Friday, October 16, 2015

Las visitas papales a Cuba

Las visitas papales a Cuba
PEDRO CORZO

Más allá de las valoraciones positivas o negativas que cada quien haga
sobre las visitas papales a Cuba, hay que reconocer que esa pequeña isla
del Caribe, que no se distingue por un alto número de practicantes de la
religión católica, ha tenido el privilegio de ser congratulada por tres
Papas en quince años, una distinción que muchos países no pueden mostrar.

Los cubanos no fueron, ni son en su mayoría, practicantes de la religión
Católica. En el pasado el número de creyentes en la isla nunca fue
comparable con el de otras naciones del hemisferio, representatividad
que fue afectada dramáticamente a partir del triunfo de la revolución,
porque un número importante de feligreses, por miedo u oportunismo,
decidió abandonar sus creencias.

La asistencia a la iglesia se redujo dramáticamente y las personas
negaron su creencia en Cristo no tres veces, sino en infinidad de
ocasiones, cuando en el país se instaló una nueva religión en la que el
Dios era Fidel Castro y el castrolicismo la verdad revelada.

El régimen impuso valores y normas que se inspiraban en el pensamiento
de Fidel y en el marxismo, con la premisa leninista de que la "Religión
era el Opio de los Pueblos".

Aquella fue una experiencia indeleble para los creyentes que en defensa
de su fe fueron discriminados, perseguidos, humillados, encarcelados y
fusilados, como ocurrió entre otros muchos, con Alberto Tapia Ruano y
Virgilio Campanería, quienes antes de morir, gritaron Viva Cristo Rey.

Por lo antes expuesto es válido preguntarse por qué tres obispos de Roma
han decidido viajar a Cuba. Cuáles son los factores que determinan que
un máximo jerarca de la Iglesia vaya a un país.

Las visitas papales han de responder a un protocolo que se inicia con
los contactos entre el gobierno anfitrión y el visitante, con el
objetivo que la visita repercuta en beneficio para las partes.

La Iglesia como tal ha ganado espacios en la sociedad cubana a partir
del viaje de Juan Pablo Segundo, particularidad que se ha acentuado con
las visitas de Benedicto XVI y Francisco, por lo que es de suponer que
los beneficios adquiridos se incrementen y que paulatinamente acceda a
los derechos que disfrutan en otros países.

Pero ¿cuáles son los beneficios para el régimen? ¿Qué buscan los
renegados Fidel y Raúl Castro al permitir que tres Papas viajen a la
isla, y desarrollen su labor proselitista sin restricciones, mientras
continúan reprimiendo a todos los que reclaman el respeto a sus
derechos, incluidos lo que se acercan al Pontífice para denunciar los
crímenes de la dictadura?

Ver a Fidel que hace años no ocupa la jefatura del estado cubano
compartiendo con dos Papas –Benedicto XVI le recibió en la Nunciatura y
Francisco inexplicablemente fue a visitarle a su casa– debió haber sido
un duro golpe para muchos de los que fueron formados y defendieron los
valores y principios que la iglesia Católica, sostiene e inspira.

Siempre se ha dicho que hay que perdonar a quienes ofenden, pero también
que el perdón debe estar precedido por un sincero acto de contrición, en
consecuencia, si el arrepentimiento hizo presa de la voluntad de un
pecador de la abyección de Fidel, solo un sumo pontífice podría darle la
absolución.

De estar Fidel Castro arrepentido de sus depredaciones habría que
reconocer que una vez más la Iglesia ha vencido a quienes fueron sus
verdugos temporales, pero de no haber mediado el remordimiento en la
oscura alma del déspota, lo apropiado sería volver a leer el Maquiavelo
del fin justifica los medios, y mejor, si se cuenta con incienso para
disipar las malas acciones.

Periodista de Radio Martí

Source: PEDRO CORZO: Las visitas papales a Cuba | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article39296337.html

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