cuba. Y se estima que
por lo menos medio millón de ellos serían indocumentados.

"Ellos son quienes más sufren, porque nuestra sociedad asume que ellos
no planificaron su vida adecuadamente y que ahora llegan ilegalmente
aquí para aprovechar los recursos de Estados Unidos porque no supieron
construir su propia jubilación decente", sostuvo Rafferty.

"Es una percepción equivocada difícil de corregir", lamentó.

Source: Migrantes latinos de la tercera edad sufren vulnerabilidad
social y financiera en EE UU -
http://www.14ymedio.com/sociedad/Migrantes-vulnerabilidad-financiera-EE-UU_0_1911408857.html

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