Sunday, November 8, 2015

Las andanzas cubanas en África

Las andanzas cubanas en África
ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 8 Nov 2015 - 6:22 am.

Es más fácil para los dirigentes cubanos hablar de Angola y de la
eliminación del apartheid, que responder por qué intervinieron en Etiopía.

Por estos días la propaganda oficialista cubana destaca el 40
aniversario de la Operación Carlota, que marcó el inicio de la
intervención militar de la Isla en territorio angolano.

Actúando de manera unilateral, y en franco desdén por las otras dos
agrupaciones guerrilleras que combatían al colonialismo portugués —la
UNITA de Jonas Savimbi y el FNLA de Holden Roberto—, el Movimiento
Popular para la Liberación de Angola (MPLA), dirigido por Agostinho
Neto, proclamó la independencia del país y ocupó la capital, Luanda, con
la ayuda de las tropas cubanas.

La contienda finalizó en 1991, en momentos en que también concluían la
mayoría de los conflictos regionales que florecieron en la época de la
Guerra Fría. Por esa razón no faltan voces que opinan que los cubanos
solo fueron una pieza empleada por el Kremlin en dicha pugna. Además, la
presencia cubana en Angola marcó uno de los instantes de más bajo nivel
en sus relaciones con China, pues en aquella época los maoístas apoyaban
a la UNITA y al FNLA.

Las autoridades cubanas exhiben la gesta de Angola como la vertiente
positiva y heroica de la presencia de sus tropas en África. Argumentan
que sus combatientes no fueron allí a intervenir en el conflicto interno
angolano, sino a defender a esa nación del avance del ejército
sudafricano que pretendía imponer su política de apartheid. Insisten en
que la intervención tenía sus raíces diez años atrás, cuando el Che
Guevara hizo contacto con Neto en el Congo. Después de eso los cubanos
habrían marchado a Angola a cumplir un deber histórico con sus ancestros
africanos, erradicar el apartheid en Sudáfrica y garantizar la
independencia de Namibia.

Sin embargo, en un segundo plano queda, para esa propaganda oficialista,
la actuación cubana en el denominado Cuerno de África. Allí se
enfrentaban, en la segunda mitad de los años 70, los ejércitos de
Somalia y Etiopía. Eran dos naciones tercermundistas, no alineadas y
amigas por igual de Cuba en el momento de iniciarse las hostilidades.
Incluso, las universidades cubanas albergaban a becarios de los dos
países. Entonces, ¿qué acontecimiento posibilitó que los gobernantes
cubanos se alinearan junto a Etiopía, al extremo de enviar a cientos de
soldados a combatir contra los somalíes?

Ni más ni menos que el ascenso al poder en Etiopía de Mengistu Haile
Mariam, un militar que arribó al gobierno con las manos manchadas con la
sangre de sus adversarios políticos, y de repente juró su adhesión al
marxismo–leninismo.

De inmediato los soviéticos comprendieron que Mengistu era su hombre en
la región, y encomendaron a sus aliados cubanos la tarea de apuntalar
militarmente a su régimen. El saldo para Cuba de esta intervención no
pudo ser más funesto: además de la muerte de jóvenes soldados, sobresale
el hecho de haber apoyado a un tirano que asesinó a 200.000 personas y
provocó el desplazamiento de 750.000 de sus compatriotas.

Por otra parte, y puesto que el Gobierno etíope combatía también a las
guerrillas eritreas que luchaban por la liberación de su patria, era la
primera vez que los cubanos se veían en la necesidad de oponerse a las
aspiraciones de un movimiento guerrillero de liberación nacional. Ellos,
que en América Latina y otras regiones del mundo habían sido siempre los
máximos inspiradores de la lucha guerrillera. "¡Cualquier cosa antes que
defraudar los sagrados intereses de la hoz y el martillo!", dirían
entonces en La Habana.

Evidentemente, es más fácil para los dirigentes cubanos hablar de
Angola, de la Operación Carlota, y de la eliminación del apartheid. Y
les resulta mucho más difícil responder el porqué intervinieron en
Etiopía.

Source: Las andanzas cubanas en África | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1446760025_17941.html

No comments:

Post a Comment