Los espacios del desastre
REINALDO ESCOBAR, La Habana | 16/10/2015
A veces resulta difícil encontrar en el paisaje urbano cubano un metro
cuadrado libre del desastre. Quizás sea más exacto decir libre de las
huellas del desastre. He aquí una imagen en una calle habanera.
¿Por dónde empezar?
Aquí una vez hubo un edificio, hasta que ocurrió un derrumbe. A
doscientos metros del Barrio Chino en pleno Centro Habana, el metro
cuadrado de este espacio costaría una fortuna bajo las condiciones de
libre mercado, se lo disputarían las inmobiliarias para una tienda por
departamentos, oficinas o viviendas. Pero se quedó así, libre como un
náufrago, hasta que la escasez del transporte público hizo aparecer al
bicitaxi, y, con él, la necesidad de un sitio donde parquearlos.
Cada uno de estos artefactos rodantes contiene la historia de otros
desastres. Los asientos, los toldos, los angulares, cada tornillo, cada
arandela tienen detrás al menos tres delitos. Hasta el aire que infla
sus neumáticos puede ser ilegal.
El parqueo es estatal, como señalan las desvaídas letras en azul. Está
tal y como usted se lo imagina, como dice un amigo humorista, lo que
significa que funciona mal o al menos sin control y nadie sabe cuánto
dinero recauda ni para cuántas cosas se usa.
Mención aparte merece la advertencia sanitaria tan aparentemente
innecesaria. ¿Por qué alguien podría esperar que haya un baño disponible
a los transeúntes en un parqueo de bicitaxis? ¿Dónde ha visto alguien
semejante cartel? Claro que debería haber un baño, y además estar
limpio, con agua y papel sanitario.
Tampoco hay acceso acceso wifi a internet, ni un cartel que diga que en
ese parqueo no se discrimina a ninguna persona, pero eso sí, hay una
imagen que tipifica a Cuba de principios del siglo XXI y, al fondo, una
minúscula e inocente banderita que en fin de cuentas es el único espacio
que parece salvarse del desastre.
Source: Los espacios del desastre -
http://www.14ymedio.com/blogs/desde_aqui/bicitaxi_7_1871882794.html
No comments:
Post a Comment