Friday, November 13, 2015

El huevo o la gallina

El huevo o la gallina
noviembre 11, 2015 12:08 pm·

Marianao, La Habana, Rogelio Fabio Hurtado, (PD) El colega Iván García
Quintero vuelve a traer a colación la antiquísima discusión acerca del
huevo o la gallina. ¿La carencia de crecimiento de la disidencia cubana,
es imputable a ella misma o a la masiva apatía de la población?

Es decir, definir si estamos ante un éxito de la represión del régimen o
ante un fracaso político de sus opositores. Conviene tomar en cuenta
algunos aspectos.

Ningún pueblo sometido a un totalitarismo consecuente ha sido capaz de
quitárselo de encima por sí solo. Mucho menos si ese totalitarismo es el
resultado de una sublevación anterior, que resultó victoriosa, como es
nuestro caso.
El líder entonces victorioso, fue objeto de un culto ilimitado, que la
inmensa mayoría de la población compartió. Esta figura permanece viva, y
no ha dado jamás señales de ni siquiera sospechar que pueda haberse
equivocado en algo. Su lema es el de su alguna vez admirado Juan Domingo
Perón: Al enemigo, ni justicia. Así lo demostró durante la Perestroika,
a la que combatió rigurosamente.

Este totalitarismo posee una capacidad incuestionable para manipular de
acuerdo con sus intereses tanto los temores como las ilusiones de la
población.

El individuo aislado, comúnmente conocido como el cubano de a pie, está
realmente sometido a una manipulación macroscópica, que se acrecienta a
gusto del aparato represivo, de acuerdo con la inclinación que este
sujeto muestre a dejar de serlo, y empiece a manifestar tendencias
sospechosas.

Este aparato no sirve para convertir al ciudadano en una persona más
feliz, ni para hacerle la vida más llevadera, pero sí ha demostrado su
eficiencia para empeorársela considerablemente. Como decía mi amigo Juan
Castillo Pérez: todo puede empeorar.

Por otra parte, las consideraciones sociopolíticas, que antaño se
definían como patriotismo, han sido descargadas de su mente mediante la
perseverante propaganda que las asocia a la fidelidad al Gobierno del
Partido Único, como lo definiera el inolvidable Obispo Pedro Meurice.

En esas condiciones, la solución escogida ha sido escapar, dejar la Isla
en manos de los mal llamados revolucionarios. Convencer a los
desobedientes de que marchándose, obtenían una especie de victoria
contra el Gobierno. Este ha sido un éxito sostenido por toda esa
propaganda. Remito como prueba a la lectura de la primera novela de Zoe
Valdés, La Nada Cotidiana.

En esto, ha pesado mucho un inesperado fatalismo geográfico: Cuba está
muy cerca de los Estados Unidos. Así, los disidentes de Europa del Este
siempre tuvieron de su parte el NACIONALISMO. Aquí la propaganda
totalitaria no pierde oportunidad de calificarnos de títeres del
Imperialismo etc., y pasan por alto la sumisión total practicada por
ellos a favor de su desaparecida aliada, la hermana Unión Soviética.

Por otra parte, los males de este Sistema son crónicos, no matan de la
noche a la mañana y permiten, si bien a duras penas, vivir. El
Socialismo es triste, pero abriga, afirma Guillermo Cabrera Infante
haberle oído decir a su amigo Heberto Padilla.

A Gandhi no le hubiese sido fácil aplicar su doctrina entre nosotros,
porque los cubanos no contamos con ninguna tradición espiritual que nos
incline al ascetismo, ni a la estoica paciencia. De ahí que practiquen
con relativo éxito la doble moral, para evitar buscarse problemas con
esta gente.

En esas condiciones reales, ¿Cómo reclamarles a las pocas personas que,
contra toda esperanza, manifiestan su disidencia, que sean incompetentes?

Cada disidente hace lo que puede y si bien nadie puede obligar a nadie a
que realice determinada actividad en vez de otra, tampoco es admisible
que alguien se sienta autorizado y apoderado para calificar a otros de
corruptos y hacer así el trabajo de la propaganda oficial. Declarar que
la mayoría de los disidentes ni siquiera trabaja, es faltar groseramente
a la verdad, dígalo un taxista o un analista político.

A falta de un nuevo Concilio Cubano que nos unifique, debíamos adoptar
el principio de no combatirnos los unos a los otros, ni desde adentro ni
desde el extranjero.
rhur46@gmail.com; Rogelio Fabio Hurtado

Source: El huevo o la gallina | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/el-huevo-o-la-gallina/

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