Tuesday, December 15, 2015

La endeblez del sistema de bodegas en Bayamo

La endeblez del sistema de bodegas en Bayamo

La Empresa de Comercio y Gastronomía del municipio ha tomado medidas
radicales para solucionar su ineficacia.

Por Ricardo Sánchez Tamayo/ HABLEMOS PRESS.

GRANMA.- Las historias que se tejen alrededor de las unidades
pertenecientes a la Empresa Municipal de Comercio y Gastronomía en
Bayamo, provincia Granma, la convierten en objeto de atención y debate
popular, más por lo truculento que por el cumplimiento de la misión para
la que fueron creadas.

La función de estas "bodegas", como se les conoce popularmente en todo
el país, consiste en distribuir mensualmente la canasta básica asignada
por el gobierno a cada cubano. Así ha sido desde los inicios mismos de
la Revolución, aunque la tendencia de los últimos años apunte a una
disminución gradual pero constante de los productos, los cuales son
vendidos a precio de subsidio.

Amén de esta disminución, la canasta básica continúa siendo la
alternativa principal para miles de familias que dependen de ella para
su sustento, pues los ingresos económicos no les son suficientes para
pagar el precio de los productos en venta liberada.

El sistema de bodegas supone un engranaje que comienza desde que la
mercancía es elaborada o descargada en el puerto, hasta que llega a
manos del consumidor. En él hay involucradas muchas partes y, en cada
una de ellas, trabajan personas que tampoco están a salvo de la crisis,
con salarios ínfimos, obligadas a lo que en las últimas décadas se ha
convertido en el deporte nacional: el robo.

El Estado, en sus diversas e ineficaces medidas para volverse eficiente,
reduce plantillas, realiza inventarios, envía inspectores y expulsa a
empleados. Asimismo, impone normas irregulares a los trabajadores y
administración de estas unidades, lo que comienza a hacer mella entre
los integrantes de este gremio.

Fuentes anónimas confirman que próximamente serán despedidos 42
trabajadores. Y que además quedarán plazas de administradores vacías
bajo las justificaciones de "bajo nivel educativo", "incumplimiento de
las responsabilidades asignadas" o "cambio de puesto laboral".

Para confirmar la información nos comunicamos con Alberto Ramírez Ruiz,
director de la Empresa de Comercio y gastronomía en el municipio, quien
se negó a ofrecer declaraciones al respecto.

Sin embargo, los hechos hablan por sí solos: esta dinámica institucional
ya ha cobrado en lo que va de año, tan solo en la ciudad de Bayamo, la
vida de tres administradores por suicidio.

Algunos afectados se han referido al asunto: "Las exigencias para
cumplir el plan mensual, hagas ventas o no, son enormes; pues nos
imponen cuotas altísimas. Otro tanto sucede con respecto al
mantenimiento de los locales. No te ofrecen ningún recurso, pero deben
estar (los locales) impecablemente limpios y pintados". Por eso hay
tantos faltantes. La causa de los suicidios, obviamente, es el dinero,
expresó Osnel Jiménez, administrador de "La Rosita", en el reparto
Latinoamericano.

"La desmotivación que hay entre los trabajadores es visible. Nos
esforzamos por cumplir un plan que es insostenible. Y aún cuando lo
logramos, por decisión superior se desvían las ganancias a otros
organismos. Esta acción perjudica el estímulo salarial. Eso sin contar
el proceso inacabable de reducción de plantillas. Mes por mes sobra
alguien, y para la calle", explicó Orlan Rodríguez, quien administra la
bodega "Victoria de Girón" desde hace más de 18 años.

Obviamente, la situación afecta también a los consumidores: quienes son
además, en muchos casos, vecinos, amigos y familiares de estos
trabajadores: Los comentarios sobre estas muertes y despedidos perviven
en la voz colectiva.

Octavia Fonseca, de 69 años, lamenta lo que últimamente está pasando en
las bodegas de la ciudad: "A cada rato nos llegan noticias de cambios,
despidos o suicidios en las bodegas de la ciudad. Eso jamás había
sucedido. Es evidente que el tema dinero acompaña a esta situación y lo
entendemos pues entre esa gente hay padres, hijos y hermanos. Las cosas
en este país están cada día más duras y sabemos que se les exige mucho,
más allá de sus reales posibilidades. Creo que hay que ser más flexibles
con los de abajo. Pues los de arriba también roban y no pasa nada".

Por su parte, Benenciano Rodríguez considera que "lo que está sucediendo
no debería asombrar a nadie. En este país se ha institucionalizado el
robo. De otra forma no habría modo de vivir, pues lo que se ofrece a
bajos precios no alcanza para todo un mes. Es lógico que se apoderen (de
los recursos), los que tienen acceso a ellos y que cuando les fiscalicen
haya faltantes enormes. Lo que siento es que tomen como salida quitarse
la vida. Pero hay que analizar la causa para poder entender el efecto".

Haydeé Quiñones, jefa de zona del centro de la ciudad, testifica sobre
estos pormenores: "No hacemos más que cumplir con lo que está
estipulado. No somos nosotros los que creamos las leyes ni los
reglamentos. La responsabilidad nuestra es de control. Cierto es que
reconocemos las causas de lo que está pasando, pero nos es imposible
eliminar eso".

Con respecto a la disminución de plantilla sentenció: "Es sabido que
forma parte de un proceso de cambios que se operan actualmente en el
país. No se trata de tirar a la calle porque sí. Ojalá esta situación
cambiara. Eso seguramente evitaría los males tan dolorosos con los que
nos estamos enfrentando. Principalmente el excesivo robo de los
suministros, los elevados faltantes y la muerte de administradores".

Source: Boletín de Hablemos Press - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/566f558f3a682e0354d2e3da#.VnAqwfkrLjY

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