Periodismo de barrio en Cuba
RENÉ GÓMEZ MANZANO, La Habana | Octubre 24, 2015
Gracias a la embajada de Estados Unidos en La Habana, que entrega
resúmenes de prensa con noticias nacionales e internacionales a los
cubanos que navegamos en sus salas de internet, el pasado lunes 19 supe
del surgimiento de un nuevo órgano informativo. Periodismo de Barrio es
el nombre con el que se identifican los colegas agrupados en él.
La presentación del nuevo medio comienza con un párrafo atractivo: "El
periodismo es una promesa implícita de cambio. Presentarte como
periodista es casi como predicar a favor de la esperanza. Cuando pides a
alguien que te cuente su historia, no sólo le estás pidiendo que confíe
en ti, sino también que crea que compartir su relato puede ayudar a
cambiar algo".
Según esa especie de declaración de principios, "Periodismo de Barrio
nace con el objetivo de llevar al público las historias de comunidades
afectadas por desastres naturales o especialmente vulnerables ante
fenómenos como huracanes, inundaciones, sequías, fuegos, deslizamientos
de tierra, u otros ocasionados por la incidencia del hombre".
El resumen de prensa norteamericano consagra más de 34 páginas a ese
número inicial. Amén de la presentación ya mencionada, figuran allí
reportajes –de buena calidad, incluyendo algunos francamente excelentes,
aunque quizás alguien pueda considerarlos tardíos– dedicados a
inundaciones sufridas por distintos barrios de La Habana hace medio año,
durante las lluvias torrenciales del 29 de abril pasado.
Conviene aclarar que los colegas del nuevo medio han mostrado especial
interés por no proyectarse como contrarios al Gobierno establecido en
nuestro país. En la presentación, por ejemplo, se plantea de modo
tajante: "No aceptaremos donaciones de ninguna institución que busque –o
haya buscado– la subversión del sistema político cubano".
¿Se trata de periodistas ajenos al sistema, pero que no desean
destacarse en ese orden de cosas? ¿Informadores "químicamente puros" que
no quieren identificarse con agenda partidista alguna? ¿Agentes de una
nueva iniciativa oficialista para hacer ver que en Cuba la prensa sí
actúa con libertad? El amplio acceso de Periodismo de Barrio a los
órganos y funcionarios castristas podría hacernos pensar esto último.
Pero las respuestas a esas interrogantes no parecen poseer mayor
importancia. El propósito de reflejar de manera veraz las realidades que
confrontan nuestros compatriotas ante un desastre natural, merece el
aplauso de todos. Y es justo decir que los compañeros de Periodismo de
Barrio, para alcanzar ese propósito, han hecho gala de objetividad y
destreza profesional. No siguen el camino fácil de limitarse a proclamar
que "la Revolución no abandona a sus hijos".
La serie de reportajes comienza por un trabajo de Geisy Guía Delis
consagrado a la labor de los miembros del Destacamento Nacional de
Rescate y Salvamento, perteneciente al Cuerpo de Bomberos. El o la
colega (que con esto de los nombres de la Generación Y uno desconoce a
qué atenerse) no prodiga adjetivos elogiosos ni palabras manidas: se
centra en los hechos, como –es sólo un ejemplo– la destacada actuación
de un rescatista minusválido, algo que tal vez constituya una
exclusividad cubana.
Desde el punto de vista expositivo, quizás hubiera sido preferible
comenzar la entrega de Periodismo de Barrio por otro de los reportajes.
Pero no debemos menospreciar diferentes aspectos de importancia. Entre
éstos, la comprensible aspiración a curarse en salud, encabezando el
número con un trabajo laudatorio a lo que, con independencia de la labor
humanitaria que realiza, es sólo una dependencia del Ministerio del
Interior, fuerza emblemática del sistema. Una forma más de no
malquistarse con el poder.
En segundo lugar viene el reportaje San Felipe, de Mónica Baró;
probablemente el mejor de la entrega. Asombra que los desheredados de
esa barriada capitalina sigan sufriendo las calamidades que describe el
reportaje, temblando de inquietud cada vez que el cielo se nubla y
amenaza llover, con la consiguiente promesa de una inundación segura. Y
esto al cabo de más de medio siglo de proclamada la "Revolución de los
humildes, por los humildes y para los humildes"...
Los colegas de Periodismo de Barrio eluden alusiones políticas como la
que acabo de hacer, pero no es necesario que las hagan. Describen la
realidad, y ésta, en su turbiedad, resulta más elocuente que
cualesquiera adjetivos o declaraciones. Esperemos sus nuevos números.
Source: Periodismo de barrio en Cuba -
http://www.14ymedio.com/opinion/Periodismo-barrio-Cuba_0_1876612324.html
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