Sunday, November 22, 2015

Con Raúl Castro, ni diálogo ni reconciliación

Con Raúl Castro, ni diálogo ni reconciliación
VICENTE MORÍN AGUADO | La Habana | 22 Nov 2015 - 6:39 am.

El régimen nunca aceptará críticas, perdonará ni soportará ser perdonado.

Pronto se cumplirá un año desde el anuncio del restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU.

¿Diálogo? ¿Reconciliación? Estas dos palabras resumen las esperanzas
mayoritarias de los cubanos al norte o al sur del estrecho de la
Florida. Sin embargo, el historial de los últimos 11 meses conduce al
desencanto. Cada día que pasa el Gobierno raulista se aparta aún más del
pueblo que se vanagloria en representar, empeñado en "actualizar" un
fracaso que jamás se atreverá a reconocer.

Para el liderazgo histórico de 1959 la política en ciernes puede
resumirse así: mejorar a su favor las relaciones interestatales, nada
más. Tratándose de Cuba, el mencionado objetivo significa mucho, casi
todo diríamos, pues la concepción del socialismo al estilo de Fidel
Castro representa un partido-estado abarcador, propietario y
administrador de casi todo.

Estados Unidos es esencialmente lo contrario, desde sus orígenes y hasta
el presente prevalece la menor intervención posible del Estado en la
vida de las personas, de ahí su evidente insistencia en un fructífero
contacto pueblo a pueblo, equivalente entre nosotros al diálogo y la
reconciliación.

¿Por qué desde la Plaza de la Revolución no hay indicios de dialogar y
menos aún de reconciliarse? Sencillo. Semejante camino pasa por el
reconocimiento, implícito y explícito, de que existe un conflicto,
habría que evaluar la historia de los últimos 56 años, aceptar críticas,
autocriticarse, perdonar, ser perdonados.

Hasta hoy, en el país por excelencia de los congresos —se reúnen desde
los pioneros hasta el Partido Comunista, pasando por campesinos,
mujeres, sindicatos y un infinito número de gremios y agrupaciones—,
nunca asistimos a una evaluación crítica del proceso revolucionario. Si
se trata de evaluar la actuación de sus líderes, ni siquiera
cuestionarlo es bueno.

Y es que la carencia de cuestionamientos profundos sobre las decisiones
tomadas durante más de medio siglo conducen a una conclusión: no existen
conflictos de importancia, no hay agraviados, la inmensa mayoría apoya
alegremente la causa fidelista, ¿por qué habría de plantearse
reconciliación alguna?

Desde el Palacio de la Revolución en La Habana, hacia el exterior la
conclusión es aún más radical. Los equivocados son "ellos", les toca
rectificar sus errores. Cualquier otra interpretación de las relaciones
mutuas será rechazada bajo el cacareado "principio" de no injerencia en
los asuntos internos.

Este comentario es una alerta para quienes albergan esperanzas
inmediatas de cambiar las cosas en Cuba. Tratándose de los pasos
adelantados en una sola dirección por la administración Obama, le asiste
al menos una justificación histórica: la política anterior no dio frutos
palpables a lo largo de medio siglo. Probar de otra manera es
políticamente plausible.

En todo caso, de una u otra forma, será un largo camino, pues los
veteranos de La Habana andan lejos de los conceptos diálogo y
reconciliación.

Source: Con Raúl Castro, ni diálogo ni reconciliación | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1447682136_18164.html

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